emprendimiento, innovación, socialab, julián ugarte, economía, economía del amor, caja los andes, tecla
Imagen: César Mejías

Economía del amor: el sistema virtuoso que enriquece a los "buenos" y no a los "flojos"

Después de cinco años volvemos a conversar con Julián Ugarte, co-fundador de Socialab. ¿Cómo ha avanzado su proyecto? ¿Cuál es la clave de un buen emprendimiento? ¿Qué concepto tiene sobre el sistema económico? ¿Cuáles son sus nuevas apuestas? ¡Aquí te lo contamos!

Por María Jesús Martínez-Conde | 2018-08-06 | 09:06
Tags | emprendimiento, innovación, socialab, julián ugarte, economía, economía del amor, caja los andes, tecla
Relacionadas

Allá por 2013, cuando El Definido era un bebé de meses y buscaba líderes potentes para llenar sus primeras páginas con energía y buenas iniciativas, entrevistamos a Julián Ugarte, el joven co-fundador de la incubadora de negocios Socialab, la que también, igual que nosotros, recién veía la luz.

Estos dos niños se entretuvieron conversando un rato y de ahí salió una buena entrevista, en la que Julián expuso algunas de sus convicciones: “las empresas que no se adapten, no van a sobrevivir”, nos decía, vislumbrando cómo la tecnología y las redes sociales se apoderaban de esa segunda década de nuestro siglo.

Hoy, cinco años después, volvemos a visitar a Julián, esta vez más maduro, pero insistiendo aún en que Socialab es una “gran solucionadora de problemas”. No solo conversamos de su gran proyecto, sino también sobre su concepción de la economía como un sistema que debiese ser más amoroso y empático, y sobre su reciente involucramiento en TECLA, el nuevo Fondo al Talento Emprendedor de Caja los Andes.

54 mil proyectos de 96 países

Sigo creyendo que conectamos problemas con soluciones, desde empresas pequeñas, emprendimientos, a temáticas país interesantes. Nos gusta cuando se juntan para crear valor mutuo. Seguimos entendiendo cuáles son esos desafíos de las empresas cuando quieren evolucionar y a veces sus desarrollos internos no les dan para dar con esas soluciones desde adentro. O problemas públicos difíciles que seguimos licitando e invirtiendo en las mejores soluciones”, nos dice.

La misión de Socialab es buscar a aquellos que tienen las habilidades, capacidades y herramientas necesarias, para solucionar temáticas en particular que afectan a parte importante de nuestra sociedad. A la fecha, ha recibido más de 54 mil proyectos de 96 países diferentes. “De esos hay muchos muy malos, pero también muchos muy buenos”, nos comenta Julián riendo.

Gracias a esta labor, cada año tienen más clientes que buscan buenas soluciones y, a la vez, más emprendedores e ideas que quieren resolver, de una vez por todas, esos problemas.

¿Un golpe de suerte? No, ¡valor social!

Cuando alguien decide emprender, tirarse a la piscina en ese mundo incierto de sueldo variable, muchas veces no sopesa las claves de un proyecto exitoso; esa idea que parecía genial y auspiciosa en marzo, en octubre se ha vuelto un Everest que cuesta escalar… y ya en enero puede estar mostrando síntomas claros de enfermedad terminal.

Pero esto no se trata de esperar despierto un golpe de suerte, como quizás cree Lucho Jara, sino de trabajar duro por un proyecto que muestre desde el inicio síntomas de éxito; esa firme creencia de que lo que tenemos en mente, es un tesoro. ¿Pero cuál es ese Santo Grial del emprendimiento exitoso?

El presidente del directorio de Socialab nos lo revela: que tome un problema y realmente lo resuelva, generando valor para la sociedad, y que ese mismo valor creado sea lo que, como correlato, le genere utilidades al emprendimiento. También debe tener la capacidad de crecer en el tiempo, por lo que su estructura y funcionamiento deben ser sencillos. Solo así el beneficio social podrá llegar cada vez a más gente, permitiendo, como consecuencia, que la empresa crezca.

¿Y si fallamos en el intento?

¡Es parte del camino! “Cuando uno desarrolla algo relativamente nuevo, no puede copiar y pegar, entonces tienes que inventar algo, y en las inversiones hay muchos errores. ¡Es muy normal! Cuando se desarrolla una nueva propuesta de valor, más eficaz o más efectiva, hay muchos errores sobre lo que uno piensa que va a ser, pero cuando se prueba en terreno, no siempre ocurre lo que uno piensa. ¡No se cumple el efecto deseado! Si uno falla caro, pierde plata, y si uno pierde tarde, también pierde plata. Si uno logra fallar rápido y barato, logra corregir aquellas cosas del proyecto que no están funcionando, y la corrección permite hacerlo mejor. Como no hay un libro que te lo enseñe, uno mismo tiene que aprender”, señala.

Y luego nos da un ejemplo claro sobre lo que no hay que hacer:

Lo que está mal es hacer las cosas como el Transantiago, donde tú planteai un diseño para toda una ciudad, creís que lo hacís perfecto, hacís un Excel pensando que los flujos son fabulosos y que todo va a funcionar a la corrección, y en vez de fallar rápido en una comuna o en un lugar para poder mejorar el modelo, llegai y lo lanzai con todas tus lucas y ya cuando la cagaste, no podis volver atrás”.

La moraleja que nos propone Julián, es fallar invirtiendo poca plata y lo antes posible (según tu proyecto, podrás planear la mejor forma de hacerlo). Una vez que el primer error haya sido cometido, podrás afinar tu modelo. Entonces, cuando venga la hora de poner todas las lucas y hacer la gran inversión para implementar al empresa con tutti, ya habrás despejado gran parte de tus dudas, ¡y te irás a la segura! O bueno, casi, porque siempre hay imprevistos.

