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Imagen: César Mejías

¿Una guitarra parlante? Así se producen los efectos de sonido más freak de la historia de la música

Pueden definir el carácter de una canción, puedes identificarlos apenas los escuchas, pero difícilmente puedes decir sus nombres. Hoy en El Definido te contamos de esos efectos que siempre has escuchado en la música, pero que no tienes idea de cómo se llaman.

Por Martín Poblete @martin_poblete | 2018-05-02 | 15:00
Tags | efectos de sonido, música, flanger, talk box, innovación, inventores, vocoder, pop, disco, bruno mars
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Si hablamos de física, es probable que muchos lectores sentirán un escalofrío recorrer su espalda. No es un área particularmente popular, y de seguro hay muchos que le guardan rencor por malas experiencias en su etapa escolar. Pero si dejáramos de pensar en nuestros traumas académicos y pensáramos en la física como una disciplina que ha contribuido a modelar nuevas técnicas y estilos de arte, de un momento a otro nos encontraríamos frente a una fascinante rama del conocimiento, responsable del nacimiento del cine 3D, el arte lumínico y el video mapping, entre muchas otras cosas.

El sonido es un área que se ha beneficiado ampliamente de estos conocimientos. Por tratarse de ondas mecánicas, las ondas sonoras son bastante fáciles de manipular para obtener efectos especiales. Jugando con su direccionalidad, modificando sus ondas con electricidad o interpretándolas a través de algoritmos digitales, la tecnología ha permitido crear increíbles efectos que la música ha sabido aprovechar a cabalidad.

Hoy veremos cómo se producen esos efectos de sonido que has escuchado toda tu vida en tus canciones favoritas, pero que no tienes idea de cómo se llaman. No te preocupes, que en este artículo no habrá fórmulas ni explicaciones complejas. Guarda esos ansiolíticos, que no serán necesarios.

1. Vocoder

Un clásico del hip hop, la música electrónica y el pop hecho desde los ‘70 en adelante, son esas voces que parecen sacadas de una nave espacial. Existen diversas formas de obtener estos sonidos, pero hoy hablaremos de dos de ellas: el Vocoder y el Talk Box.

El Vocoder (contracción de Voice-Encoder, “codificador de voz”) es un dispositivo que detecta y modifica la voz humana a través de algoritmos matemáticos. Desde su presentación en la Feria Mundial de Nueva York en 1940, fue descrito por su inventor, Homer Dudley, como un instrumento de radiocomunicaciones diseñado para codificar voces y así poder transmitir varios mensajes en una sola línea telefónica o de radio. La posibilidad de encriptar los mensajes, previniendo intervenciones de terceros en las transmisiones, lo hacía más seguro que los medios convencionales de la época.

Para lograr esto, el Vocoder detecta la voz humana y la reemplaza por cualquier instrumento o sonido que se le asigne.

Como bien sabemos, el aparato fonador del cuerpo humano es un sistema bastante complejo: las cuerdas vocales vibran y generan el sonido (la voz) que viaja por el tracto respiratorio hacia la boca, donde la lengua y los labios articulan y crean el habla. La interacción y el uso controlado de la nariz, el diafragma y los resonadores del cuello y el cráneo, permiten proyectar e impostar la voz para un uso más elaborado, como el del canto o la oratoria.

Lo que hace el Vocoder, es detectar la vocalización a través de algoritmos matemáticos, y separarla de la articulación. Es como si sacara las vocales, pero conservando las consonantes. De este modo, logra cambiar la voz del hablante sin alterar demasiado la articulación y pronunciación de las palabras (trata de decir “vocalización” sin vocales, y te acercarás a lo que hace este efecto).

Uno de los primeros prototipos exclusivamente musicales del Vocoder fue construido por los pioneros de la música electrónica Wendy Carlos y Robert Moog, en 1970. En medio del desarrollo del rock progresivo y la música experimental, el Vocoder irrumpió como un recurso versátil y expresivo, que ampliaba aún más las ya infinitas posibilidades del sintetizador.

En el video de abajo puedes escuchar el Himno a la alegría de Beethoven tocado por Wendy Carlos con su Vocoder, como parte de la banda sonora de La naranja mecánica (1971) de Stanley Kubrick. Fue la primera pieza musical con Vocoder que llegó al mainstream.

Si quieres escuchar más usos de Vocoder, presta atención a la playlistal final de este artículo. Lo encontrarás en canciones de Kraftwerk, Daft Punk, Beastie Boys y Britney Spears.

2. Talk box

Antes de comenzar, déjame ponerte un tema.

Ya decíamos que nuestra cavidad respiratoria no solo sirve para emitir la voz, sino también para articularla y resonarla. Pero, ¿qué pasaría si la usáramos para resonar y articular de forma mecánica (no electrónica) otros instrumentos aparte de la voz?

Los instrumentos de viento lo suelen hacer: flautistas y trompetistas, entre otros, utilizan las cavidades de sus cuellos y cráneos para hacer sonar sus instrumentos con más fuerza. Pero, ¿podría hacerse lo mismo con guitarras eléctricas, bajos y teclados?

