Brexit, negociaciones, Reino Unido, Unión Europea, Theresa May
Imagen: César Mejías

Negociaciones del Brexit, ¿qué temas hay que resolver?

La salida del Reino Unido de la Unión Europea conlleva un sinnúmero de asuntos que Londres y Bruselas deben acordar, desde los controles fronterizos en Irlanda hasta el futuro comercial entre ambas partes. A la fecha solo se han puesto de acuerdo en el calendario de las conversaciones.

Por Tomás Croquevielle @kroque1989 | 2017-06-28 | 07:00
Tags | Brexit, negociaciones, Reino Unido, Unión Europea, Theresa May
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A un año del referéndum que sacudió al Reino Unido, Europa y el mundo, el pasado 19 de junio comenzaron las que se espera sean unas de las negociaciones más complicadas de la historia contemporánea. Unas que deberán buscar llegar a acuerdos en alrededor de 700 asuntos diferentes y que tienen que ser solucionados antes de que pueda haber cualquier separación.

Al menos Reino Unido ya dio un importante primer paso y aceptó la propuesta de la Unión Europea (UE) para las prioridades de la negociación y el calendario para los próximos dos años, tiempo que establece el artículo 50 de la Unión Europea sobre la salida de sus miembros.

En El Definido te contaremos sobre los asuntos a acordar más relevantes y que estarán dando que hablar de aquí en adelante.

Brexit duro vs. Brexit blando

Uno de los asuntos más complejos a resolver, será determinar cuán cercana (o lejana) será la relación entre el Reino Unido y la UE después de la salida británica del bloque.

Los partidarios de un "Brexit duro", quieren tener un control absoluto por parte de Londres de la entrada y salida de personas del país, sin necesariamente llegar a un acuerdo con la UE, lo que los obligaría a salir del mercado único europeo. ¿Por qué? Ambas medidas van aparejadas. Los 28 países completamente miembros del mercado único, comercian en base a las cuatro libertades de la UE: libre movimiento de bienes, servicios, capitales y personas.

Este rechazo al mercado único, significa que las empresas británicas se vean obligadas a comerciar con Europa bajo las reglas de la Organización Mundial de Comercio, lo que implicaría una probable aplicación mutua de aranceles y otras restricciones comerciales.

Por otro lado, los partidarios de un "Brexit blando", apoyan que las negociaciones mantengan al país como miembros del mercado único europeo, tal como sucede con países como Noruega y Suiza (ambos no son miembros de la UE, pero sí pertenecen al mercado único europeo), a cambio de que el Estado Británico acepte un cierto grado de libertad de movimiento para las ciudadanos de la UE en su territorio. Algo similar a los acuerdos que tiene Noruega o Suiza con la UE, por ejemplo.

La primera ministra británica, Theresa May, ha asegurado que espera conseguir un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes, pero no ha descartado salirse de la UE sin que haya ningún acuerdo, lo que implicaría un "Brexit duro".

Comercio por fuera o por dentro

Uno de los temas más difícil de resolver y en donde los puntos de convergencia entre las partes están aún muy alejados es el del comercio.

Londres le ha propuesto a Bruselas una unión aduanera común entre la UE y el Reino Unido, que le dé acceso sin restricciones a los mercados europeos, sin quitarle la libertad a los británicos de negociar acuerdos comerciales independientes con cualquier otro país o bloque económico del mundo (privilegio que no tiene ningún país miembro del bloque europeo), y que además le permita controlar completamente sus fronteras.

Sin embargo, para la mayoría de los países europeos, el principio de libertad de movimiento de personas es inseparable del acceso al mercado único del bloque. Es por lo mismo, que no consideran justo o inteligente permitirle a los británicos el acceso a sus mercados como sucede en la actualidad, si es que los británicos no están dispuestos a seguir uno de los más importantes principios sociales y políticos que defienden la UE.

Compensación

Como en todo divorcio, el tema de las compensaciones económicas es uno de los más complejos, y el caso de la separación entre la UE y el Reino Unido no es la excepción.

Bruselas considera que Londres debe pagar unos 60 mil millones de euros (unos 45 billones de pesos) para cerrar todos los compromisos financieros pendientes por parte de Londres, cifra que el gobierno británico ha calificado como ridícula.

Al final del día, lo más probable es que el Estado británico tendrá que pagar algo, para cerrar temas económicos como las pensiones, propiedades comunes e incluso los bienes del Banco Europeo de Inversión; la duda es cuánto.

