quejas, sicología, alegatos, cerebro, actitud, ánimo, salud
Imagen: César Mejías

¿Quejarse o no quejarse? Esto es lo que nos dice la ciencia

Numerosos estudios se han enfocado en el problema de las quejas en nuestra rutina diaria, ¿nos conviene quejarnos o es mejor callar la boca? Aquí lo que dice la evidencia científica.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2016-04-07 | 07:00
Tags | quejas, sicología, alegatos, cerebro, actitud, ánimo, salud

Pelar un rato a la suegra porque otra vez criticó un mínimo detalle, confesar que te aburriste hasta la muerte en ese cumpleaños y que sí, odias con tu alma que te llame un amable extranjero para ofrecerte servicios de celular que jamás vas a contratar, es algo sano. Sí, la vida no es perfecta y brillante, quéjate con justa razón… pero sin pasarse para la punta.

No hay nada peor que la gente gruñona (a todos se nos viene alguna cara conocida por ahí) y es muy fácil convertirse en una, porque las quejas se van pegando y poco a poco terminamos por ver el lado desagradable de las cosas, en vez de ignorarlo y seguir adelante.

Confuso, entonces, ¿quejarse o no quejarse? Esa es la (otra) cuestión, Hamlet, una cuestión en la que la ciencia también metió las narices para ver cómo le afecta a nuestro ser. Aquí les mostramos lo que se ha descubierto y por qué aunque puede ser positivo en algunos casos, quejarse también puede ser nuestra catapulta a la infelicidad.

Lo malo de quejarse

¿Crees que es bueno desahogarte y ventilar toda tu rabia? Quejarse no es malo solamente porque genera "mala onda" entre los que te rodean, es literalmente malo para tu cerebro y salud, algo que han analizado psicólogos y científicos.

- El cerebro se programa para volver a pensar igual

Nuestras neuronas son eficientes (aunque a las cuatro de la tarde no lo parezca) y por esta razón, cuando establecen un puente con otras, generan un "aprendizaje químico" que hace que tengan una tendencia a establecer esa misma conexión nuevamente y estén cada vez más juntas, generando sinapsis más rápidas.

¿Han notado cuando se forma un camino sobre el pasto por toda la gente que pasa evadiendo las esquinas? La presencia de ese camino "construido" hace que más peatones tomen esa opción corta y eficiente. Algo similar es lo que pasa con nuestro cerebro. De hecho, es la base del aprendizaje.

A fin de cuentas, quejarse y pensar negativo no solamente genera más pensamientos negativos, sino que hará más probable que este tipo de pensamientos aparezcan, simplemente, en nuestra mente.

¿La buena noticia? Se puede trabajar en el sentido contrario, recalcando el lado bueno de las cosas para que nuestras neuronas aprovechen ese mismo camino. Hey, pero sin exagerar tampoco con la felicidad.

- Oír quejas nos contamina

De acuerdo, no es un virus literal que entra en nuestro organismo; pero a nivel psicológico, escuchar la queja de otro nos afecta directamente a nivel cerebral. ¿Por qué?

"Cuando vemos a alguien que está experimentando una emoción (ya sea ira, tristeza, felicidad, etc.), nuestro cerebro 'prueba' esa misma emoción para imaginar lo que la otra persona está pasando. Y lo hace intentando activar las mismas sinapsis en tu propio cerebro para relacionarse con la emoción que está observando. Esto es, básicamente, la empatía", explica Steven Parton, autor de La ciencia de la felicidad: por qué quejarse está literalmente matándote.

Esa empatía nos lleva a pensar de manera negativa y luego, si tenemos un colega o amigo que está todo el día ventilando sus problemas, nuestras neuronas establecerán esos puentes que recién les explicamos.

- Estresa

El pensamiento negativo, las quejas y la ira, liberan la hormona cortisol, una de las protagonistas de la famosas series de Netflix "Estoy estresado" y "Colapsé por completo".

"Cada vez que se tiene un pensamiento negativo, el cerebro libera sustancias como la adrenalina, el cortisol y otras hormonas que influyen sobre el sistema nervioso, la musculatura y los sistema cardiovascular, respiratorio y digestivo. Un pensamiento negativo se distingue porque no conduce a la acción ni a algo útil; solo considera las limitaciones, no las posibilidades", asegura Marta Ligioiz, médico especialista en neurobiología del comportamiento.

Generar cortisol constantemente, nos conduce al estrés, generando dolores de cabeza, fatiga, tensión muscular, insomnio, irritabilidad y nerviosismo, entre otros síntomas.

- Afecta nuestra salud (y esperanza de vida)

Padecer estrés está asociado directamente con otros problemas de salud físicos. Como afirman en la Clínica Mayo, éstos incluyen un mayor riesgo de depresión, problemas digestivos, problemas de sueño, presión arterial alta e incluso un mayor riesgo de enfermedades del corazón. Todas estas enfermedades aumentan nuestro riesgo vital, acortando nuestra esperanza de vida.

Incluso un estudio publicado en los Archives of General Psychiatryconcluyó que las personas optimistas viven más que las pesimistas, con un riesgo 55% menor de muerte por todas las causas y un 23% menos riesgo de morir por insuficiencia cardíaca. Esto, probablemente, se relacione también con la hormona cortisol y las enfermedades que genera el estrés.

