salud, medicina, información, internet, diagnóstico, doctor, médicos
Imagen: Gojko Franulic

¿Qué creerles a las webs de salud y qué no?

¿Hasta qué punto podemos confiar en los diagnósticos de internet? Fran Solar nos da unos consejos cuando se trata de poner nuestra salud en las manos de los "doctores" del mundo virtual.

Por Francisca Solar @FranSolar | 2014-06-25 | 12:30
Tags | salud, medicina, información, internet, diagnóstico, doctor, médicos
Hay un capítulo de Dr. House que es muy revelador de los nuevos tiempos. Un tipo llega al hospital con varios síntomas graves pero nadie sabe exactamente qué es lo que tiene –sí, así generalmente comienzan todos los capítulos de esa serie–; sin embargo, la diferencia en este episodio es que la persona en cuestión se cree con el derecho de “dirigir” al equipo médico según lo que él va encontrando en Internet. Buscando sus síntomas en Google, encuentra varias posibilidades de enfermedades y le va pidiendo a House que le haga esos exámenes y esos tratamientos, ignorando las decisiones del profesional. Sólo por tener un computador bajo el brazo, creía tener la misma capacidad del que estudió Medicina por casi una década. ¿Les suena conocido?

Todos alguna vez nos hemos comportado así. En la actualidad existe una infinidad de sitios web sobre salud y calidad de vida a los que tenemos muy fácil acceso y así creemos ser suficientemente expertos para enfrentarnos al desafío. Nunca fue tan cómodo entender el mundo: un par de clicks y listo. Sin embargo, la democratización de la web tiene su lado negro, y es que cualquiera puede subir cualquier tipo de información y hacerla pasar por seria u oficial. En digital los fraudes están a la orden del día y todos estamos expuestos, no sólo los niños o adultos ingenuos, por lo que se hace cada vez más imperante alertar a la población de posibles engaños o malinterpretaciones en los contenidos que leen. En Salud es todavía más delicado, ya que es tu vida la que está potencialmente en juego.

Pensando en esto, la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (España) lanzó una breve infografía con algunos consejos prácticos al momento de rastrear información de salud en la web. Aquí están los más importantes.
  • Comprueba que el sitio tenga información actualizada. Parece de perogrullo –ya que hoy por hoy estamos acostumbrados a la instantaneidad– pero no es una realidad extendida. Muchos sitios, no sólo de salud sino de muchas áreas y temas, no tienen publicaciones periódicas y bien pueden exhibir datos añejos o ya desbancados. ¿Se acuerdan de lo que sucedió con la Aspirina? Años de años vendiéndola como prevención de ataques cardíacos y, finalmente, se descubre y prueba que no sólo no hace gran diferencia sino que su ingesta diaria es potencialmente peligrosa en personas sanas sin antecedentes de enfermedades coronarias. El revelador estudio apareció en un montón de portales internacionales, pero todavía algunas webs siguen aconsejando al ácido acetilsalicílico en contextos cardiacos. Y los ejemplos como ése son miles. Pongan ojo en las fechas de los últimos posts del sitio, ya que ése es uno de los indicadores de qué tanto se actualizan los contenidos.

  • Observa si los artículos están “firmados” y si hay un “Quiénes somos” en el menú principal. Desconfía de los post anónimos o que firman como “equipo redactor” o sucedáneos, sobre todo cuando la información detallada es tan relevante o delicada como un asunto de salud. Las webs serias en esta materia siempre expondrán a los autores de sus artículos y columnas, quienes generalmente son médicos especialistas o profesionales ligados directamente al rubro. Una buena referencia es lo que realiza el portal Matasanos, por ejemplo. El sitio siempre debe indicar claramente quiénes están detrás del contenido publicado y cuál es la línea editorial del medio, si es que tienen una. Si no, descarten de plano.

