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Pensiones en el mundo, sus orígenes y diferentes modelos

A lo largo de los últimos cien años, diferentes sistemas han buscado responder la misma interrogante: ¿cómo entregar jubilaciones dignas a los adultos mayores, y cómo poder hacerlas sostenibles en el largo plazo? Pregunta que aún busca ser respondida en varios rincones del planeta.

Por Tomás Croquevielle @kroque1989 | 2016-08-02 | 07:00
Tags | pensiones, AFP, jubilación, tercera edad, trabajo
Claves
pensiones, sistemas de pensiones, AFPs, capitalización individual,sistema tripartito, sistema mixto
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*Esta nota fue originalmente publicada en 2016. Hoy la removemos en vista del reciente anuncio de un proyecto del ley que reforma el sistema de pensiones.

Uno de los reclamos más recurrentes contra dicho sistema, son las bajas pensiones que se entregan, siendo muy insuficiente para mantener una vida digna, forzando a muchos adultos mayores a tener que seguir trabajando o a vivir en la pobreza y la marginalidad. 

Sin embargo, se ignora el hecho de que los sistemas de pensiones no llevan más de 100 años en nuestro país y un poco más de un centenario en el mundo, en donde los diferentes sistemas han sido siempre imperfectos y su financiamiento ha sido un constante tema de debate. 

¿Qué nos dice la historia?

Hace 120 años, y con el propósito de promover el bienestar de los trabajadores y evitar un levantamiento social que pudiera llevar al socialismo, la Alemania de Otto von Bismarck se convirtió en el primer país del mundo en tener un sistema de pensiones para el adulto mayor.

El Canciller (1871-1890) Otto von Bismarck,
 es considerado el padre de los sistemas
de seguridad social en el mundo.

Tras la Primera Guerra Mundial, los sistemas de seguridad social para los trabajadores y los adultos mayores se desarrollaron rápidamente en varias regiones, y la protección social se incluyó en los programas de los organismos mundiales recientemente creadas, como la Organización internacional del Trabajo (OIT).

En 1944, la histórica Declaración de Filadelfia de la OIT realizó, entre otras cosas, un llamamiento en favor de la aplicación de las medidas de seguridad social y al estudio de los problemas comunes relativos a la administración de los sistemas de pensiones. Al año siguiente, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo artículo 22 reconoce que “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social”. 

 La Organización Internacional del Trabajo (OIT) es un organismo especializado de las 
Naciones Unidas que se ocupa de los asuntos relativos al trabajo y las relaciones laborales

En nuestro país, la historia de la seguridad social y los sistemas de pensiones, comienza en 1924 cuando se establece una Política Pública de Previsión Social, la primera de su tipo en América Latina.

Dicho sistema fue llevado adelante por casi 60 años, mediante las Cajas Previsiones, en donde cada una establecía las condiciones de afiliación y cobertura, y los recursos iban a un fondo común con el cual se financiaban las jubilaciones. Dicho sistema asignaba el monto de la pensión, considerando los aportes del empleador, los recursos estatales y un porcentaje del suelo de los trabajadores.

Producto de una supuesta inviabilidad a largo plazo de las Cajas de Previsiones, en 1980 la dictadura instauró el modelo de “capitalización individual”, o “ Sistema de AFP” mediante la Ley 3.500, estableciendo un mecanismo de financiamiento de carácter personal, a partir de los ahorros que cada trabajador realiza durante su vida laboral. Sistema que fue exportado a varios países en el mundo, especialmente en América Latina y Europa Oriental.

Sistemas actuales en el mundo

Aunque cada país tiene una legislación que es especial y única, alrededor del planeta existen elementos comunes en todos los sistemas de pensiones, por lo que es posible separarlos en tres grandes categorías: de reparto, de capitalización individual, y mixto.

Capitalización individual: 

En este sistema, el que existe actualmente en nuestro país, funciona mediante el ahorro individual de cada afiliado, en donde mes a mes los afiliados ponen parte de su sueldo en cuentas individuales que luego son invertidas en la bolsa y otras inversiones para que ganen rentabilidad.

Bajo este sistema la pensión final depende de cuánto se haya aportado durante la vida laboral y la rentabilidad del fondo acumulado, los cuales son administrados por instituciones privadas, como las AFPs.

Este sistema además de ser utilizado en nuestro país es el que rige para Perú y Australia.

En el caso de Perú, gracias a una reforma de abril de este año, los pensionados pueden retirar hasta el 95,5% de los fondos de AFP. En ese país además, existen dos sistemas de protección social, uno de carácter público (Sistema Nacional de Pensiones, SNP) y el otro privado (Sistema Privado de Pensiones, SPP), otorgando ambos niveles de cobertura similar. 

En el caso de Australia, los trabajadores cotizan el 9% de sus sueldos, a lo que se suman aportes voluntarios de los beneficiarios y un fondo de seguridad que financia el Estado, mediante la entrega de un “premio” a los trabajadores de bajos ingresos que hayan cotizado en sus fondos de manera regular.

A diferencia de Perú y nuestro país, en Australia existen muchas cajas administradoras de fondos de pensiones, habiendo alrededores de 500 mil de esas entidades.

Reparto: 

Este sistema, funciona mediante el financiamiento de las pensiones con los aportes mensuales obligatorios que realizan los trabajadores activos para pagar las pensiones de los jubilados, esperando que cuando estos tengan que jubilar, sea la gente en edad laboral los que aportarán al sistema. En este modelo puede ser el Estado o entidades privadas quienes administren los fondos de pensiones.

Es el modelo de países como Dinamarca y EE.UU.

