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Imagen: Netflix

La potente comediante de Netflix de la que todos hablan y te estás quedando fuera

“Nanette” es una de esas joyitas de Netflix de la que todos están hablando. Incluso quienes no la han visto, la nombran para saber si otros ya la vieron y la recomiendan. La respuesta siempre es la misma: ¡tienes que verla! ¿Por qué? Acá te contamos.

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La combinación de estos temas es lo que la comediante pone sobre la mesa y que la afectó principalmente en su adolescencia: era homosexual y homofóbica. ¿Es posible? Sí, según su testimonio.
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No es una película ni una serie. Nanette es un stand up que a ratos se queda sin el apellido de comedy, a cambio de un relato muy potente sobre varios temas relacionados al abuso. Su autora es Hannah Gadsby, una reconocida comediante australiana que nos invita a cuestionar temas socialmente aceptados, pero que casi ni nos damos cuenta si son correctos o no (y deberíamos).

Hasta acá el show puede sonar muy parecido a otros, pero la diferencia es notable, partiendo porque aborda temas de arte, feminismo y política, y termina diciendo que abandonará la comedia tras diez años en los escenarios. Una década exitosa, por cierto. Acá te explicamos tres razones porque hay que ver Nanette.

La ilegalidad de la orientación sexual

Hannah nació en Tasmania, un estado insular que está al sur de Australia. Esto no tendría mayor relevancia, pero hay que considerar dos puntos al respecto. El primero es que recién en 1997 se abolió una ley que establecía la homosexualidad como un acto ilegal, convirtiéndose en el último estado australiano que la eliminó de su legislación. Sí, recién hace 21 años.

El segundo punto, es que Hannah es lesbiana, y si bien esto tampoco tendría que ser tema, las leyes del lugar donde nació hicieron que así fuera para ella y su familia.

La combinación de estos temas es lo que la comediante pone sobre la mesa y que la afectó principalmente en su adolescencia: era homosexual y homofóbica. ¿Es posible? Sí, según su testimonio, por muy contradictorio que suene. “Uno asimila la homofobia y aprende a odiarse a sí mismo”, dice en su stand up, dejando entrever lo doloroso que debe ser crecer así y que todos podemos cambiar.

El giro inesperado: se acaba la comedia

El relato de Hannah es directo, novedoso y rápido. A los pocos segundos de contar sus historias, logra que el público se ría. Eso sí, la sorpresa viene más adelante, cuando explica que las historias que ha compartido hasta ese momento son las versiones inconclusas. Y entonces, ¿qué venía después?

Acoso y abuso sexual, violencia física y psicológica, y hasta una violación múltiple, son la otra parte de sus historias personales. Son los capítulos de su vida que prefirió omitir como un mecanismo de sobrevivencia y que en la práctica la hicieron dejar de lado la parte más cruda y dolorosa para poder seguir adelante. “Uno aprende de la parte de la historia en la que se centra”, dice en Nanette.

Por eso, también cuenta que va a dejar de hacer comedia, porque la estructura más aceptada deja fuera los momentos de tensión y, precisamente, éstos son los que no la han dejado avanzar. De hecho, siente que lo que ha hecho con la comedia es humillarse, debido a que es la protagonista de sus chistes, pero ha dejado de lado la crudeza de los hechos que inspiraron su rutina y que le dan valor a su vida.

¡Odio a Picasso!

Más de alguno puede quedar impactado por esta declaración, pero hay que recordar que la idea es cuestionar lo socialmente aceptado. Entonces, al grano, ¿cómo fue que Hannah llegó a odiar a uno de los pintores más influyentes del siglo XX?

Según explica esta comediante, que también es licenciada en historia del arte, el motivo es porque cree que Picasso es un misógino a partir de una frase que él dijo: “Cada vez que dejo a una mujer, debería quemarla. Si destruyes a la mujer, destruyes el pasado que representa”. Incluso, tras esta frase ella considera que la misoginia es una enfermedad mental.

Pero no solo lo odia por su vida personal. También porque cree que  no incluyó la perspectiva de una mujer en el cubismo, la línea del arte en la que Picasso es uno de los principales exponentes y que permite observar la realidad desde todas las perspectivas posibles. En gustos no hay nada escrito, pero vale la pena escuchar una opinión que rompe esquemas.

¡Tienes que verlo!

Más allá de decir “es bueno” o “tienes que verlo”, casi porque sí, hay que saber que este stand up es un buen ejercicio para ponerse en el lugar del otro. Lo mejor es que a todos, de una u otra manera, nos permite entender diferentes perspectivas, ya sea la de una mujer, una lesbiana, una mujer abusada sexualmente, una mujer frente al arte, etc. Decir que vale la pena verlo, de verdad que es poco.

A continuación, puedes ver el tráiler. Y en este link el stand up completo, en Netflix.

¿Ya viste “Nanette”? ¿Qué te pareció?

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