Arabia Saudita, reformas, Medio Oriente, represión, derechos, mujeres, modernización, Primavera Árabe
Imagen: Rodrigo Avilés

¿Vientos de cambio en Arabia Saudita? Cómo el reinado de los Saúd busca entrar al siglo XXI

En los últimos meses el reino saudita ha levantado la prohibición de manejar a las mujeres, terminado con la policía religiosa e iniciado un proceso de modernización económica. Todo esto de la mano de la consolidación en el poder de Mohamed bin Salmán, el príncipe heredero.

Por Tomás Croquevielle @kroque1989 | 2017-12-26 | 14:50
Tags | Arabia Saudita, reformas, Medio Oriente, represión, derechos, mujeres, modernización, Primavera Árabe
“Pese a todos los avances y reformas, el proceso de modernización saudita ha tenido un lado oscuro: el aumento de la represión política y la consolidación en el poder de manera autoritaria del príncipe heredero bin Salmán”
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Arabia Saudita, una de las pocas monarquías absolutas que va quedando en el mundo y uno de los Estados más conservadores y religiosos del planeta, está atravesado por un período de cambios considerables. En estos últimos 20 meses se han hecho más reformas y se han levantado más prohibiciones que en los últimos 20 años.

Desde que en enero de 2015 se coronara como monarca, Salmán bin Abdulaziz se ha dedicado junto a su hijo y heredero al trono, Mohamed bin Salmán, a llevar adelante una reforma tras otra. Buscando así cambiarle la cara a un país que ha sido gobernado por la misma familia, la casa de los Saúd, desde su creación en 1932 y que ha sido reconocido mundialmente por prácticas infames como las decapitaciones públicas y la prohibición de manejar a las mujeres.

Pero, ¿cuáles han sido los cambios impulsados en los últimos meses? 

A la izquierda, el Rey Salmán bin Abdulaziz,(83) y a la derecha el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, quien se dice es el verdadero mandamás en el reino.

Nueva potencia internacional 

Riad, la capital de Arabia Saudita, lleva un buen tiempo siendo un líder relevante en el concierto de Medio Oriente, en gran medida por su riqueza económica (primer productor mundial de petróleo) y su influencia cultural (sede de dos de los lugares más sagrados del Islam), sin embargo en los últimos años el reino ha buscado impulsarse como una autentica potencia regional.

Con medidas como su intervención militar en Yemen (que ya lleva más de 2 años); su enfrentamiento diplomático con Irán; su bloqueo a Catar; su apoyo a la oposición armada siria y su aumento sostenido del gasto militar, que en la actualidad lo convierten en uno de los cuatro mayores del mundo; el país desea consolidarse como un actor fundamental en los acontecimientos y procesos de la zona.

Nueva posición que busca tener dimensiones globales con su creación de una Coalición islámica internacional contra el terrorismo, con la que pretende acallar las suspicacias que muchos tienen de su ambiguo rol con el fundamentalismo islámico y las organizaciones yihadistas.

Con la llegada de Trump, Washington y Riad han estrechado su histórica alianza. Arabia Saudita selló en mayo pasado la compra de 350 mil millones de dólares en armas a los norteamericanos.

Fin de la policía religiosa

En abril de 2016 el gobierno saudita decidió ponerle freno a su policía religiosa, el denominado Comité para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio o mutawa, un cuerpo para-policial que vigilaba calles, centros comerciales y otros lugares públicos, buscando asegurar el estricto cumplimiento de las leyes religiosas del país.

Estas ordenan la segregación de sexos, la prohibición del consumo y venta de alcohol, y de la exhibición de símbolos religiosos que no sean del islam (incluidas las tarjetas navideñas o de San Valentín), entre otras cosas.

Así, se estableció que los miembros de dicho comité solo tienen una potestad de observación y de informarle a las autoridades policiales, siendo esta la única que puede proceder contra los infractores, pedirles que se identifiquen, perseguirlos, interrogarlos o detenerlos.

Mujeres en autos y estadios

A partir de junio de 2018 en el reino se levantará el infame y único a nivel mundial veto de conducir a las mujeres, por lo que estas podrán obtener una licencia, terminando así con una política que se había convertido en un símbolo global de opresión.

Medida de la cual, además de entregar un derecho básico a la libre circulación, espera ayudar la economía del país aumentando la participación laboral femenina, puesto que en la actualidad miles de mujeres sauditas gastan una gran parte de sus sueldos en conductores o son sus parientes masculinos quienes tienen que llevarlas a su lugar de trabajo.

Reforma que se suma a al levantamiento de la prohibición a las sauditas a poder ingresar a estadios, permitiéndoles desde el próximo año el poder atender a tres estadios designados por el gobierno, cuyo acceso estaba previamente permitido solo a los hombres.

Cambios que aunque pueden parecer pequeños, tienen gran importancia en un mundo que lucha por la igualdad de derechos.

