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Imagen: César Mejías

Panoramas imperdibles: una película, una cafetería… y una invitación a espiar en las habitaciones de un motel

No es una broma: la última investigación del periodista Gay Talese se adentró en el mundo del voyeurismo, con sorprendentes resultados. Además, un exquisito café al paso en Lastarria y una película para niños que no se pueden perder los adultos.

Por Miguel Ortiz A. @ortizmiguel | 2017-03-30 | 17:00
Tags | ver, comer, leer, pelicula, cafeteria, libro

Esta semana, tenemos tres panoramas para cerrar el (injustamente) temido marzo. ¿Cómo hacer este fin de semana más entretenido? Aquí las alternativas.

VER

Un jefe en pañales: risas garantizadas

“BabyCorp” es el nombre de la compañía internacional encargada de abastecer de guaguas a todo el mundo… un “producto” que está enfrentando una de sus mayores crisis, pues la tendencia indica que las familias están optando por tener mascotas en vez de niños, lo que amenaza el “negocio” de los bebés. Es por eso que la empresa le encarga una difícil misión a uno de sus más rudos empleados: que averigüe por qué los adultos ya no quieren tener hijos. Una pregunta que, demográficamente hablando, no deja de ser interesante.

Este es el argumento de la última película de Dreamworks, la trama de uno de los films más entretenidos que hoy ofrece la cartelera local. (Un secreto: Los Power Rangers es absolutamente decepcionante, sobre todo para los amantes de la serie).

Es el actor Alec Baldwin quien le presta su voz a Bebé, el protagonista de Un jefe en pañales (The Boss Baby), un propuesta original, fresca, muy en sintonía con la actualidad y que le sacará risas a los niños… y sobre todo a los adultos.

El trasfondo de la película -con momentos enormemente emocionantes- no es otra cosa que una oda a la vida infantil junto a los padres y el amor (a ratos difícil) entre los hermanos. Una hora y 37 minutos que se pasan volando y que pone sobre la mesa varios temas que bien vale la pena conversar en familia.

COMER

Un café (y un quequito) en Lastarria

Las variedades de quequitos que tienen en el Bloom Café son alucinantes: plátano-chocolate-coco, lúcuma-manjar, frutos rojos, nuez-miel, zanahoria-pasas, té verde con chocolate blanco… ¿algo más?

Poco a poco esta cafetería se ha convertido en la preferida de los vecinos y turistas del barrio Lastarria. Pequeñita -no caben más de 6 personas sentadas en la barra-, está ubicada en calle Merced 307, a pasos de la plaza del Mulato Gil de Castro. El local está pensado para funcionar como un café al paso, con la idea de que los clientes puedan instalarse en el Parque Forestal o caminar hacia el cerro santa Lucía.

La atención, siempre amable y jovial, se complementa con un café rico del verbo rico, elaborado con cariño, y exposiciones de fotografías o cuadros a la venta, de artistas emergentes. Aquí no te anotan tu nombre en el vaso: a los clientes frecuentes los saludan por su nombre apenas entran al café. Todo un agrado.

¿Los precios? $1.600 un macchiato y $2.200 un cappuccino. ¡Sin contar la propina!

LEER

El libro que todos están comentando: El motel del voyeur

Son 224 páginas que, alimentado por el morbo, se leen de un paraguazo.

La última investigación del norteamericano Gay Talese ha recibido elogios en todo el mundo. The New York Times lo recomendó así: “Uno puede admirar este libro y al mismo tiempo desear arrancarse los ojos”. Algunos críticos han dicho que es “la obra maestra” del autor. El relato es un constante dilema ético, legal y periodístico.

En 1980 Talese recibió una carta de Gerald Foos, un empresario que le narraba su secreto mejor guardado: había comprado un motel con la única intención de espiar a quienes se hospedaban… Y así lo hizo durante más de 15 años, anotando todo lo que vio en un diario personal. El voyeurismo, aquí, fue llevado a su máxima expresión. Lo que jamás imaginó el hombre es que en una de sus veladas como “vigilante” iba a presenciar un asesinato.

El motel del voyeur, editado por Alfaguara y traducido por Damià Alou, es un “page turner” ágil, variado, de capítulos breves y golpeadores, que deja en evidencia las prácticas sexuales (y sociales) de los americanos entre 1966 y fines de los '70. Un retrato interesante, revelador y que a ratos puede escandalizar a más de alguien. Un manjar para psicólogos, sexólogos, sociólogos, periodistas… y, obviamente, voyeurs.

Foos dispuso en las habitaciones de su motel una rejilla sobre las camas, simulando conductos de ventilación, desde donde podía mirar sin ver observado. ¿Qué fue lo que vio? La respuesta es sorprendente. Precio: $9.600

¿Qué otros panoramas recomendarías para esta semana?

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Comentarios
Daniela Asenjo | 2017-04-03 | 14:48
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Ver, comer, leer... Maravilloso!
Pasaré a comprar un quequits, para ir comiendo al cine y de vuelta a casa... leyendo en la cromi.
:)
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Joselin Rivas | 2017-04-04 | 12:50
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Excelente!!! voy por el libro ahora ya!
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