¿Cómo se entiende que el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, renunciara a su puesto y saliera nuevamente electo? El mismo hombre que fuera elegido por los helenos por presentarse como la alternativa "anti-ajustes", que llamó a plebiscito para votar sobre si aceptar las exigencias de los acreedores del país, que hizo campaña para que ganara el "no" y que, sin embargo, luego aceptó las condiciones de austeridad impuestas por la Unión Europea casi por completo. La verdad es que todo fue una estrategia, bastante calculada de parte del joven político, que hoy goza de mayor estabilidad que nunca.

Entendiendo la política griega

Primero, conviene entender cómo funciona el sistema político en Grecia. El voto de la ciudadanía es obligatorio, pero al ser bajo un régimen parlamentario, ellos votan por quienes ocuparán los 300 escaños disponibles durante los próximos 4 años, y luego el Parlamento vota por quién será el Primer Ministro y el Presidente. Si el poder ejecutivo renuncia y los legisladores no se ponen de acuerdo en elegir a otro, se convoca a elecciones.

Para que un partido llegue a tener representación en el Parlamento, debe obtener al menos 3% de los votos, si no, salen de la lista y no pueden tener diputados. Los escaños se reparten en: 238 proporcionalmente a las 56 circunscripciones, 12 proporcionalmente a nivel nacional y los 50 restantes se dan al partido más votado para garantizar la gobernabilidad del gobierno resultante.

La movida de Tsipras

Lo que ocurrió durante el primer mandato de Tsipras, representante del movimiento de izquierda Syriza (socialistas, trotskistas, maoístas, ecologistas), fue que perdió su mayoría parlamentaria.

Cuando se votó por el tercer ajuste exigido por la llamada Troika (nombre por el que se conoce al triunvirato compuesto por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional), casi un tercio de su partido votó en contra o se abstuvo, pero logró los votos necesarios con ayuda de los partidos de su oposición, como la Nueva Democracia, To Potami y Pasok.

Al ver que había perdido su mayoría en el Parlamento, renunció suponiendo que el Presidente de Grecia, Prokopis Pavlópulos, convocaría elecciones anticipadas, y con encuestas que le daban el 61% de aprobación, volvería a ser electo, pero sin el área díscola de su partido. Y así fue.

Con el 35,46% de los votos, en una elección con una abstención sin precedentes de casi 45%, fue elegido por segunda vez en ocho meses como el Primer Ministro de Grecia. Esto se da porque si bien el voto es obligatorio, no hay sanción real para quien no va a votar. El segundo lugar lo obtuvo el partido de centro-derecha Nueva Democracia, el que obtuvo un 28,1% de los votos. Por su parte, Amanecer Dorado, partido fundado como movimiento neonazi en la década del '80, sacó 7%.

Los analistas políticos atribuyen el triunfo a que no se presentaba ninguna alternativa nueva y poderosa, ni desde el ala más de izquierda de su partido, ni de parte de la oposición. Además, se leyó como que en su mandato fue "victima " de la Unión Europea y no tuvo otra alternativa para rescatar a Grecia sin planes de austeridad, como lo había prometido en su primera campaña por el mandato. Finalmente, la ciudadanía puede haber visto en Tsipras la opción de darle un lado humano al programa de ajustes al que debía someterse Grecia sí o sí.

El ala anti-rescate del Syriza, se presentó por fuera a las elecciones, bajo un nuevo partido llamado Unión Popular, pero no alcanzó el 3% necesario para obtener un escaño en el Parlamento. Y si bien el partido de Tsipras no tiene mayoría absoluta, los independientes, liderados por Panos Kammenos, aceptaron gobernar con él como coalición.

Lo que viene ahora para Grecia es aprobar una serie de leyes que forman parte del programa de ajustes del rescate, lo que significa más recortes en el gasto, subidas de impuestos y reformas de pensiones y laborales. Todo esto, es para obtener los casi 100.000 millones de dólares que le prestará la eurozona en los próximos tres años, para sacar al país de la crisis en la que está sumergido.