Dinamarca es probablemente el más exitoso exponente de este sistema, puesto que el Estado garantiza altas jubilaciones, no sin antes haber cobrado una alto impuesto a los trabajadores activos. En este sistema, la pensión pública básica es de un máximo del 17% del salario medio y solo se recibe tras haber cotizado durante 40 años, siendo los 67 años la edad mínima de jubilación .

En el modelo danés las aportaciones individuales en fondos privados son permitidos, pero quienes no cuenten con este tipo de ahorro, el Estado le subvenciona ciertas medicinas o le otorga reducciones de impuestos.

El caso de EE.UU es uno menos generoso. El modelo norteamericano ofrece jubilaciones mínimas muy limitadas, solamente para evitar que los adultos mayores vivan en la miseria, esperando que sean las personas o la empresas en donde trabajan la que ahorre o invierta para su jubilación o para la de sus trabajadores.

Mixto:

Este sistema es también conocido como tripartito. Se combina el aporte del Estado con el ahorro privado a través de planes individuales y aportes de los empleadores, según el convenio que exista entre los trabajadores y la empresa.

El más reconocido exponente de este modelo es Nueva Zelanda, en donde su sistema de carácter universal, busca incluir a todas las personas en edad de jubilar mediante impuestos a la población activa y un sistema de ahorros voluntarios subsidiados por el Estado, para complementar el monto de las pensiones, financiado con aportes del empleador y los trabajadores.

Con el objetivo de incentivar el ahorro voluntario en los diferentes esquemas que existen, el Estado aporta con mil dólares neozelandeses (equivalentes a unos 500 mil pesos chilenos, y que va ganando rentabilidad ) una vez que el trabajador entra al sistema, además de devoluciones de impuestos y ayudas para la compra de la primera vivienda del cotizante.

A diferencia del sistema de pensiones de la mayoría de los países, en Nueva Zelanda la jubilación no se entrega mediante una pensión mensual, si no que se recibe una única suma global una vez que se alcanza la edad de jubilación a los 65 años, existiendo la posibilidad de retirar anticipadamente el dinero de los ahorros voluntarios con el objetivo de comprar una primera vivienda, enfrentar dificultades financieras, costear una enfermedad grave o para emigrar permanentemente del país

Otro ejemplo de un país con un modelo tripatripo es Suiza, en donde las cotizaciones son obligatorias para los mayores de 20 años, con contribuciones que se dividen en partes iguales entre el empleador y el trabajador, mediante descuentos del sueldo. Existiendo también planes de pensiones privadas, los cuales son promovidos mediante beneficios fiscales, en donde las contribuciones se deducen del impuesto sobre la renta, y la cantidad a percibir está determinada por el tipo de póliza que se elija.

Por su parte, la pensión pública de cada jubilado, se calcula según la media de ingresos y la cantidad de años que la persona ha contribuido al sistema. Con este, la pensión es recibida solamente si la persona ha contribuido al sistema el mismo número de años que otros que han nacido en su mismo año.

Desafíos a futuro para los sistemas de pensiones 

Un informe de la unidad de políticas públicas del Citigroup en EE.UU. advierte a los problemas de financiamiento de los sistemas de pensiones, no solo en los sistemas de reparto, sino que también los privados, los cuales podrían entrar en una severa crisis en los próximos años si no se realizan cambios importantes.

Para ambos casos, el problema fundamental es el mismo: alrededor del mundo la gente está viviendo cada vez más tiempo, pero ni los individuos, ni los estados, ni las empresas están ahorrando lo suficiente para cumplir con los compromisos con la población de la tercera edad y los que se están acercando a ella.

Y es que tanto en Chile como en el resto del planeta los sistemas previsionales han sido impactados por una serie de transformaciones en las últimas décadas, pues además de una mayor expectativa de vida, hoy en día se están llevando adelante profundas transformaciones en el mercado laboral, tales como: la flexibilidad laboral, la incorporación masiva de la mujer al trabajo y el desempleo juvenil, lo que requerirá adaptar los sistemas de protección social a las nuevas realidades y necesidades.

¿Qué sistema te parece mejor? ¿ Cómo lo sostendrías en el largo plazo?

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Comentarios
Don David | 2016-08-03 | 11:01
2
Estimados:

Creo que falto mencionar al pais que tiene la mayor tasa de reemplazo (90%) del mundo en materia de pensiones. Hablo de Holanda http://noticias.lainformacion.com/mano-de-obra/salarios-y-pensiones/asi-son-las-pensiones-en-holanda-el-pais-que-paga-40-000-euros-a-sus-jubilados_jQmzvtObmxb42mIHQ8qfh7/

Ya que no se eliminaran las AFP, solo nos queda mejorarlas con las siguientes ideas:

* asegurar el pago de una pension minima equivalente al sueldo minimo de por vida, con cargo al estado y a las AFP u otras instituiciones de encargadas de administrar dineros previsionales.

* eliminar las comisiones a todo evento de las AFP (comision por deposito, retiro y traspaso). Si se compara la administracion de dinero de las AFP, contra un deposito a plazo, este ultimo no requiere costos de administracion y sigue siendo un sistema completamente viable.

* Permitir auto-endeudarse con el dinero del propio cotizante hasta en un 80% para la compra 1 bien inmueble.

* Prohibicion de invertir en dinero en empresas acusadas de colusion de por vida.

* Transparencia en los destinos del dinero.

* la cotizacion debe quedar en 30% del sueldo con la siguiente composicion: 10% el afiliado, 10% el empleador, 5% el estado y 5% las AFP.

* jubilacion a los 60 años tanto para hombres como mujeres.

* establecer un limite de sueldo maximo a los directorios y gerentes de 10 sueldos minimos.

* la AFP siempre debe asegurar al menos una rentabilidad de 1% sobre el valor de la UF.

Saludos ;)
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