Cine después de casi 40 años

A comienzos de diciembre, el reino saudita autorizó la primera apertura de salas de cine en casi 40 años, los cuales se espera abran en marzo de 2018. La última vez que aquello ocurrió fue a comienzos de la década de los 80, pero tras la revolución islámica de Irán de 1979 y la revuelta de La Meca, la familia real buscó auto protegerse reforzando sus lazos con el estamento religioso wahabí (la versión ultra conservadora del islam predominante en ese país) que considera el cine como parte de una occidentalización del país.

Prohibición que vino de la mano de la desaparición de la música, la televisión y el cese de publicación de fotografías de mujeres. Por lo que la ausencia de cines era sólo la encarnación más evidente de un sistema social que había proscrito, hasta ahora, cualquier tipo de diversión en público.

Hoy, en cambio, las expectativas que maneja el gobierno saudita es que para 2030 el país cuente con unos 300 cines y unas 2.000 pantallas, periodo en el cual se espera aumentar el gasto nacional en actividades culturales y de entretenimiento de 2,9% del PIB actual a un 6%.

De todos modos el control y la censura a los contenidos, seguirán estando presentes para asegurarse de que “respetan los valores y principios prevalentes, y que no contradicen la ley islámica [Sharía] y los valores morales del reino”, según aclaró el gobierno.

¿Adiós petróleo?

Desde comienzos del año pasado que el reino saudita está impulsado un muy ambicioso plan de reformas económicas que buscan superar su dependencia del petróleo y diversificar la matriz economía del país denominado "Visión Saudí 2030".

Dicho plan, busca ser una auténtica hoja de ruta del desarrollo del reino durante los siguientes 15 años, en donde se pretende, entre otras medidas, privatizar parcialmente la estatal petrolera Aramco (la más grande del mundo) y elevar el capital del fondo soberano saudí hasta en los dos mil millones de dólares.

También está en carpeta la construcción de un mega proyecto: una ciudad basada en energías renovables y con tecnología de punta bautizada como NEOM (abreviatura de “Nuevo Futuro”) y que estará ubicada en el desierto, en las fronteras de Arabia Saudita, Jordania y Egipto.

Dato útil: como parte de las reformas también se impulsarán recortes del gasto público, establecimiento de impuestos y las privatizaciones de servicios públicos en Salud y Educación.

El lado B

Pese a todos los avances y reformas, el proceso de modernización saudita ha tenido un lado oscuro: el aumento de la represión política y la consolidación en el poder de manera autoritaria del príncipe heredero bin Salmán.

Esta última se pudo ver de manera nítida en el arresto de 11 miembros de la familia real, sin acusaciones formales ni procedimientos jurídicos, por supuestos casos de corrupción.

Con esta medida, bin Salmán se hizo del control de facto de los tres servicios de seguridad sauditas: el ejército, los servicios de seguridad interna y la guardia nacional; rompiendo así el equilibrio de poderes que durante décadas había primado entre las distintas ramas del clan de los Saúd. Por lo que estas medidas significan una de las transformaciones más radicales en la cúpula del poder del reino en toda su historia.

Pero la represión no se limita a las purgas palaciegas, sino que en los últimos meses se ha ordenado el arresto de una veintena de intelectuales, periodistas, clérigos y activistas en lo que Amnistía internacional ha denunciado como una "oleada de arrestos contra los últimos vestigios de la libertad de expresión", calificándola como una represión sin precedentes en años.

En Arabia Saudita se encuentran los lugares más sagrados del Islam, las ciudades de Meca y Medina. Sin embargo bajo su reino se llevó adelante la destrucción de lugares que datan de los tiempos del profeta Mahoma, en pos de la construcción del conjunto de edificios Abraj Al-Bait, la más grande en el mundo en tamaño por masa.

¿Revolución desde arriba?

Los cambios y transformaciones profundas que vive el Reino de Arabia Saudita parecieran ser la última ola del levantamiento social masivo que vivió Medio Oriente hace 7 años, en la denominada "Primavera Árabe". Esa corriente de fervor revolucionario que se desató a lo largo de la región, no había pasado aún por el reino saudita, en donde la estructura política y social se mantuvo intacta, hasta ahora.

Sin embargo hay una gran diferencia. Los cambios no los está impulsado la juventud o la sociedad civil organizada, sino que la elite misma de la familia real encarnada en Bin Salmán y su padre el Rey, en lo que pareciera ser una auténtica "revolución desde arriba", en donde los espacios de participación social en los cambios son escasos o simplemente nulos.

Pese a aquello, de ser exitosas las reformas, es muy probable que se genere una reacción en cadena que desemboque en un proceso de cambios en otros países del mundo islámico.

Solo queda esperar que los vientos de cambio hayan llegado para quedarse y que en la medida que las transformaciones avancen, la sociedad pueda hacerse participe de estos y no sea un mero espectador de la voluntad trasformadora (o reaccionaria) de quienes dirijan la familia real saudita.

¿Crees que Arabia Saudita se encuentra en un verdadero proceso de modernización? ¿Qué otras prohibiciones crees que se levanten?

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