La economía del amor

Una vez Julián fue invitado a la ONU a dar una charla sobre su experiencia y tenía una inquietud importante; había una idea sobre la economía que quería plantear, pero no sabía qué nombre ponerle… ¡Y más encima en inglés!

“Le puse economy of love. Pucha, como choreza, pero es el título lo que inventé, porque lo otro me imagino que son los fundamentos económicos básicos”, nos cuenta. ¿De qué se trata esto?

Julián cree que el amor debiese ser más rentable que el egoísmo en los negocios; solo en estas circunstancias podríamos hablar de una “economía virtuosa”. Pero esto, de acuerdo al fundador de Socialab, no es ningún gran descubrimiento, simplemente se basa en la esencia de cualquier sistema económico:

“La economía del amor es la economía en verdad”, dice riéndose, “es como debería funcionar en sus principios más puros. Pero también es como debería funcionar el comunismo en su forma más pura. Cuando tu planteai un modelo que busca generar un beneficio social, pero quienes lo aplican son personas egoístas, aplican mal el modelo”.

Siempre que existan flojos que se aprovechen de gente que trabaja, la economía del amor no funcionará. Igualmente no lo hará cuando hayan empresas que se coludan, hagan pactos unilaterales o paguen malos sueldos, independiente del sistema que impere. ¿Cuándo funcionará entonces?

Cuando las empresas que más crezcan, sean rentables y tengan más lucas, sean aquellas que realmente generen valor social, es decir, solucionen problemas reales de la gente: movilidad, contaminación, integración, agua potable, salud, ¡lo que sea! Esas son las empresas que realmente estarán siendo empáticas con su entorno y las que, en este mundo ideal, debiesen ser las más grandes y poderosas.

Cuando uno agrega valor, le agrega valor a otro, no a uno mismo. Esto debiese ser más rentable que el 'me importas un *#%& tú, pero quiero sacarte lo más que pueda, entonces me voy a poner de acuerdo con mis amigos para subir el precio de los remedios, porque así te saco más, o te voy a pagar lo mínimo posible porque así yo gano más'. Ese gallo está destruyendo muchas cosas al ganar. Y si el modelo premia esa destrucción, nos vamos a terminar autodestruyendo. Pero si el modelo premia buenos sueldos o buenos remedios que lleguen a la gente que lo necesita, eso es valor y debe ser premiado con plata. Eso nace de la empatía y la empatía es amor”.

“TECLA es Socialab en Caja los Andes”

Hace algunas semanas les contamos de TECLA, un fondo destinado a aquellos emprendedores afiliados a Caja los Andes (CLA) que ya tienen un buen trecho de camino andado; una empresa prometedora que ya funciona, pero que requiere de un “empujoncito” para dar ese paso que necesita. El gran requisito para los postulantes, es formar parte de un emprendimiento de innovación social que nos ayude a vivir bien 100 años. ¿Qué tiene que ver Socialab en todo esto?

Se trata de un proyecto conjunto entre ambas empresas, que en su espíritu rescata todos los principios de la economía del amor sobre los que Julián nos contaba.

TECLA representa 100% estos valores. CLA es una institución súper grande que tiene 4 millones de afiliados; si sumamos a sus familias, representa a una grande parte de los chilenos. Lo que tiene que hacer CLA, en su espíritu empático-amoroso, es ofrecerle los mejores beneficios a esta comunidad, porque ahí tiene sentido que sean parte de la comunidad. Debe devolverles en beneficios más de lo que piden en cuanto a aporte”.

Julián agrega que una de las necesidades más importantes que tenemos hoy como sociedad, es proteger a los más ancianos, ya que se trata de una “edad que antes no existía”, pues ¿quién llegaba a los 80 o 90 años hace 30 años atrás? Pocos.

“CLA está haciendo lo mismo que el iPhone, diciendo mira, yo soy una plataforma que se conecta con 4 millones de chilenos y necesito que aquí empiecen a poner aplicaciones que sean beneficiosas para ellos, para que las puedan descargar en la medida que les interese. Abrir esta pregunta (sobre la tercera edad) para que cualquier chileno en contacto con la CLA pueda proponer una solución, está bien. Si esa solución funciona, está bien que llegue a quienes la necesitan. CLA es ese canal”.

Y como hay pocos beneficios y soluciones enfocados a este importante grupo social, CLA y Socialab quisieron ir en búsqueda de soluciones para ellos y para que todos tengamos, en el futuro, una vejez digna y muy feliz.

Así, y a partir de este tipo de iniciativas, quienes realmente entreguen un valor apreciado por la sociedad y provechoso para muchos, podrán generar utilidades y crecer, para poco a poco ir construyendo, entre todos, una real economía del amor.

¿Crees que tu empresa funda sus bases en la economía del amor?

¿CÓMO TE DEJÓ ESTE ARTÍCULO?
Feliz
Sorprendido
Meh...
Mal
Molesto
ESTADÍSTICAS: APOYO A FRASES DE ESTE ARTÍCULO
Estas estadísticas sólo se le muestran a los usuarios que ya han dado su opinión con un click sobre alguna de las frases rojas destacadas en el texto del artículo.
Comentarios
amaro lópez | 2018-08-07 | 10:15
0
Socializar los medios de producción? :3
responder
denunciar
apoyar
* Debes estar inscrito y loggeado para participar.
© 2013 El Definido: Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento de nuestro representante legal.