La respuesta es sí.Tanto los parlantes como los micrófonos funcionan con el mismo mecanismo, solo que en “direcciones opuestas”. Los micrófonos están compuestos de una membrana (el diafragma) que capta vibraciones y las transmite a un imán, que es el encargado de convertir las vibraciones en señales eléctricas. Los parlantes, por su parte, están compuestos de una serie de imanes que “interpretan” las señales eléctricas que reciben y las convierten en vibraciones, que son captadas y amplificadas por una membrana más grande con forma de cono, que las transforma en sonido.

Por este principio básico es que podemos usar nuestros audífonos como micrófono de emergencia cuando estamos haciendo una videollamada #LifeHacks #BeenThereDoneThat.

Uno de los primeros en aprovechar este principio para hacer “hablar” a su guitarra, fue el músico de steel guitar y líder de orquesta Alvino Rey. Durante los años '40, sus espectáculos se hicieron populares gracias a Stringy, una marioneta con forma de guitarra que “cantaba” junto a los músicos.

Para lograr esta gracia, Alvino Rey inventó un dispositivo consistente en un micrófono conectado a la inversa, convertido en un pequeño parlante que usaba para amplificar su steel guitar. Entonces, mientras él tocaba, detrás del escenario su esposa (la cantante Luise King) apoyaba el micrófono en su garganta y articulaba usando la resonancia de su propio rostro y cuello.

En 1964, otro intérprete de steel guitar saltaría a la fama gracias a su “guitarra parlante”. Se trataba del guitarrista de country Pete Drake y su canción Forever.

A diferencia de sus antecesores, Drake diseñó un dispositivo en el que el parlante se encontraba cerrado en una caja hermética de metal, de la cual solo sobresalía un tubo flexible, que él colocaba en su boca y amplificaba con un micrófono. Es considerado el primer Talk Box de la historia.

En 1969 la marca Kustom produjo una versión comercial del invento de Drake, llamada The Bag. Aunque su diseño era innovador y su sonido fue bien aprovechado por artistas de jazz, funk y psicodelia, fue recién con el diseño del ingeniero estadounidense Bob Heil que el Talk Box llegó a su formato definitivo.

El efecto, diseñado en formato de pedal, fue usado primero por el guitarrista Joe Walsh (The Eagles, Barnstorm), pero fue Peter Frampton quien le dio fama masiva, gracias al habitual uso del efecto en su música.

El funcionamiento del Talk Box es bastante sencillo: las ondas de sonido viajan por el interior del tubo, rebotando en sus paredes y luego en la boca del intérprete, cambiando el sonido y permitiendo la vocalización de palabras o efectos. Dentro del cráneo el sonido de la guitarra resuena de forma diferente, por lo que ciertas frecuencias que normalmente pasan desapercibidas, aquí destacan más. Esto cambia el sonido del instrumento, dándole otro carácter, más parecido al de un teclado.

Desde 1988, el diseño original de la Talk Box es fabricado por la marca de instrumentos Dunlop. Junto a Frampton, la popularidad de la Talk Box se ha mantenido gracias a guitarristas como Slash y Richie Sambora (Bon Jovi), y a tecladistas como Stevie Wonder y Mr. Talkbox (jamás lo habría pensado), que fue quien grabó en la canción 24K Magic de Bruno Mars.

A todos ellos los encuentras en la playlist del final de este artículo.

3. Flanger

¡IM FEELING THIS!

¿Te acuerdas cuando la batería sonaba como un avión pasando sobre tu cabeza? Este fascinante efecto, presente en canciones famosas como Barracuda (1977)de Heart y Keep yourself alive (1973) de Queen, es una maravilla del ingenio llamada Flanger.

Para explicarlo en sencillo: el efecto de flanging es lo que se conoce como un efecto de tiempo, y su mecanismo básico consiste en que escuchemos simultáneamente dos pistas idénticas de audio: una que no tiene ningún efecto y otra a la que de forma intermitente se le baja y aumenta la velocidad.

Al escuchar ambas pistas juntas, el sonido adquiere la sensación de provenir de un objeto en movimiento. Si no entendiste nada de lo que dije, ve el siguiente video.

Desde la invención del primer flanger de cinta en los años ’50, su uso ha estado presente en todos los géneros musicales en diversas formas y plataformas. Digitales, análogos, manuales, de cinta, de vinilo, etc.

Cabe recordar que uno de los grandes avances en la producción musical, mucho antes de la era digital, fue en los años ’60, cuando la grabación multipista se posicionó como el estándar de la música. Las posibilidades de grabar y editar cada pista por separado con una precisión sin precedente, permitieron matizar y profundizar con mucho mayor detalle los distintos “planos” musicales (la voz principal adelante y al centro, la guitarra hacia un lado, el teclado hacia el otro, los coristas más atrás, etc.).

Cuando a todo esto se le agregaron efectos como el flanger, la música ya no solo llegó a ser tridimensional, sino que ahora además tuvo movimiento. Puedes sentir la canción acercarse y alejarse como si los músicos estuvieran tocando aquí contigo.

Desde el despegue de Toni Fisher con la canción The Big Hurt (1959), el flanger ha estado presente en canciones de artistas tan diversos como Red Hot Chili Peppers, Led Zeppelin y ABBA.

Todos los ejemplos mencionados en este artículo puedes escucharlos en la playlist temática que te dejamos a continuación. Síguenos en Spotify y acompaña tu lectura con música. ¡Es como leer en 4DX!

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Matias Infante | 2018-05-07 | 21:56
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it's my life, la cagó nomás
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