innovación, Fundación Chile, liderazgo, soluciones, empatía, humildad
Imagen: César Mejías

Escuchar al otro con humildad y empatía es la clave para la innovación

Los grandes agentes de cambio de Chile se reunieron ayer en Corpartes para celebrar los 40 años de la Fundación Chile. ¿Cómo lograr que más chilenos se comprometan con el país?, ¿cómo incentivar la innovación como la base del progreso? Aquí les contamos.

Por Macarena Fernández | 2016-11-25 | 11:30
Tags | innovación, Fundación Chile, liderazgo, soluciones, empatía, humildad
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Un gran encuentro de innovación se vivió ayer en Corpartes para celebrar los 40 años de la Fundación Chile, instancia en la que participaron 40 agentes de cambio del país para hablar sobre sus proyectos de impacto y para discutir sobre cómo lograr que más chilenos se transformen en verdaderos aportes para Chile y el mundo.

Empresarios, artistas, emprendedores, deportistas, músicos, actores, cocineros, científicos, profesores, funcionarios públicos, arquitectos y muchos otros profesionales de excelencia se reunieron para decirnos que sí, es posible lograr de Chile un país innovador. ¿Qué tienen todos ellos en común? Sus proyectos los pensaron desde y para lo social, con el fin de querer transformar a Chile y el mundo en un lugar de oportunidades y desarrollo para TODOS.

Demostrar que la innovación y la transformación social pueden hacerse desde cualquier realidad, escenario o trabajo, y que ni los recursos ni la edad son impedimentos para cambiar el mundo, fue la base principal del evento. ¿Cuál es la gran clave para innovar, según nuestros líderes?

Salir de la zona de confort, dejar de mirarnos el ombligo, escuchar con humildad a quienes nos rodean y confiar en que la solución está en nosotros mismos.

Ecosistemas abiertos para la colaboración

¿Para qué innovar? Con esta pregunta se inició el segundo bloque del encuentro llamado “Nuevos ecosistemas de innovación para Chile”.

Julián Ugarte, director de Socialab, comunidad de emprendedores sociales que ha impactado a más de 1 millón de personas en Chile y a otras millones en más de 92 países; abrió la jornada recalcando que la innovación es el camino para lograr cambios radicales que resuelvan problemáticas específicas, locales, nacionales e incluso mundiales. Señaló que la clave está en ser inquietos, en poder observar nuestro entorno con detalle para así detenernos en aquello que está fallando y encontrar la raíz del problema para luego pensar en las soluciones.

En resumen, Ugarte nos enseñó que para lograr cambios importantes que afecten positivamente a muchos, es necesario bajarnos de la máquina, dejar el individualismo y el éxito personal en un segundo plano, y centrarnos en nuestro entorno, abriendo los ojos con empatía. “Cuando nuestro fin es sólo individualista y económico sólo para nosotros, lo que hacemos es amplificar el egoísmo y este egoísmo nos separa y termina fraccionando la sociedad. Entonces, si no nos gusta el egoísmo, nos gusta el antónimo, y el antónimo es la empatía (…) En economía funciona el bien escaso, porque se tiende a apreciar más. Como el petróleo y la plata que son bienes que no hay tantos pero que tienen grandes demandas y que hoy mueven a la sociedad. Pero hay un bien que es aún más escaso y que lo está demostrando el descontento social y ese es el amor. Entonces, al creer que el amor es tan escaso, quiere decir que es muy valioso y por lo tanto muy rentable”.

Luego vino el conversatorio “Ecosistemas abiertos para la colaboración”, moderado por Soledad Ovando, Gerente Banco Estado Pyme, en el que participaron tres destacados chilenos. Juan Pablo Larenas, fundador de Sistema B, Felipe Contreras, fundador de Gulliver, y Juan Felipe López, director de Laboratorio de Gobierno. La base de la discusión fue: ¿cómo se logra atravesar los obstáculos para lograr el progreso social?

Juan Pablo Larenas, puso su ejemplo personal para responder a esta pregunta. Dijo que si bien Sistema B ha sido un éxito rotundo, y que hoy existen más de 1.900 empresas B certificadas en 50 países; el trabajar de lleno para conseguir que las empresas se transformen en agentes de cambio que impactan a sus trabajadores y comunidades, hizo que se dejara un poco de lado la búsqueda de los problemas más urgentes de la sociedad.

