No solo las monedas de oro o joyas dentro de un cofre son algo valioso para ser considerado tesoro. Los humanos también lo somos, y especialmente aquellos que preservan parte importante de la cultura que nos caracteriza de norte a sur.

Ayer, en una ceremonia solemne en La Moneda, la presidenta Michelle Bachelet, junto a Ernesto Ottone (ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio); dirigió la ceremonia de los premios a los "Tesoros Humanos Vivos 2017".

Este reconocimiento fue creado para reconocer el patrimonio cultural inmaterial de los países e implementado en Chile desde el 2009 por propuesta de la Unesco. Busca distinguir a personas de saberes (cultores o cultoras), considerados como portadores de conocimientos, expresiones y técnicas arraigadas en las tradiciones culturales que representan comunidades reconocidas por su pueblo.

Anualmente, personas del ámbito público y privado, académicos y representantes de la sociedad civil seleccionan a los ganadores y se entregan cuatro distinciones: dos en las categorías de cultor individual y dos en cultor colectivo o comunidad local.

Estos reciben una certificación pública de su calidad de Tesoro Humano Vivo, además de un incentivo económico de 3 millones de pesos a cada cultor individual y 7 millones de pesos para los colectivos.

Este año los dos reconocimientos a cultores individuales recayeron en dos mujeres: la de la foto de portada, Isabel Pakarati y Lucy Briceño. En representación de los colectivos, los galardonados fueron la Familia Madariaga y la Sociedad de Morenos de Paso de María Cárcamo, Manuela de Marconi y Corazón de María.

La Presidenta se dirigió a los ganadores señalando que "Tal como decía la gran Margot Loyola 'lo importante de la cultura tradicional es que esté viva: no es un recuerdo, no es un objeto de museo, sino un ser plástico y cambiante, que se va modificando con los años y las circunstancias'. Lo hemos visto, por ejemplo, en el renacer de la cueca, que estuvo tan estigmatizada y asociada a la dictadura, y revivió de la mano de nuevas generaciones que vieron en ella su estirpe plebeya y rebelde. Ese es el camino que ustedes, Tesoros Humanos Vivos, representantes de tradiciones tan valiosas como palpitantes, nos enseñan a recorrer".

Los 4 Tesoros Humanos Vivos 2017

1. Isabel Pakarati: es heredera de una tradición ancestral y familiar muy relevante para la cultura Rapa Nui: el Kai Kai. Se trata de juegos de hilos que relatan y conservan la memoria histórica de la comunidad a través de la tradición oral, el canto y la gestualidad corporal. A través de los hilos se recrean cuentos, leyendas o se traspasan conocimientos y saberes de generación en generación.

Su taller de Kai Kai “ Mana’u Tupuna” se dedica a la investigación, rescate y revitalización de tradiciones orales y manuales de la Cultura Rapa Nui, y existe desde 2004.Encuentra más detalles sobre esta tradición aquí.

2. Lucinda Briceño: cantante porteña, más conocida como Lucy Briceño, que inició su carrera en el baile antes de descubrir una vocación por el canto. Aunque comenzó cantando rancheras, hoy, con su carrera consolidada, se ha convertido en un referente de la canción popular porteña (cueca), como integrante inicial de Los Paleteados del Puerto, solista y como figura del elenco La Isla de la Fantasía.

En Música Popular señalan: “Lucy Briceño posee una voz hermosa, grave, pastosa y con un vibrato o “gorgoreo” que muchos se quisieran, y en su repertorio es posible encontrar cuecas así como también boleros, valses peruanos, tonadas y en general todos los géneros que formaron parte del cancionero porteño del siglo veinte”.

Además, como modista, ella elabora su propio vestuario y junto con cantar, se dedica a promover los espacios culturales locales, junto con la adaptación al dinamismo de la cultura urbana.

3. Familia Madariaga de cantores a lo poeta: esta familia, oriunda de Cartagena (Región de Valparaíso), lleva más de 70 años dedicados a cultivar los versos y toquíos de la guitarra y el guitarrón. Así, han permitido que la tradición del canto a lo poeta (que tiene más de 400 años) perdure en el tiempo y se traspase de generación en generación.

“Nosotros somos campesinos, pequeños agricultores, y estamos contentos de este premio que no esperábamos, pero que es algo grandioso, único”, dijo Arnoldo Madariaga López (hijo), representando el sentir de su familia.

Dentro de sus miembros se encuentra la nieta Emma Madariaga, cantora de 15 años, que se convierte en el Tesoro Humano Vivo chileno más joven de la historia: “Mi Tata es un libro lleno de frases e ideas que aprender”, dice Emma sobre Arnoldo Madariaga, el patriarca de esta familia dedicada al canto, la poesía popular y la paya.

4. Sociedad de Morenos de Paso: son 79 cultores deuna manifestación devocional de origen afrodescendiente que se desarrolla en el poblado de Livílcar, con ocasión de la festividad de la Virgen del Rosario de Las Peñas.

Esta se mantiene vigente por generaciones con el desarrollo de una práctica que ha sido documentada desde sus orígenes y que pese al paso del tiempo ha logrado mantener sin modificaciones sus trajes, bailes y música.

Su baile, que permanece intacto desde sus orígenes (hace más de 80 años), está compuesto por pasos que significan el andar de los negros encadenados que llegaron a esas tierras hace más de 500 años.

“Los ensayos en la calle también son parte de algo fundamental para la convivencia en población, llama a los vecinos a salir al a calle y convivir participar disfrutando del ambiente que se genera. Esta agrupación siempre ha sido muy numerosa, con muchos jóvenes en sus filas, siendo un baile muy familiar”, aseguran en Sigpa.

Alfredo Carrasco Alfaro, perteneciente hace más de 40 años a Los Morenos Corazón de María, señaló que esta sociedad, fundada en 1943, debió ser reconocida hace muchos años: “Muchos abuelos han muerto llevándose parte de la historia de esta tradición. Ahora, este es un impulso para nosotros y las nuevas generaciones para que esta tradición no se pierda”.

"Hoy estamos reconociendo el aporte de personas que, sin haber pasado necesariamente por una formación académica, contribuyen a hacer de Chile lo que es: un país diverso, rico en tradiciones, plural en su creación", señaló Bachelet en la ceremonia.

El ministro Ottone, comentó que "estar una vez más reconociendo a personas y grupos que desde sus territorios se encargan de mantener vivas expresiones culturales significativas para sus comunidades, es algo que nos llena de orgullo pero también nos impone nuevos desafíos. Sabemos que después de 9 años y 46 reconocimientos, es necesario diversificar y profundizar en las estrategias de trabajo que permitan la salvaguardia de estas prácticas y saberes".

El 2016 los "Tesoros" fueron el titirero Sergio Guzmán; la tejendera y matriarca de la comunidad Colla, Basilia Escalante (87 años); los hermanos Marilicán Lindsay, dedicados a la cestería en fibra vegetal de quilineja; y las representantes de Las Palomitas Blancas, grupo de mujeres que elabora y vende totillas de rescoldo.