El sol empieza a picar por estas fechas y es recién cuando pensamos que en un día de playa, en alguna piscina o más ligeros de ropa, no nos veremos tan atractivos como quisiéramos. ¡Demonios! ¿Por qué no nos empezamos a preocupar del peso antes? 

Sabemos la importancia de comer sano, pero también que cambiar nuestros hábitos de alimentación es difícil, porque las comidas que menos nos ayudan, son por lejos las más atractivas. 

Una de las cosas más difíciles de dejar son esas tentaciones entre cada comida. En la mañana o en la tarde las galletitas, los quequitos, papas fritas, pancitos, chocolatitos… hay que tener fuerza de voluntad para no sucumbir a ellos para matar el hambre. Por esta razón se lanzó Biosnack.

Se trata de unas galletas a base de cereales que calman el apetito hasta por 3 horas, con un promedio de 65 calorías (Kcal) por una porción de 9 galletas. Algo que suena bastante bien, si consideramos que una sola galleta Oreo tiene alrededor de 50 calorías. Fueron creadas por la marca Epullén, que con apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria, desarrolló este producto 100% natural que no contiene azúcar y es bajo en grasas y sodio. Contienen granos de cereales integrales (arroz, centeno, quínoa y maíz) y vienen en tres versiones dulces y tres saladas.

Saladas con sal de mar o endulzadas con stevia natural, vienen con sachets de salsas 100% naturales sin químicos, de yogurt con frambuesa, cacao-vainilla, yogurt-merkén-queso y  yogurt-queso-albahaca. Las Biosnack saladas combinan arroz, centeno y maíz, mientras que las dulces arroz, centeno y quínoa. La porción normal es de 9 galletas (53 a 55 Kcal en total) y con eso ya es suficiente para quedar satisfecho durante 3 horas. Si se acompañan con las salsas, que también aportan sus calorías, la porción es un poco menor: 6 galletas (65 a 75 Kcal en total).

Deberíamos comer un puño y medio, no más

Un 67% de los chilenos tiene exceso de peso y el problema no es lo estético, aunque sea lo que primero nos llame la atención, sino un tema de salud. Porque en primer lugar, hay que comer menos. 

Un puño y medio. Ese es el tamaño de nuestro estómago y, por tanto, el tamaño que debería tener el plato y postre de nuestro almuerzo o comida, según nos explicó la ingeniera en alimentación y ejecutora del proyecto, María Teresa Comparini. Y por supuesto, en segundo lugar, tenemos que comer mejor. 

Nos explica que (lamentablemente para algunos) nuestro cuerpo está preparado siempre para épocas de hambruna. Por eso nos gusta tanto el azúcar y la grasa: "En términos de nutrición es muy palatable, es rico, sabroso, no te cansa…. produce placer". Por eso comer equilibrado es, a fin de cuentas, un tema de hábitos, cree ella: hay que ordenarse, es la única forma.

Si queremos comenzar por algo, antes de comer sólo ensaladas y bebidas light, deberíamos organizar las comidas a deshoras, que son las responsables de curvas en la dirección equivocada.

Los cereales nutren durante 3 horas

Para esos momentos de debilidad entre cada comida, los cereales integrales son una buena opción, porque tienen una propiedad especial.  Se ha estudiado científicamente que nos pueden mantener saciados por hasta 3 horas, debido a la cantidad de fibra que contienen y la manera en que se va soltando la glicemia (cantidad de azúcar en la sangre) de a poco en el tiempo. Eso es lo que tranquiliza nuestro estómago. 

La nutricionista Francisca Bustos explica que "el control de la saciedad va ligado a muchos factores, entre ellos el tipo de alimento, el cual idealmente debe ser de bajo índice glicémico". ¿Qué significa esto? Que no aumente rápidamente la glicemia, porque en ese caso nos saciamos rápidamente pero el efecto dura por poco tiempo, como es el caso de alimentos con mucha azúcar o harinas blancas. "Además de esto, es fundamental la frecuencia alimentaria. Puesto que si dejamos pasar muchas horas sin comer, aumentamos la ansiedad y llegamos a la próxima comida con mucho más hambre, lo que nos lleva a comer más y claramente a consumir más calorías", observó Francisca.

Por último y la clave de todo, es que nos preocupemos de comer equilibrado, porque tampoco se trata de cargarse a los cereales y nada más. La nutricionista recomendó, en caso de que se quiera, acompañar Biosnack con algún lácteo descremado o de bajo contenido calórico. Incluso podrían ser parte del desayuno si se quiere, reemplazando el pan o el cereal.

María Teresa Comparini destacó la importancia de  "poder ser un aporte de verdad sano y no lleno de químicos para calmar el apetito (…) Hay que enseñar a comer y la gente es súper inteligente, si tú le comparas una golosina común versus estas galletas, va a poder tomar una opción con menos calorías que le quite el hambre y sea rico, frente a algo que en exceso lo pueda terminar enfermando".

El producto es otra alternativa que se suma a la oferta de alimentos más saludables y estará disponible en supermercados el próximo mes a un precio de $2.200 cada paquete con 54 galletas.

Una "Empresa B"

Epullén es una "Empresa B", que como todas ellas, tiene una especial preocupación medio ambiental, de ser un agente social de cambio y lograr generar un valor económico que la haga sustentable. En ella trabajan mujeres en vulnerabilidad social de Peñalolén y la Florida.

Su compromiso es reinvertir un porcentaje de sus utilidades en la sociedad y por eso crearon un fondo para que los hijos de operarias puedan financiar sus estudios. 

Entre sus otras ofertas están los productos en base a miel, como el azúcar de miel, la miel en polvo, el cacao de miel y también desarrollaron “Terrium”,  una línea sin azúcar y natural de galletas, muffins y leche de avena y arroz, para personas con alergias alimentarias.