Gordon Hartman, un exitoso empresario texano dedicado a la construcción de viviendas sociales, es padre de Morgan, una niña que nació con cierta discapacidad cognitiva y física. Cuando en 2005 estaban de vacaciones, Gordon vio cómo la niña hacía todos sus esfuerzos para integrarse a un grupo que jugaba a la pelota dentro de la piscina del hotel. Se les acercaba curiosa e intentaba agarrar la pelota. Pero los niños se fueron a jugar a otro lugar, dejando a Morgan frustrada.
Desde ese día, Gordon decidió hacer algo al respecto: crear un espacio de diversión inclusivo en que todos pudiesen jugar como iguales. Morgan´s Wonderland y Morgan´s Inspiration Island son el fruto de esa convicción, y hoy se han convertido en un ejemplo a nivel mundial.
Las Maravillas de Morgan
Junto a un grupo de cercanos dedicados a las más diversas disciplinas, Gordon creó en 2010 Morgan´s Wonderland (Las Maravillas de Morgan), en San Antonio, Texas, el primer parque de diversiones del mundo 100% inclusivo y sin fines de lucro.
Lo hicieron junto a un grupo de padres de hijos con necesidades especiales, médicos, profesores de educación diferencial y otros profesionales, cuenta Gordon. El parque, único en el mundo, comenzó así a acoger a los cientos de niños que buscaban poder disfrutar de estas experiencias sin sentirse excluidos. El parque cuenta con 25 atracciones, entre ellas, un carrusel, un anfiteatro de espectáculos, un sitio de aventuras sobre ruedas, zonas de juego, de picnic, un jardín de música, columpios para sillas de rueda y el maravislloso Whirling Wonder, una suerte de rueda de la fortuna.
Paralelamente, Gordon creó The Gordon Hartman Family Foundation, una fundación dedicada a apoyar programas y proyectos sin fines de lucro que presten servicios directos a las familias de personas con discapacidades cognitivas o físicas.
La Isla de Inspiración de Morgan
Gordon y su equipo irían por más, aquel recuerdo de su hija sin poder jugar en el agua lo inquietaba, y fue así como nació su segundo parque temático inclusivo, Morgan's Inspiration Island (La Isla de Inspiración de Morgan), un parque acuático que queda justamente al lado del primero. Las nuevas atracciones tuvieron un costo de 17 millones de dólares y, ojo, que la gente con discapacidades no paga, la gran mayoría del proyecto se financia por medio de donaciones y con cierto subsidio del gobierno. Recién abierto el 17 de junio pasado, en pleno verano del hemisferio norte, ya ha acogido a cientos de niños en busca de diversión en un ambiente seguro y controlado.
Generalmente, los parques acuáticos que conocemos son inaccesibles para las personas con discapacidades, y hasta resultan peligrosos. Por eso, este lugar considera sus necesidades especiales para suplirlas con inteligencia, pero sin restar diversión.
Si te estás imaginando una aburrida mojadita con manguera, olvídalo, aquí hay adrenalina, risas y mucha diversión. El parque cuenta con una suerte de splash, un río de aventuras en que los niños montan troncos, toboganes y varios juegos de chorros. Todo esto complementado con rampas y seguridad reforzada. Está abierto los siete días de la semana durante todo el verano y, en la estación fría, abrirá sólo los fines de semana.
El lugar cuenta, opcionalmente, con pulseras de rastreo para que los niños anden libremente, y si se pierden, pueden localizarlos fácilmente. Además, los chorros de agua de las atracciones, pueden entibiarse, para adecuarse a las necesidades de quienes son sensibles al frío.
“Morgan's Inspiration Island promete dar a cada individuo con necesidades especiales, un lugar para salpicar agua y disfrutar sin barreras”, señala Gordon.
Una silla para chapotear
El gran problema para los creadores eran las sillas de ruedas automáticas, que funcionan con baterías y no pueden mojarse. Es así como, gracias a la colaboración de Pittsburgh Human Engineering Research Laboratories de la Universidad de Pittsburgh,desarrollaron una silla de ruedas llamada PneuChair, especialmente diseñada para que las personas que requieren de una puedan chapotear en el aguita a su antojo. Su revolucionaria propulsión mediante aire comprimido es lo que permite a estas personas movilizarse sin demasiados esfuerzos y ni riesgos. “Sin pesadas baterias o artículos electrónicos, PneuChair pesa alrededor de 36 kilos, lo que no se compara con las sillas tradicionales, que pesan hasta 180 kilos. Además, toma sólo 10 minutos recargarla, en comparación a las ocho horas que tarda un dispositivo de movilidad electrónico”, agrega Gordon.
Gracias al revuelo mediático de sus proyectos, Gordon Hartman ya se ha hecho conocido en el mundo entero. Diariamente recibe consultas de comunidades y personas con inquietudes de adaptar diversos lugares para mejorar su accesibilidad. En el futuro, el empresario pretende crear una academia de estudio para personas con necesidades especiales, y también un centro de socialización para jóvenes.
Iniciativas como la de Hartman o la del mismo Álbaro Silverstein (que te contamos en este post), demuestran que las barreras son franqueables, que con voluntad, entusiasmo y esfuerzo, se puede lograr aquello que parecía muy lejano. En El Definido tenemos la convicción de que una sociedad inclusiva nos hace bien a todos, ¡y no solamente a quienes viven en situación de discapacidad!
¿Crees que hacen falta iniciativas de este tipo en Chile?
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