Han dicho que reinventa el concepto de aeropuerto. Que será un destino turístico en sí mismo. Que se transformará un centro de reunión pública. Y no han exagerado. Se trata de "la Joya", un proyecto arquitectónico que se comenzó a construir en el aeropuerto de Changi en Singapur, el sexto más transitado del mundo.

El arquitecto Moshe Safde, ganó el concurso para diseñar el espacio y le pidieron que además tuviera una temática. Pero él estaba seguro que cualquiera fuera la que escogiera, terminaría por cansar a la gente. Cualquiera, menos la que finalmente se le ocurrió: La naturaleza. En ese microclima que se genera en los aeropuertos, con luz artificial y horas de espera, el verde, la lluvia, los senderos, serían algo que los pasajeros valorarían y nunca terminarían de agradecer.

El proyecto, que debiera terminar de construirse el 2018, se ubicará en el centro del aeropuerto y estará formado por una cúpula de cristal de cinco pisos, que en su interior tiene un parque urbano. Entre sus árboles y plantas habrá puestos de comercio, restaurantes y hasta un hotel. Todo esto se acompaña de "El vórtice de la lluvia", una catarata de 40 metros de altura que se desprende de una abertura circular ubicada en el centro de la cúpula y que contribuye con un sonido ambiente natural, alimentada por agua lluvia reciclada. Durante las noches, la catarata se apagará, transformándose el cilindro que forma en una pantalla donde se harán proyecciones de luces acompañadas de sonido.

Para mantener la vegetación, que será la suficiente para catalogarse como selva tropical, el lugar utilizará el agua lluvia que se desprenderá del techo de la cascada, otorgando un efecto climático de refrigeración y ventilación. Los árboles y plantas están asociadas a las que se encuentran en la proximidades fuera del aeropuerto, donde son característicos lo grandes que son los doseles de sus árboles y su exuberante vegetación.

El arquitecto Safde está convencido de que las plantas son la solución para los lugares áridos y que si bien no todos pueden replicarlo para sus aeropuertos, sí se puede hacer a pequeña escala como los centros comerciales, que él cataloga como "horribles", con sus fachadas plásticas.

La cúpula, de 134.000 metros cuadrados repartidos en varios niveles, estará sostenida por columnas estructurales en forma de árbol que rodearán el borde interior de un jardín superior, ubicado en la azotea. Siendo el aeropuerto de Singapur uno de los más grandes del mundo y con un tránsito tan alto, para asegurar que los 85 millones de pasajeros para los que tiene capacidad el nuevo espacio conozcan "la Joya", el futuro terminal del Changi 1, se unirá por puentes peatonales de cristal a los actuales terminales 2 y 3. También contará con trenes eléctricos para quienes no quieran o puedan recorrer las distancias.

Falta un dato ¿no? ... ¿Cuánto se invertirá en esta maravilla?
1.500 millones de dólares.