Te gustaría que fueran más unidos entre hermanos, envidias a tu amigo que conversa de todo con sus padres y hasta la familia Corleone te parece más sana que tus relaciones familiares, porque crees que lo tuyo ya no fue. No fue durante la niñez o se quebró en la adolescencia… definitivamente en tu familia son poco cercanos, falta confianza, no hay feeling.

Error, error, error. Mientras se encuentren con vida, nunca es tarde para acercarse más a la familia, un anhelo humano que cualquier psicoanalista podría asegurar que es universal. ¿Por dónde partir?

Aquí les tenemos tres simples técnicas para desoxidar esos engranajes que el tiempo y la distancia tiene detenidos entre quienes comparten ADN. Incluso si tus relaciones familiares son buenas, servirán para potenciar la confianza y la cercanía aún más.

5 preguntas para acercarte a tu familia

¿Cómo dejar de hablar del clima y pasar a conversar de lo que realmente importa? Dave Isay dice que no es algo difícil. El fundador de StoryCorps, exitoso sitio web que comparte historias orales de personas al mundo entero, del que ya les contamos anteriormente, compartió en TED las preguntas clave para desbloquear la historia familiar y dar pie a conversaciones profundas, entretenidas y vinculantes.

1. "¿Cómo fue tu infancia?"

Esta es una buena pregunta para partir, porque según Isay, es un tema con el que la mayoría se siente cómodo y suele querer hablar. "Incluso cuando alguien tiene 100 años de edad, de la primera cosa que quiere hablar es de sus padres. Es una relación muy primitiva e importante, y se queda así durante toda la vida", dice.

Independiente de lo bien que puedas conocer a esa persona, siempre van a surgir cosas que no sabías. "Esta pregunta te da un sentido de quién es esta persona", comenta Isay.

2. "Cuéntame de las tradiciones que se han transmitido a través de nuestra familia. ¿Cómo empezaron?"

Conocer las tradiciones significa conocer el sello personal de tu familia y parte de los valores que se han sucedido de generación en generación. Pueden ser cosas simples, como repetir un cuento o una canción, hacer un postre cada Navidad, visitar un lugar específico todos juntos.

Isay destaca que después de preguntar esto, muchos se sentirán más obligados a mantener esas tradiciones para que los propios nietos también las reciban y transmitan.

3. "¿Cuáles son tus recuerdos más vívidos del colegio?"

La manera en que fueron educados nuestros padres y abuelos, puede ser radicalmente diferente de la nuestra: el trato con los profesores, la manera de estudiar, las dinámicas entre compañeros.

Entender cómo eran las escuelas en el pasado, puede ayudar mucho a comprender más el presente y el futuro. Además, como dice Isay, la pregunta permite salir de los propios esquemas y ponerse en los zapatos de la otra persona para entender su manera de ver el mundo.

4. "¿Cómo conociste a tu esposa / marido / pareja?"

Cuando somos adultos en nuestra familia, ya tenemos frente a nosotros relaciones de pareja establecidas que no tenemos idea cómo comenzaron. Saber su origen puede revivir nuestra admiración por ellas y darnos una comprensión más profunda de dónde venimos.

"La gente tiene grandes historias de amor", dice Isay. "Pero a menos que les preguntes explícitamente, a menudo son cosas con las que la gente no se siente cómoda hablando".

5. "¿Qué cosa sabia o consejo te gustaría compartir con las futuras generaciones?"

Probablemente la pregunta más importante, asegura Isay. Se trata de la persona hablándole al futuro y directamente a sus tatara-tatara nietos, haciéndoles saber lo que ha aprendido en base a todas sus experiencias.

"Algunas personas comparten remordimientos por no pasar suficiente tiempo con las personas que les importaban, o por no decir las cosas que querían a quienes amaban", asegura Isay.

Sintetiza la esencia de la persona o al menos muestra lo que más valora, con qué se queda de la vida. La respuesta, sin excepción, nos va a hacer reflexionar sobre nuestra vida y nuestras acciones, incluso sobre nuestra dinámica familiar.

Actividades simples para ser más "partners"

Claro como el agua: hacer actividades familiares y estar juntos, ayuda a acercarse más y ser más amigos. Sí, el grupo de whastapp ayuda un tanto, pero "un grupo de personas no puede ser una familia a menos que pasen tiempo juntos", recalca la Dra. Marie Hartwell-Walker, psicóloga y consejera matrimonial y familiar.

Lo sabemos, no lo hacemos. ¿Cómo no quedarse estancados en lo mismo? Inventando actividades simples que se repitan una vez a la semana o si todos son adultos, al menos una vez al mes.

Una noche de juegos de mesa, una comida donde todos cocinen, algún paseo de fin de semana, una "pichanga" mixta, una función (música, cine, teatro) que luego se comente o cualquier panorama simple una tarde de domingo. Puede que en un principio resulte obligado o cueste coordinarse, pero si se hace una "tradición" sus efectos son realmente positivos.

Y pasar tiempo juntos tiene efectos no solamente en la dinámica familiar, sino también en el desarrollo personal de cada uno. Según Marie, las investigaciones demuestran que los niños que comen juntos con sus familias constantemente, por ejemplo, no solo tienen mejor rendimiento escolar, sino que se llevan mejor con los demás, y en general, les va mejor en la vida.

Si se trata de estar juntos, para quienes viven bajo el mismo techo, el trabajo en equipo también es una buena herramienta, explica Hartwell-Walker, incluso para tareas tediosas como ordenar la cocina o regar plantas.

"Para ser una familia, las personas necesitan sentirse como un equipo. Cualquiera que haya jugado en un equipo sabe que no tiene ni siquiera que llevarse entre sí para trabajar en conjunto. Trabajar juntos es lo que a menudo fomenta la afinidad y el respeto".

Frases cortas para darse a conocer

Está de moda la transparencia. ¿Por qué no la aplicamos también en nuestras propias vidas? Las 5 preguntas de Isay ayudan mucho a conversar de temas profundos, pero también es importante verbalizar en nuestra familia quiénes somos, las emociones, los gustos y disgustos.

Me encanta el helado de menta; me molesta mucho que me interrumpan cuando trabajo; cada vez que escucho esta canción me pongo a llorar… Frases breves que ayudarán a que tus familiares te conozcan más, a que entiendan tus reacciones e incluso le achunten mejor a los regalos de cumpleaños (aunque sabemos que lo material no importa, ¿cierto niños?).

De paso, ayudarán a que los otros se suelten con sus propias emociones. Si no lo hacen, lanza tú las preguntas: ¿Cuál es su grupo favorito? ¿Si tuvieran que elegir un lugar donde vivir, cuál sería? Quizás al comienzo sientas que es algo que no te interesa, pero con el tiempo, se transformarán en temas que querrás saber.

"Para que un grupo de individuos sea una familia, necesitan conocerse realmente entre sí. El saber viene de compartir información e historias", remarca Hartwell-Walker.

¿Qué opinas de estas técnicas? ¿Qué otras cosas recomendarías?