No es casualidad que en una era dominada por los grandes estrenos cinematográficos como Avengers: Endgame (la cual hizo colapsar las páginas de cine en su primer día de preventa), hayan también fanáticos que estén dispuestos a hacer lo que sea para ver la película en la primera función posible. Ir más lejos que eso parece difícil, pero no imposible... Al menos es así como muchos jóvenes lo están viendo ahora; la oportunidad de ser famoso e influencer (un influenciador) en las redes sociales, puede ser una ventana única para convertirte en parte de la conversación, y de paso conseguir un asiento preferencial en las primeras funciones "privadas" proyectadas en el país.

Pero debemos ser precavidos, muchos de ellos están en esa premiere solo aprovechando una buena oportunidad para mostrarse y ganar más adeptos y likes, más que por un franco interés en la película, o bien, brindar un punto de vista emotivo sobre el film. ¿A quién creerle y a quién no? Aquí algunos datos que podrían ayudarte a abrir los ojos.

Buscando opiniones "no expertas"

Es cierto. Las nuevas generaciones de chic@s buscan una gran visibilidad en redes sociales y, precisamente, el cine es una buena manera de conseguir la atención de muchos. Lograr una alianza —por ejemplo— con las distribuidoras de películas (las encargadas de traer a nuestras salas los filmes), es sinónimo de conseguir premios para concursos, acceso a información exclusiva, invitaciones a funciones de prensa o merchandising. Muchas veces, una buena relación te podría llevar a recibir entradas para las pomposas Avant Premieres, ¿es entonces un trabajo atractivo? ¡Obvio que sí!

Bajo ese contexto, es impresionante como en los últimos cinco años el tema de ser influencer ha pasado de ser una actividad silenciosa y puntual, a convertirse en una especie de objetivo profesional para muchos amantes del cine. Blogs, páginas web, sitios de contenidos, canales de YouTube y muchísimas cuentas de Instagram, son solo parte de este tremendo buque de “micro empresarios” que sueñan con ser los primeros en izar la bandera de embajadores.

Y aun con todo lo dicho anteriormente, es un tema que sigue siendo "reservado" o desconocido para algunos. El espectador común y corriente, probablemente no tenga idea de que siendo famoso (con muchos seguidores en redes sociales, de eso hablamos) uno tiene la posibilidad de acceder a hacer alianzas con distribuidoras de cine y ver las películas que todo el mundo espera, con días de anticipación, de forma legal y saltándose cualquier fila o espera que el estreno pueda traer. Esta especie de labor de "recomendar películas", es también un nicho que desde siempre estuvo reservado a la cátedra de los "críticos de cine" de medios de prensa escrita. Sin embargo, es probable que el trabajo de ser influencer del cine, haya nacido de esta necesidad de escuchar recomendaciones no-expertas y de buscar opiniones más aterrizadas para el fanático.

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Por el lado de las marcas distribuidoras, debe resultar sabroso utilizar tantos canales de viralización para promocionar sus estrenos (y debe ser tremendamente efectivo comparado con la publicidad tradicional digital). Pero ¿qué es lo que le importa más a las distribuidoras y productoras de cine?, ¿número de seguidores o líderes de opinión?, ¿cualquiera puede ser un influencer a estas alturas? A continuación, y para resolver dudas, hablamos con quienes se manejan en el tema.

¿Verdaderos influencers?

Yoan Moll, publicista, community manager y creador de la exitosa cuenta de humor Bien CTM (con 357.000 seguidores), dice que algunas marcas no siempre escogen a los mejores influenciadores:

"Son pocas las marcas que están en búsqueda de verdaderos influencers para sus marcas, dando énfasis a su impacto en digital más que su cantidad de seguidores. Por eso, hoy en día estamos viendo a famosillos como Queraltó, mostrando productos de limpieza. Más que estrategias de contenido, solo se está haciendo canje, y no sé qué tan correcto sea esto..."

