Prende la TV. En los noticieros nunca falta alguna noticia de algún robo y a veces es tanto, que caminamos por las calles con susto, y nuestra percepción de la delincuencia se alimenta día a día de esta información. ¿Cuál es la respuesta general a esta sensación? "Deberían es encerrar a todos los delincuentes en las cárceles".

Puede ser una reacción institintiva, pero no la solución efectiva. La cárcel no resuelve definitivamente el problema: es costosa y la reincidencia de los reos es de un 50%. ¿Qué hacer al respecto? Proyectos como Reinventarse y Proyecto B han dado el ejemplo a seguir en Chile cuando hablamos de acabar con la delincuencia y darles una nueva oportunidad a miles de personas que llegaron a esa situación por distintas historias de vida.

Ahora son los Países Bajos quienes se están luciendo con el ejemplo, pues encontraron una solución y hoy tienen una crisis que jamás te imaginarías: ¡escasez de delincuentes! Acá te explicaremos cómo lo lograron.

Una "extraña" crisis (que sería conveniente sufrir)

Hace una década, Holanda tenía una de las tasas de encarcelamiento más altas de Europa, informan en la BBC, hoy una de las más bajas: 57 personas por cada 100.000 habitantes.

La delincuencia en los Países Bajos está disminuyendo un 0,9% al año y lo seguirá haciendo en los próximos, según las cifras de su Ministerio de Justicia. Esto significa que hoy, cerca de 14.000 celdas carcelarias se encuentran vacías y tendrán que cerrar.

Esta es una muy buena noticia que ya quisiéramos ver en nuestros noticiarios. ¿Entonces por qué crisis para los holandeses? Para ellos se ha traducido incluso en un problema de desempleo, pues se han eliminado unos 2.000 puestos de trabajo.

Para intentar solucionar el problema, han importado reclusos para llenar los lugares vacíos de las cárceles a unos de 300 belgas y noruegos y pretenden seguir con ese negocio del arriendo de espacio para así evitar que los holandeses pierdan sus trabajos. Otras cárceles han sido convertidas en centros de recepción de asilo, y así le han dado empleo a algunos ex guardias. De todos modos, es mejor crear nuevos empleos que tener las cárceles a tope. ¿Qué piensan ustedes?

Queremos concentrarnos en algunas de las claves holandesas para disminuir la delincuencia, y tomarlos como ejemplo a seguir, para tener que preocuparnos más de qué nuevo trabajo darle a los gendarmes en vez de tener tanta población carcelaria.

Las claves del cambio holandés

Hay distintos ingredientes que han colaborado a la disminución de la tasa de criminalidad y disminución de población carcelaria en los Países Bajos, porque los holandeses entendieron que el foco no era precisamente el castigo más duro.

"En el servicio holandés nos fijamos en el individuo", explica a la BBC, Jan Roelof van der Spoel, vicegobernador de la prisión de alta seguridad llamada Norgerhaven.

En El Definido les mostramos algunas de las claves más importantes que le cambiaron el destino a la delincuencia en el país.

- Ir a la raíz del problema

Van der Spoel asegura que lo principal es “eliminar lo que los llevó a delinquir”, ¿a qué se refiere? A que si alguien tiene algún problema que fue la causa de su delito, lo principal es intentar acabar con ese problema de raíz. Si está asociado a su adicción las drogas, terminar con ella; si son agresivos, entregarle terapias para terminar con la ira; si tienen problemas de dinero, se les entrega asesoramiento para terminar con la deuda, etc. De esa manera, menos del 10% vuelve a reincidir.

- Dar una estadía más natural

En Esserheem, otra cárcel de la misma ciudad, la clave está en los espacios libres, donde además de tener una cárcel con muchas áreas verdes, se les deja en libertad para caminar solos y hacer actividades al aire libre, ya que según van der Spoel, reduce el estrés del encierro. Esto además de facilitarles la rehabilitación, les permite adaptarse más fácilmente a la normalidad una vez que cumplen su condena y deben volver a la vida cotidiana.

- Dejarlos trabajar

Los holandeses probaron un sistema de monitoreo en el tobillo, que permitiera a los convictos reinsertarse en el trabajo (y por ende socialmente) mientras cumplían su condena. Un estudio publicado en 2008 concluyó que esto reducía la tasa de reincidencia a la mitad en comparación con el encarcelamiento tradicional. Es decir, en vez de gastar dinero encerrando a los condenados, resulta mucho más efectivo económica y socialmente, darles la oportunidad de contribuir con su trabajo a la sociedad.

- Otras alternativas antes de la cárcel

Últimamente las alternativas para los jueces se han ampliado y hay veces en que la condena para quien comete un delito es el servicio a la comunidad o multas, en vez de prisión (obviamente en aquellos casos donde no son muy peligrosos, donde puedan contar con la ayuda necesaria fuera de la cárcel).

"A veces es mejor para las personas permanecer en sus puestos de trabajo, quedarse con sus familias y pagar el castigo de otra manera", comenta Angeline van Dijk, directora del servicio de prisiones de los Países Bajos.

Además de la mejora en las estrategias de rehabilitación, esta drástica disminución se atribuye a la mejora en los sistemas de detección de narcotráfico en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam y las prioridades han cambiando, enfocándose a la lucha contra la trata de personas y el terrorismo, informan en la BBC.

La falta de prisioneros en los Países Bajos también ha recibido sus críticas, ya que algunos ciudadanos o líderes políticos consideran que el número ha bajado porque han bajado las tasas de detección de los delincuentes. De todos modos, aunque esto fuera cierto, el nuevo enfoque que se le ha dado al tratamiento con las personas que cometen delitos es sin duda el gran responsable de esta "crisis" de las cárceles vacías.

Tomen este caso, y los ejemplos chilenos que mencionamos en un comienzo y podrán concluir qué es mejor para combatir la delincuencia (e incluso ahorrarle dinero al Estado). ¿Basta con "encerrarlos a todos"? La evidencia parece estar dándonos una buena lección.

¿Crees que implementar esa técnica en Chile ayudaría a disminuir la delincuencia?