Hoy, al darse cuenta que en Chile aún siguen existiendo campamentos y familias enteras que viven en pobreza extrema, Juan Pablo decidió retomar su cargo de director en TECHO, señalando que es necesario estar siempre con los ojos abiertos, escuchando a la gente y sus necesidades, porque el progreso y el cambio debe impactar a todos y no sólo a un porcentaje de la sociedad.

Desde un escenario diferente, y quizás el menos esperado, Juan Felipe López llegó a demostrar que en el sector público también existen agentes de cambio innovadores. Laboratorio de Gobierno es una instancia participativa, colaborativa y abierta que busca soluciones legítimas a las problemáticas sociales, en conjunto entre funcionarios públicos y líderes vecinales.

“Existe una crisis de confianza grave a nivel mundial, que impide que las personas se sumen a propuestas colaborativas de cambio e innovación, porque no se permite el intercambio necesario de ideas y no se posibilita una comunicación. Y sin comunicación, ¿qué es lo que pasa? Sólo unos pocos terminan decidiendo por el resto, sin contar con el diagnóstico real de lo que verdaderamente urge y afecta a la población”, señaló López.

Por último, Felipe Contreras, concluyó el conversatorio con la siguiente frase: “ayer pedí un Uber. Iba apurado. El conductor activó Waze y así y todo, nos metimos en un tremendo taco. Se lo dije y su respuesta me dejó mudo: nosotros somos el taco”, aludiendo a que, si estamos tan inmersos en el problema mismo, nos sesgamos y no vemos escapatoria ni solución, y tendemos a echar la culpa al sistema, a los políticos y a responsabilizar a terceros, cuando nosotros mismos somos protagonistas de ese problema y que de nosotros depende también la solución.

Todos podemos ser agentes de cambio

Sebastián Salinas, cofundador de Balloon Chile, organismo que busca fomentar y desarrollar emprendimientos en las comunidades locales a través del traspaso de herramientas y metodologías; llegó al escenario a decirnos que no es posible pensar en la innovación ni en el progreso, si es que nos saltamos el pilar fundamental: la propia gente, sus necesidades y habilidades.

Salinas dijo que los principales agentes de cambio están en las comunidades pequeñas más desprotegidas, porque ellos son los que saben mejor que cualquier otra persona cuáles son las verdaderas necesidades que afectan a sus vecinos y también las cualidades y habilidades que tienen para lograr el progreso. Que debemos escucharlos a ellos en lugar de imponerles los cambios, y que nuestro aporte debe ser otorgarles las herramientas y metodologías necesarias para que ellos puedan innovar y generar las soluciones.

Desde la esfera educativa llegó Sebastián Marambio con Consejo de Curso, fundación que desarrolla programas de verano para niños y jóvenes de todos los estratos sociales, para que aprovechen su tiempo en proyectos innovadores y entretenidos que los motiven a aprender por gusto y a transformarse en futuros agentes de cambio.

“Cuando uno está aprendiendo sobre lo que le gusta, se abre al aprendizaje. Las artes liberales buscan eso y la educación liberal también: liberar de los dogmas, de los controles y de las limitaciones. Liberarnos para abrirnos a una gama más amplia de experiencias culturales e intelectuales, que ayuden a que la vida valga la pena vivirla”, señaló Marambio, agregando que con la educación por gusto se logra que los niños y jóvenes se motiven a seguir objetivos grandes en sus vidas, invirtiendo la pirámide social y permitiendo que todas las personas puedan estar en la cima, desarrollando sus capacidades y creatividad al máximo, en búsqueda de un bien social mayor.

Por último se presentó Chantal Signorio, presidenta de Puerto de Ideas, fundación que pone en contacto a gente común con creadores, intelectuales y artistas, con el fin de democratizar la cultura. Chantal enfocó su charla a que todos los líderes debiesen tener el deber social de acercar sus aprendizajes, proyectos y experiencias de éxito a la población, porque los buenos ejemplos inspiran a otros a imitarlos y los ayuda a darse cuenta que el mundo está avanzando para bien y que hay personas comunes y corrientes que pueden transformar sociedades si es que se lo proponen.

¿Crees que debiésemos tener más en cuenta estas claves a la hora de innovar? ¿Qué otro aspecto recomendarías para desarrollar soluciones innovadoras?

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