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Imagen: César Mejías

El barco que salva migrantes e inspira canciones: la historia del Aquarius

Glenn Ojeda, consultor internacionalista y economista, analiza la historia del Aquarius, el barco que rescata a migrantes desesperados en medio del Mediterráneo. ¿Por qué desata las pasiones de la política europea e inspira canciones? Hoy te lo contamos.

Por Glenn Ojeda @GOjedaVega | 2018-08-23 | 15:00
Tags | aquarius, migracion, migrantes, refugiados, mediterráneo,
A todos se les entregan mantas y ropa seca. Luego, comienza el proceso de identificación mediante el cual se registra el nombre, la nacionalidad y la trayectoria de cada emigrante, antes de entregarles pan y una bebida caliente.
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¿Qué tienen en común un viejo barco de guardacostas alemán y la canción Mercy, que representó a Francia en el concurso de Eurovisión 2018? Aquí la conmovedora historia del barco que, contra todo tipo de adversidades, se dedica a rescatar a migrantes en el Mediterráneo.

Al rescate de los más desesperados

Construido en la década de 1970, el barco Meerkatze fue parte integral de la flota de guardacostas de Alemania en el mar del Norte hasta el 2009. En ese año, el barco fue vendido a una empresa de investigación científica y fue registrado en el territorio británico de Gibraltar, al sur de la península Ibérica, bajo el nombre Aquarius. Y parecería que el segundo capítulo en la vida de este patrullero naval, ha demostrado ser más emocionante que el primero.

En el 2016, la ONG SOS Mediterráneo arrendó el Aquarius y junto a Médicos Sin Fronteras (MSF), lo han utilizado para realizar misiones de rescate a pequeñas barcazas de fortuna, llenas de migrantes que buscan llegar a la Unión Europea. Muchos de estos migrantes emprenden larguísimos trayectos desde sus países de origen y pagan miles de dólares —toda una vida de ahorros- para ser transportados desde las costas del norte de África. Muchos de ellos ni siquiera saben nadar.

Durante los últimos dos años, el Aquarius ha rescatado a más de 10.000 migrantes en altamar, llevándolos con seguridad y atención medica hasta las costas Europeas del mar Mediterráneo.

El drama que vive regularmente el Aquarius y su equipo internacional de voluntarios, es humanamente emotivo y políticamente controversial. En altamar, se dirige directamente a las precarias embarcaciones que han partido desde las costas de Libia, sobrecargadas de migrantes desesperados y sin el equipo necesario para emprender una travesía segura. Una vez que la tripulación del Aquarius da con un transporte de migrantes clandestinos, lanza sus propias balsas y salvavidas al mar, comenzando así delicadas operaciones de rescate que pueden tomar horas para transferir a todas las personas perdidas en altamar, hasta la seguridad del gran barco.

En más de una ocasión los médicos del Aquarius han tenido que administrar primeros auxilios para reanimar a migrantes ahogados y, lamentablemente, no siempre han logrado revivir a las víctimas de la peligrosa travesía.


Rescate en altamar del Aquarius. El Confidencial.

“Mercy”

Una vez a bordo, los hombres permanecen en la cubierta del Aquarius, mientras que las mujeres y los niños son llevados al interior del barco. A todos se les entregan mantas y ropa seca. Luego, comienza el proceso de identificación mediante el cual se registra el nombre, la nacionalidad y la trayectoria de cada emigrante, antes de entregarles pan y una bebida caliente. Igualmente, los migrantes a bordo reciben atención médica, tanto así que varios bebes han nacido en altamar.

Fue precisamente una de estas historias humanas a bordo, la que inspiro al dúo francés Madame Monsieur a escribir la canción Mercy (“piedad” en inglés y “gracias” en francés), narrando la historia de Mercy, una niña de madre nigeriana, nacida en altamar en el 2017. Como esta, hay muchas historias conmovedoras de migrantes rescatados que arriesgan todo en una larga travesía a través de desiertos, bosques y ciudades desconocidas, para intentar llegar a Europa y allí luchar por un mejor futuro. Sin embargo, la reacción negativa por parte de algunos sectores sociales y políticos, no se hizo esperar.

Reacciones Polémicas

Al igual que muchos admiradores, el Aquarius se ha ganado varios enemigos políticos en Europa, debido precisamente a su labor humanitaria. Con la remontada de grupos xenófobos y políticas anti-migrantes en varios países, algunos gobiernos y líderes políticos principalmente de la extrema derecha, argumentan que el Aquarius hace más daño que bien.

Según la línea de pensamiento avanzada por estos líderes, la labor de rescate del Aquarius promueve las peligrosas rutas migratorias en el Mediterráneo,ya que los migrantes y los traficantes de personas saben que hay grupos humanitarios dispuestos a rescatarlos y transportarlos hasta Europa. Incluso, algunos dirigentes han sugerido que el Aquarius debería regresar a todos los migrantes que rescate en altamar a su punto de partida, es decir, a las costas del norte de África.