Rakún Matteucci, un gamer de tomo y lomo que ha construido carrera para llegar a ser influencer, habla de lo notorio que es encontrarse con chic@s interesados en esta exclusividad:

"Veo esa necesidad de asistir y tener la exclusiva antes que nadie, ser parte de un secreto colectivo al que solo algunos accedieron, y claro es más pintoso decir me invitó la distribuidora a decir me gané un concurso. También hay un factor de avaricia, donde un grupo prefiere ser el que está ahí y se nota".

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Influencers volando lejos

Unos meses atrás, se estrenó Bohemian Rhapsody, peliculón que fue premiado en los Oscar y además de levantar una campaña publicitaria que empapeló Santiago, también le dio la oportunidad a la cantante chilena Denise Rosenthal de ser parte de los 15 influencers de todo el mundo que cantaron la mítica de canción de Queen en un cover que se volvió popular en horas.

Otro caso emblemático fue el de una página de humor donde Vicente Fuenzalida (el creador de Doblao) fue invitado a conocer al mismísimo reparto de Liga de la Justicia en persona. Un video que suma 21.000 reacciones y 1.713 compartidos.

Y, para terminar de ilustrar, Tabatha Pacer, la popular youtuber, tuvo la oportunidad de conocer a Hugh Jackman (X-Men) como parte de la promoción de Logan hace un par de años atrás.

¿Canje u opinión sincera?

Con estos éxitos y otros más, podemos ver que el tema de ser influencer es un proyecto que, evidentemente, te da buenos momentos y experiencias que a cualquier fanático le interesaría vivir al menos una vez en la vida. Pero ¿qué hay de la gran masa de influencers que recién comienza a dar sus primeros pasos?

Probablemente haya muchos que estén sumando likes para llamar la atención de algunas marcas, y hay otros que buscan simplemente sumarse a esta ola de referentes del nuevo siglo.

Andrés "El Chaya" del equipo de críticos de cine de El Definido, habla de ese doble filo de aceptar todo lo que recomienda un influencer:

"En cierta medida, [los influencers] hacen más cercano el tema, le sacan la idea de que los críticos son una elite que no te representa. Por ese lado es bueno, como masificando y democratizando el acto de disfrutar de una película en pantalla grande. Creo que eso sí, el espectador o seguidor debe comprender también que tampoco el influencer es la palabra certera u opinión única frente a un film, no verlo como ley, sino como un punto de vista que sobre todo potencia el ir al cine, más que definir si una película es buena o mala. Creo que ahí deben entrar estudios en cine, estética o apreciación, o años de experiencia para determinar cuándo un influencer también es un crítico y no solo un reseñador”.

A propósito de la tesis de que algunos influencers busquen un interés material o de exclusividad, Chaya marca la diferencia en los contenidos que estos entregan:

"En vez de democratizar los contenidos y promover que todos y todas vean una que otra película, se prioriza esta fama personal y la idea de que son diferentes o están por sobre el resto, solo por ser elegidos. Aquí, nuevamente el punto diferenciador del espectador crítico deben ser los contenidos que un influencer me entrega, si queda solo en yo estoy aquí y gracias a tal marca o, como creo debe ser, se dan opiniones teóricas o emotivas del porqué tal y cual film debe ser un imperdible o un fenómeno para pasarlo bien y disfrutar".

Esta semana se estrena una película que seguramente va a batir records de ventas, Avengers: Endgame, invitamos a nuestros queridos lectores a hacer el ejercicio de revisar las redes sociales de algunos influencers (relacionados al tema del cine o no), navegar por sus perfiles y descubrir cuantos están siendo parte de este movimiento. ¿A quién comprarle las recomendaciones? ¿A quién debemos tomar en serio? Seamos cautos y miremos más allá de la marca, el canje y el beneficio personal, para buscar a aquellos que realmente se están comprometiendo con sus seguidores, entregándoles una opinión sincera sobre el film.

¿A qué influencers de cine recomiendas seguir?