innovación, sociedad, social, bienestar, solidaridad

¿Es Chile un país innovador?

Aunque muchos, centrados en la tecnología, piensan que no, Martín de Mussy plantea lo contrario. Chile es muy innovador, pero en un área específica: la innovación social.

Por Martín De Mussy @mdemussy | 2013-07-04 | 11:16
Tags | innovación, sociedad, social, bienestar, solidaridad

En estos doce meses que el Gobierno ha decidido nombrar como el año de la innovación cabe preguntarse cuánto estamos dispuestos a invertir sobre ese concepto que cada vez suena más familiar, pero que aún no lo vivimos de manera tan profunda. 

Primero, podemos partir aclarando que la innovación se puede entender de forma simple como una novedad en la aplicación de factores productivos, aunque lo interesante y lo distintivo viene después: algo es verdaderamente creativo y novedoso cuando ese cambio se transmite a otras áreas y se incorpora de forma exitosa en la vida de las personas. 

Cada chileno puede vivir día a día pedazos de esas innovaciones que nos ayudan a vivir, desde una aplicación para smartphones, que nos guía de buena forma por una ruta sin obstáculos en la ciudad, hasta un sistema de acarreo rural que sirva para mover el ganado de manera segura y eficiente, pero lo realmente sorprendente es pensar cuántos de esos cambios que nos hacen avanzar hacia adelante han sido creaciones que provienen de estas latitudes. 

La pregunta válida, entonces, es si somos un país fértil para la innovación. Para muchos –y en una respuesta atarantada– podrá ser que no, pero basta sólo darle una segunda vuelta y pasearse un poco en Google para darse cuenta que eso no es tan así.

En nuestro largo país cada vez existen más creaciones novedosas que logran un impacto en el mundo de la ciencia, la tecnología o la medicina, pero al parecer nuestra ventaja comparativa está en las innovaciones sociales. Casos tan simples, pero revolucionarios, como el buscador de becas de la fundación Por Una Carrera, las soluciones transformadoras de la comunidad Socialab que nació de Techo o los modelos de replicables de nivelación de estudios que promueve CreceChile, sirven mostrar que buenas ideas, modelos diferentes y aplicaciones enfocadas en las personas pueden cambiar la forma en que hoy vivimos y ayudamos a vivir.

Ideas como éstas se suman a revoluciones tan gigantescas como el aplaudido descubrimiento del científico nacional Alfredo Zolezzi, quien se encargó de generar un sistema para la purificación del agua a través del plasma, el que fue corroborado por el mundo científico hace algunos días, sentenciándolo como un avance que va a transformar el mundo. Un salto discreto que puede servir para llevar agua potable a millones de personas en el mundo y que nuevamente recae en una inspiración social. 

Son innovaciones disruptivas que buscan ir más allá de lo establecido poniendo como centro a las personas, logrando cambios que sirvan para pavimentar el futuro sin dejar de lado lo humano. Una ventaja comparativa que hoy nos tiene que motivar a seguir potenciando uno este tipo de atributos que nos hacen sentir a todos orgullosos. 

¿CÓMO TE DEJÓ ESTE ARTÍCULO?
Feliz
Sorprendido
Meh...
Mal
Molesto
ESTADÍSTICAS: APOYO A FRASES DE ESTE ARTÍCULO
Estas estadísticas sólo se le muestran a los usuarios que ya han dado su opinión con un click sobre alguna de las frases rojas destacadas en el texto del artículo.
Comentarios
Luis Alejandro González Miranda | 2013-07-05 | 09:41
2
Por supuesto que hay potencial, pero hace falta creerse el cuento y dejarse de flojear.
responder
denunciar
apoyar
Yari Lagues | 2013-07-28 | 17:14
2
Concuerdo con Luis, uno de los grandes males de nuestro país es sentarse a ver los problemas de otros y esperar que "alguien" los solucione. Es cosa de ponerse las pilas y empezar a actuar, no sirve de mucho detectar un problema si no nos planteamos una solución inmediata al mismo.

:)
responder
denunciar
apoyar
* Debes estar inscrito y loggeado para participar.
© 2013 El Definido: Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento de nuestro representante legal.