Ante esto, grupos humanitarios y ONGs han descartado esta opinión como descabellada, ya que Libia —el punto de origen de la mayoría de estas rutas clandestinas- es un país envuelto en una sangrienta guerra civil. También numerosos migrantes han declarado que prefieren arriesgar sus vidas en altamar que permanecer en regiones abatidas por conflictos armados, sequia crónica y pobreza extrema.

La más reciente saga en la vida del Aquarius, se ha estado desarrollando este verano (del hemisferio norte), principalmente desde la llegada al poder en Italia de un gobierno nacionalista dirigido, en parte, por el Presidente del Consejo de Ministros Giuseppe Conte, con la presencia de la Liga del Norte y del Movimiento Cinco Estrellas.

Recién electo, este gobierno de corte xenófobo y anti-migratorio, le negó al Aquarius el derecho a atracar en puertos italianos, lo cual provocó una crisis diplomática con cientos de migrantes a bordo del barco de rescate. Desde entonces, han sido otros países en la región, como el gobierno de Malta (una isla nación en el Mediterráneo que también es el país más pequeño de la Unión Europea), los que han accedido a recibir al Aquarius, con la condición de que los migrantes sean redistribuidos a otros países de la Unión, principalmente Francia, España, Alemania, Luxemburgo y Portugal.

Esta dinámica en la que países como Italia, al igual que Hungría previamente, se niegan rotundamente a acoger migrantes en necesidad extrema, muestra lo radical que pueden llegar a ser las posturas políticas de algunos gobiernos nacionalistas y de extrema derecha.

Sin embargo, el actual gobierno italiano no parece tener intenciones de cambiar sus posturas. Hace unos días, el Diciotti, embarcación operada por la misma guardia costera, atracó en Sicilia, al sur de Italia, después de cinco días en altamar. Pero en lugar de ser bienvenidos, el regreso a casa del Diciotti desató la ira del Ministro del Interior, Matteo Salvini, ya que el barco traía consigo a 177 migrantes, a los cuales se les prohibió pisar tierra firme.

Entre tanto, el ministro Salvini les ha dado un ultimátum a los líderes de la Unión Europea en Bruselas: o acogen otros países de la Unión a los 177 migrantes a bordo del Diciotti, o Italia los regresa a Libia. Según Salvini, Italia ya ha acogido a suficientes migrantes durante años recientes y el gobierno ya no puede hacerse cargo de más.

Simultáneamente, el gobierno de Gibraltar, donde el Aquarius está registrado desde el 2009, ha solicitado que el barco retire su matrícula marítima inmediatamente, cese de ondear el pabellón gibraltareño (la bandera que enarbola para indicar el lazo con ese lugar) y busque otro hogar. La razón tras esto es que el Aquarius fue originalmente registrado en ese puerto como barco de exploración científica y, según el gobierno de Gibraltar, no ha declarado y no está autorizado a efectuar labores propiamente humanitarias. Esta complicada situación administrativa todavía está por resolverse y lo más probable es que el Aquarius deba registrarse en otro puerto, probablemente en Francia o Alemania.

¿Qué futuro hay para el Aquarius?

La crisis migratoria proveniente desde África y el Oriente Medio hacia la Unión Europea, lleva desarrollándose desde hace muchos años y tiene episodios trágicos, tanto por la vía marítima como por la vía terrestre. Personalidades como la canciller alemana Ángela Merkel y el Papa Francisco, han tomado posturas de acogida frente a este tema humanitario, las cuales en ocasiones han resultado muy impopulares.

Mientras tanto, otros han decidido cerrar sus fronteras y victimizar a los extranjeros, bajo el pretexto de defender a sus propios ciudadanos y preservar la seguridad nacional. Ciertamente, hay personas buenas de ambos lados de esta acalorada discusión y se debe fomentar el diálogo entre distintos gobiernos en ambos lados del Mediterráneo para encontrar una salida segura y humana a esta crisis.

Por ejemplo, los gobiernos europeos deberían apoyar el desarrollo pacífico y el crecimiento económico de aquellos países desde donde los migrantes se ven obligados a huir, entre ellos Siria, Eritrea, Somalia, Libia y Yemen. Al mismo tiempo, los países europeos y otros con estabilidad política en el litoral Mediterráneo —como Marruecos, Túnez y Turquía- debiesen acoger, por lo menos temporalmente, a aquellos que huyen de la inseguridad extrema.

Es incierto cuántos años le pueden quedar al guardacostas alemán que ya pronto cumple cinco décadas patrullando, pero lo que sí queda claro, es que el Aquarius quedará para siempre grabado en la memoria de los miles que migrantes a quienes ha rescatado.

¿Crees que el Aquarius debiese seguir operando?

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