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Imagen: Miedo Profundo, Sony Pictures

Miedo Profundo: ovarios contra tiburones en la pantalla grande

La recién estrenada película tiene ingredientes de buena mesa: playa paradisíaca, olas, belleza y el clásico miedo al tiburón asesino. ¿Vale la pena ir a verla? Ciniestro nos da su opinión como cinéfilo.

Por Cinestro | 2016-08-19 | 16:30
Tags | cine, crítica, Miedo Profundo, Blake Lively, Jaume Collet-Serra, tiburones, surf, playa, océano

En algún momento de la historia del cine los tiburones eran considerados como perversos come-humanos que no tenían piedad con los veraneantes que se acercaban a las orillas donde ellos merodeaban. Y nos guste o no, siempre es entretenido ver películas de supervivencia en donde los humanos son la carnada perfecta para estos animales.

Sin ir más lejos, esta semana se estrenó "Miedo Profundo" ("The Shallows" in inglich), una película dirigida por el español Jaume Collet-Serra, quien ya tiene mucha experiencia en acción trabajando con el tío Liam Neeson, y que ahora cambia las balas por tablas de surf, y a los terroristas por la guapa Blake Lively (la flexible en "Savages").
Nancy es una chica tranquila, que luego de perder a su madre por una larga enfermedad decide hacer un viaje a una paradisiaca playa en México. Allí se quedará en compañía de su tabla de surf y una amenaza hambrienta bajo las olas.

¿Y qué tal la historia?

Hace tiempo que no veía una película de tiburones, creo que la última fue "Mar Abierto" que me gustó mucho, y también "Sharknado" que se ganó un lugar en mi corazón cinéfilo por ser de categoría "cine B", y por ser tan estúpida que me dan ganas de tenerla en mi colección de Blu-ray. Como sea, la cosa es que echaba de menos ese argumento de ver gente siendo tragada por animales salvajes a diestra y siniestra.

"Miedo Profundo" arranca súper bien con un humor bastante bueno, de hecho me reí mucho y me encariñé de inmediato con la protagonista. Al principio se toma su buen tiempo mostrando la playa en donde transcurre la película; surf, arena blanca, agua transparente, y a Blake Lively saliendo una y otra vez de las olas como si fuera un comercial de cerveza. Pero dentro de todo se agradece, porque las tomas son súper bonitas y dan ganas de ir a la playa, excluyendo los detalles de tener un cuerpo fitness y los tiburones, obvio.

La espera se hace corta cuando vemos las primeras señales de que hay un "depredador" nadando cerca de la niña, pero como suele pasar en este tipo de películas ya es demasiado tarde para arrancar. Aquí la cosa se pone buena, porque uno empieza a "hacerle barra" a la mina para que pueda escapar, pero cada cinco minutos pasa algo malo y entonces la gente en la sala de cine grita, salta, se asusta, se ríe, etc. Por eso me gustan estas películas, porque a pesar del morbo, la gente se pone en la situación del protagonista y reacciona a lo que están viendo en la pantalla ya que nunca se sabe cómo va a terminar todo.

Cuento corto, la chiquilla tiene que quedarse a resguardo en una roca que está lejos de la orilla, porque si baja al agua el tiburón se la va a comer, entonces tiene que tomar decisiones con los pocos recursos disponibles, con una pierna rota, y con una gaviota que la mira todo el rato. Hasta cierto punto, la película es súper creíble y la protagonistas se banca todas las situaciones con los ovarios bien puestos, como una verdadera mujer campeona, porque la vida le ha demostrado que tiene que ser fuerte y nunca rendirse frente a las adversidades. En ése sentido, la película tiene un mensaje súper bonito conectando la historia personal de Nancy a la terrible experiencia que está viviendo en ése minuto. Incluso me recordó mucho esas películas simples y entretenidas de los noventa en que bastan pocos elementos en la pantalla para tener una buena historia.

Hay otros personajes secundarios como Carlos que podrían haber tenido mayor participación considerando la trayectoria del actor (Oscar Jaenadas), pero que resulta ser más que nada un personaje de muletilla para recordarnos que estamos en México y no Australia. Algo que lamenté en un principio, pero que al final se agradece ya que la gracia de la película está en la soledad de Nancy en un escenario en que no cabe nadie más.

Acá un mini spoiler, pero sin detalles. Lo único malo es que al final se desinfla un poco, y se va por el camino fácil que usualmente vemos en las películas menos taquilleras. Pero hubiera preferido sacar los últimos cinco minutos de la película y hubiera quedado mucho mejor, porque hasta el enfrentamiento final lo encontré innecesario considerando que hay muchas formas de acabar con la amenaza, ya sea muriendo en el intento o no.

Como sea, "Miedo Profundo" es una película con más aciertos que errores, y si van a verla sin ponerse exigentes, van a disfrutarla como lo hice yo. Sin expectativas, sin prejuicios.

¿Qué opinas de las películas de tiburones? ¿Verías "Miedo Profundo"?

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