  • Pon atención en las referencias, bibliografía y/o hipervínculos de los artículos. Sobre todo cuando hablamos de ciencia y salud, toda afirmación debe estar lo más respaldada posible. En la gran mayoría de los casos, los estudios universitarios o clínicos se publican en revistas especializadas y/o journals académicos antes de llegar a medios masivos; es decir, son públicos y se puede acceder a ellos. Si un artículo nombra alguno, debe mostrar cómo acceder a la información de origen (o lo más cercano posible) con la referencia explícita de en qué libro/revista/sitio se puede encontrar o, mejor aún, con el link directo al estudio. Un artículo con muchas afirmaciones y sin hipervínculos es un bluff con pies.
Hay otro par de consejos que podría dar, pero seré sincera: el más importante de todos es que, si se trata de tu salud, mejor desconéctate de Internet. No olvides lo medular: nada reemplaza una consulta presencial en el hospital más cercano. Jamás reemplaces a un médico de verdad por Google. Aun cuando recurras a sitios fiables y a información actualizada, todo lo que leerás corresponde a casos “generales” o sintomatología “promedio” o más recurrente, pero cada vez que te enfermas tu situación es “particular”, no general. Cada persona es un sistema biológico único y complejo, una mezcla y confluencia de cientos de factores irrepetibles, por lo que un mismo síntoma en dos pacientes puede revelar dos tipos de afecciones completamente distintas. Únicamente un examen detallado de tu situación podrá revelar qué tienes y cómo sanar. 

En esta “era de la información” es muy fácil dárselas de doctor. No cuesta nada. Tenemos tantos datos a la mano que el empoderamiento es sencillo, pero una cosa es enterarte sobre tal o cual tema y otra muy distinta es tomar decisiones relevantes en áreas que requieren mucho mayor análisis que un par de preguntas en un buscador. Nadie puede impedirte estar informado: al contrario, la información es poder y es algo que debería potenciarse a toda edad. El tema es dónde y con quién te informas, porque ciertamente no es lo mismo Yahoo Answers que la British Medical Journal. Y aunque te informes correctamente, sigue faltando algo: por muchos manuales y consejos que leas respecto a tu tema de interés, si quieres invertir en un Fondo Mutuo es mejor preguntarle al ejecutivo de tu banco, si necesitas ampliar tu casa debes buscar a un arquitecto… Si quieres tratar alguna dolencia repentina, es un médico quien mejor puede decirte qué hacer. El camino es lógico, pero la comodidad (y la arrogancia, ya que estamos) gana a veces la batalla y terminamos autodiagnosticándonos, autotratándonos y automedicándonos, corriendo graves riesgos para nuestra salud.