En las elecciones anticipadas del 8 de junio, el Partido Conservador de la primer ministro Theresa May perdió su control en el parlamento poniendo a su gobierno en una posición más desventajosa a la hora de negociar las condiciones del Brexit con la Unión Europea. Imagen: CNN

Comunitarios en el Reino

Una de los temas a resolver más apremiantes, y que genera más fisuras entre las partes, es el futuro de los ciudadanos de la UE viviendo en territorio británico, unos 4 millones de personas (versus el millón de británicos que vive en países del bloque).

Por ahora, el gobierno ha tenido una actitud ambigua a la hora de dar garantía sobre sus derechos, lo que ha provocado resquemores en Bruselas, que considera que la autoridad británica los está usando como mercancía de regateo para fortalecer su posición en las negociaciones.

Sin embargo, en las últimas semanas el gobierno de May ha anunciado que los ciudadanos comunitarios que ya están en el país hace más de 5 años gozarán de residencia permanente y los mismos derechos que los británicos en sanidad, educación, asistencia social y pensiones.

Fronteras irlandesas

El tema de la entrada de controles fronterizos una vez que el Reino Unido se vaya de la UE es uno especialmente sensible en la frontera entre Irlanda del Norte, parte del Reino Unido y la República de Irlanda, miembro pleno de la UE.

Tanto los gobiernos británico como irlandés aseguran que no quieren que se instale ningún control fronterizo que pueda poner en peligro el proceso de paz de Irlanda del Norte firmado hace 20 años, idea que los negociadores en Bruselas apoyan con entusiasmo.

El problema es que si Reino Unido está fuera del mercado único y de la unión aduanera, entonces la frontera terrestre entre Reino Unido y el resto de la UE se enfrenta a una contradicción económica y legal que se volvería imposible de ignorar.

Durante la campaña del referéndum del Brexit de 2016, el tema del control fronterizo y la libertad de movimiento de las personas de los países miembros de la Unión Europea fue uno de los caballos de batalla de quienes apoyaban la salida del Reino Unido del bloque. Actualmente es uno de los temas más espinosos de las negociaciones. 

Ratificación

A menos que las conversaciones se rompan por completo y Londres abandone el bloque sin que haya un acuerdo, todo lo convenido entre los equipos negociados tendrá que ser ratificado tanto por los parlamentos europeos como por el británico.

May, sin embargo, ha argumentado durante los últimos meses, sin conseguir mucho apoyo, que los diputados británicos tendrán una capacidad de decisión limitada cuando el acuerdo sea sometido a votación, pudiendo simplemente aprobarlo o rechazarlo.

Por otro lado, aunque el artículo 50 establece que el acuerdo de salida debe contar con el respaldo de los restantes 27 miembros del bloque europeo, hay pocas posibilidades de que una protesta aislada de un Estado miembro pueda interferir en la consecución de un acuerdo.

Dato útil: al interior de Reino Unido, el Brexit ha reabierto la demanda de un nuevo referéndum en Escocia. El Gobierno escocés, liderado por Nicola Sturgeon, ya solicitó al Parlamento escocés apoyo para consensuar con el Ejecutivo británico los términos de un segundo referéndum independentista. May, por su parte, dejó claro su rechazo a esta nueva consulta, asegurando que "ahora no es el momento" de realizar una segunda consulta, cuando el país debe estar "unido" para afrontar las negociaciones con Bruselas.

¿Es posible que al final no haya Brexit?

A estas alturas ya es muy improbable, pues el gobierno británico se debe completamente al resultado del histórico referéndum de 2016 y su prioridad número uno ha sido llevar adelante con éxito estas negociaciones, por lo que aunque puede realizar otra consulta, sería un suicidio político para la administración y el partido de gobierno (los conservadores) el tratar de frenar el proceso.

Sin embargo, puede suceder, que no haya acuerdo alguno y que el divorcio sea mucho más caótico y desordenado que lo que los británicos, europeos y la comunidad internacional esperan.

Como ha dicho de manera reiterativa Donald Tusk, Presidente del Consejo Europeo, en las negociaciones del Brexit "nadie puede ganar, todos perdemos. Se trata de minimizar el daño"

¿Crees que las negociaciones entre la Unión Europea y Reino Unido lleguen a buen puerto? 

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Comentarios
Victor Hammersley | 2017-06-28 | 11:07
2
Es en medio "tete" que tienen los UKenses. El Brexit fue mucho populismo. La frase final del otro Donald lo resume: ".. se trata de minimmizar el daño", es un pierde-pierde.

Esta ultima debió estar en la encuesta de frases :-)
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