- Achica el hipocampo, lo que podría disminuir la memoria

Además de que el estrés también afecta a la memoria, hay imágenes de resonancia magnética de un estudio de la Universidad de Stanford que muestran que la queja constante puede conducir a la reducción del hipocampo, la región de nuestro cerebro responsable de las funciones cognitivas.

Según observó Robert Sapolsky, profesor de neurología y neuroendocrinología de la Facultad de Medicina de Stanford, este hecho está directamente ligado a los episodios de estrés y podría darse incluso a partir de unos pocos días sometido a éste, afirman en Loganholme Psychologist & Counselling Centre. ¿Qué pasa si el hipocampo se achica? Esto conduce a una disminución de la memoria y la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones, entre otras funciones.

... Pero igual sirve quejarse, aunque bien quejado

Quedó claro, no debemos quejarnos por todo lo que nos pasa, ni fijarnos solamente en lo que nos molesta de las cosas, si no queremos ser odiados, olvidar cosas y terminar en un cajón. Pero fuera de broma, ¿tenemos que fingir el resto de nuestras vidas que todo es felicidad?

No, no, no. Que se te escape una queja de vez en cuando no hay problema, como decíamos en un comienzo, pero las recomendaciones van por otro lado: hay que quejarse con un objetivo. Cuando creemos que quejarse sirve para ventilarnos y sacar lo negativo afuera, ya sabemos lo que termina pasando, en cambio si dirigimos esa queja para generar un cambio, el cuento es otro.

¿Te cobraron demás en una cuenta? Quéjate con la compañía para que devuelvan ese dinero, en vez de rabiar porque las empresas abusan de ti. ¿Otra vez usaron tu taza en la oficina? Dile a tus compañeros que quien la use la deje limpia.

"Quejarse de manera eficaz y obtener resultados puede empoderarnos increíblemente y puede afectar a nuestro estado de ánimo y mejorar nuestra autoestima. Además, aprender a quejarse con eficacia con nuestros seres queridos hará maravillas para nuestras relaciones", comenta el Doctor en Psicología, Guy Winch.

Hoy asociamos el acto de quejarse mucho más con la ventilación que con la resolución de problemas, utilicemos bien nuestras quejas, para que ni adentro nuestro y afuera nos contaminen. Es saber quejarse como un Lord, como analizaba Marco Canepa y como decía Miguel Ortiz en su columna:

"Tragarse la rabia o rumiarla mentalmente ciertamente no es sano; una actitud asertiva requiere hacer notar cuando algo no está bien. El tema, más bien, es el modo, el momento y la gente hacia las que se dirige la queja. La clave está en dirigir esa molestia o enojo a la persona responsable, no a todos a tu alrededor, y hacerlo de una manera neutral y constructiva".

No seamos mañosos y andemos alegando por todo lo que no nos parece, comuniquemos lo que sentimos sin esperar explotar como un volcán, pero midamos la cantidad. Una buena queja tiene sentido, pero no lo tiene para nada ser un quejón; adiós.

¿Conoces a alguien que se queje más de la cuenta? ¿Has pensado cuánto te quejas durante el día?

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Comentarios
Ange Brik | 2016-04-07 | 09:20
3
ah ah ahhhh voy a tener que leerle esto a mi mama, ella se molesta porque yo dirijo mis quejas ante las entidades correspondientes para obtener una solucion, ella es de las que se quejan tirando pericos para cualquier lado pero a la hora de actuar se achuncha.
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Magdalena Araus | Colaboradora | 2016-04-07 | 09:40
2
Jajaja, imprímele el artículo entonces... y a colores! :)
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Manuel Escobar | 2016-04-07 | 09:53
1
"me quejo, luego existo" parece ser la filosofía de muchos.
Me acorde de Natalia Valdebenito cuando decía "si no me quejo me ahogo" XD
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Nora Benitez | 2016-04-07 | 15:00
0
LAS QUEJAS SON BUENAS SI SON CONSTRUCTIVAS Y TE AYUDAN A TI O A OTROS PERO CUANDO LA QUEJA NO ES ASI SE TORNA ABURRIDA LATERA Y AGOTADORA, ASI QUE BIEN A SEGUIR QUEJANDOSE PERO DE MANERA EFICIENTE JJIJAJAJAIAJA
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Lorena Muñoz | 2016-04-07 | 15:41
1
"aaaaa vayanse a freir monos! >.< nadie me dice que hacer! Me quejare cuando yo quiera!"
-escrito por una quejona profesional...xD
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Betsabe Salazar | 2016-04-08 | 08:02
4
tengo una compañera que no puede pasar una hora sin quejarse...pero segun ella no es quejarse es comentar...nos tiene chatos
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Daniel Mora | 2016-04-16 | 00:23
1
Entonces la lección sería: si nos quejamos por algo, hagámonos cargo y tratemos de cambiarlo
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Magdalena Araus | Colaboradora | 2016-04-18 | 09:02
2
Exacto! Porque quejarse para "desahogarse" en realidad solo nos está contaminando más. Saludos!
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