Infórmate, infórmate cuanto quieras, pero que te sirva para poder conversar con propiedad con el especialista de turno, no para saltártelo. A fin de cuentas, ¿quién es el dostor?
¿CÓMO TE DEJÓ ESTE ARTÍCULO?
Feliz
Sorprendido
Meh...
Mal
Molesto
ESTADÍSTICAS: APOYO A FRASES DE ESTE ARTÍCULO
Estas estadísticas sólo se le muestran a los usuarios que ya han dado su opinión con un click sobre alguna de las frases rojas destacadas en el texto del artículo.
Comentarios
Paper Luis | 2014-06-25 | 12:51
3
Pero si los médicos hacen casi lo mismo que las webs de salud:
- Recuento de sintomas, para luego unas recetas y, si no se pasa, venga en 5 días.
- Si en 5 días te sientes igual, te mandan a hacer unos examenes.
- Luego de los examenes, te dicen: Tome-Haga esto, si no pasa nada, venga en 5 días.
- Si el tema es crónico, te mandan a hacer otros examenes
- Luego les tienes que llevar los examenes para que los revisen.. luego, si no saben, se declaran incompetentes en tu caso y te derivan a otro doc... donde repites estas cosas.
Cuento con esto 5 consultas médicas, que no duran mas de 10 minutos, para decirte cosas que ya sabes.
Lamentablemente los médicos (en general) no se preocupan de sanarte, sino que de que los vayas a ver mas de una vez y que te hagas exámenes. El médico de antaño iba descartando cosas hasta que te mejoraba o, si sospechaba de algo, te mandaba inmediatamente al especialista.
responder
denunciar
apoyar
Daniela Figari | 2014-06-25 | 13:10
4
Que lástima que está sea la opinión generalizada. Muchas veces pasa por que el medico no verbaliza sus razonamientos con el paciente, eso es como de la vieja escuela. Pero los médicos también educan y como pacientes también podemos (y debemos) preguntar ¿Por qué? y hacernos parte de nuestra salud. Las webconsultas bien hechas pueden aclarar muchas dudas, pero no remplazan la tarea de los equipos de salud (medicos, enfermeras, kinesiologos, fonoaudiologos, y largos etc) que pueden aportar a solucionar nuestros problemas de salud. Los "medicos de antaño" tenían mas tiempo, menos carga de pacientes, un sistema que no los obligaba a trabajar de a 15 minutos, y muchos menos examenes. Y a pesar de todo su buen trabajo, se moría mucha gente. Ahora tenemos más tecnologías y los exámenes están disponibles y bien aplicados son una muy buena herramienta.
La responsabilidad esta en ambos lados y en intentar llevar una vida saludable ;)
saludos!
responder
denunciar
apoyar
Niz :) | 2014-06-25 | 13:11
3
Estoy de acuerdo con Paper Luis. Es cierto lo que dice este artículo, en el fondo es un "no te automediques" mezclado con un "no te autodoctorées". No hay que llegar al doctor diciendo "tengo lupus, todos los sintomas lo indican" si te enterraste una astilla en el pie.

Pero, sí creo que es bueno informarse (tomando en cuenta todos los detalles mencionados en el artículo) y llegar con cierta idea de qué debería preguntar, por ejemplo "doc, es lupus?" "no, no es lupus", ok, entonces te quedas tranquilo porque el doc sabe y dijo que no era lupus porque nunca es lupus.

Además los doctores no se las saben todas por libro. Si uno les dice "y podría ser esto?" quiza ellos no lo habían pensado, no porque no sean buenos en lo que hacen, sino que cada persona se comporta de distinta manera frente a las enfermedades y hay tanta cosa esparcida por el mundo que él simplemente no puede estar siempre a la vanguardia de todo.

Creo que es cierto que nada reemplaza a un doctor, pero si puedes cortar de 5 consultas (como dijo Paper) a 4 saltandote la ida al médico general e ir al tiro con el especialista, lo considero un win.
responder
denunciar
apoyar
Jorge Godoy | 2014-06-25 | 16:35
2
esto de la salud, por lo menos para la gente de pocos recursos, es casi una ruleta rusa, ya sea por internet o frente a un "colegiado". Mi suegra lleva casi dos meses internada en el barros luco, a punto de perder las dos piernas o morir en cualquier momento y todo por un mal diagnostico y medicamento mal administrado. Pero como es indigente a nadie le importa y no habra culpables tampoco. Frente a esto, a veces internet no parece tan mala opción.

PD.: Aprovecho de pasar el dato: se necesitan donadores de sangre, cualquier tipo en el banco de sangre del hospital barros luco a nombre de Jessica Navia Beltran UTI cama 15. Gracias!
responder
denunciar
apoyar
Enrique Ulloa | 2014-06-26 | 10:10
2
Una vez leí algo como esto en internet:

1. Busca los síntomas que sientes en Google
2. Llegar a una página donde describen enfermedades
3. Leer "lo que podría ser".
4. Cagarte de susto de que podría realmente ser eso
5. Ir a un doctor de verdad

XD

Es real, muchas veces uno busca "dolor de espalda, fiebre, dolor de pelo" y uno se encuentra con las peores enfermedades....


responder
denunciar
apoyar
* Debes estar inscrito y loggeado para participar.
© 2013 El Definido: Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento de nuestro representante legal.