hungría, europa, nacionalismo, política, orbán, migrantes, soros
Imagen: César Mejías

¡Prohibido ayudar a inmigrantes irregulares! ¿Cómo llegó Hungría a esta locura?

La aprobación por abrumadora mayoría de una ley que penaliza a ONGs que ayuden a migrantes, es solo un síntoma más de la compleja situación del país europeo, donde las principales fuerzas políticas se dividen entre derecha y ultra-derecha.

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2018-06-26 | 15:00
Tags | hungría, europa, nacionalismo, política, orbán, migrantes, soros
Relacionadas

*Esta nota fue originalmente publicada el 26 de junio.

Con 160 votos a favor y apenas 18 en contra, el parlamento húngaro aprobó el pasado miércoles una ley que permite penalizar a ONGs que ayuden a migrantes que hayan entrado ilegalmente al país o que no puedan ser acreditados como refugiados.

Esta es solo una de varias legislaciones que apuntan a poner mano dura a intervenciones extranjeras que faciliten el ingreso de migrantes. La retórica del gobierno incluso le puso nombre y apellido al paquete de leyes: Stop Soros, en referencia al empresario y filántropo estadounidense de origen húngaro, George Soros, cuyas fundaciones financian varias iniciativas de periodismo libre y ONGs en el país.

Para quien ha seguido la situación del país europeo, no es una gran sorpresa. En su tercer mandato consecutivo, logrado a principios de año, el primer ministro húngaro Viktor Orbán, ha continuado con su política anti-multicultural, xenófoba y nacionalista, posición que está impactando de manera negativa la imagen del país y que incluso lo enfrenta a las regulaciones y leyes de la Unión Europea.

¿Cómo llegó Hungría a convertirse en uno de los núcleos del nacionalismo en Europa? Aquí te lo explicamos.

Pero antes, un paréntesis histórico-geográfico

Si Austria es la puerta hacia Europa del este, Hungría es donde se deja el abrigo y el sombrero (algo así como el perchero del hall de entrada…):

Aunque está anclada entre países eslavos, la nación tiene una cultura única y muy distinta a sus vecinos, además de un origen étnico que se remontaría a la actual Finlandia. Pero eso no significa que hayan estado libres de influencias externas.

El actual pueblo magiar (un sinónimo de húngaro que les encanta) es básicamente una mezcla de distintos pueblos que han conquistado y sido conquistados por los antiguos húngaros (hunos, germanos, eslavos, principalmente). Algunos estudios genéticos señalan que los húngaros antiguos y los de hoy, son tan parecidos como una sandía y una pelota de fútbol.

Sin ir más lejos, los otomanos hicieron de las suyas en Hungría por casi 200 años. Poco después, Austria estiró sus largos y germánicos brazos hacía el país y formó el famoso Imperio Austro-húngaro.

Después de perder la Primera Guerra Mundial, Hungría se llevó la peor parte y fue desmembrada hasta quedar reducida a una humilde extensión de lo que llegó a ser alguna vez. Millones de húngaros étnicos pasaron de la noche a la mañana a vivir en países limítrofes.

Luego de un periodo de bastante opresión como estado satélite de la Unión Soviética, Hungría viró hacia el capitalismo en los 90s. En 2003, por abrumadora mayoría, el pueblo magiar optó por unirse al nuevo club cool de la cuadra: la Unión Europea.

Después de casi 15 años como miembro, Hungría sigue siendo uno de los países más económicamente humildes del club. Su crecimiento no ha sido malo, pero persisten los problemas endémicos del país, principalmente, mal manejo político y corrupción.

Cerramos este breve resumen soplándoles que la imagen de la Unión Europea entre húngaros ha caído bastante, y hay un sentimiento muy difundido entre políticos y ciudadanos sobre que Bruselas (la sede de la UE) exige demasiado y sobre cosas que no son del interés nacional.

El ascenso de Viktor Orbán

Para hablar del nacionalismo húngaro, hay que hablar de su principal promotor. La vida de Viktor Orbán parece sacada de un cuento de hadas. Criado en una familia rural de clase media, Orbán vivió la rigurosa vida del húngaro promedio bajo el alero de la Unión Soviética.

En 1988, el joven Orbán de poco más de 20 años, se convirtió en fundador y primer vocero de Fidesz, un partido político liberal, mayormente estudiantil, que abogaba por elecciones libres y el retiro de las tropas soviéticas.

Durante los 90s, Fidesz tuvo un pobre desempeño electoral, lo que hizo que se girara hacia un liberalismo conservador, cambiando el discurso progresista de sus orígenes e iniciando el primero de sus acercamientos hacia el conservadurismo. Orbán, siempre el principal rostro del partido, llegaría a ser Primer Ministro con solo 35 años, en el periodo 1998-2002.

Orbán en 1990 y 2011. Fuente: Hungarian Spectrum

Su primer gobierno no se distinguió de los previos y los que le seguirían. Economía menguante y corrupción hacían que el gobierno fuera una pelota de ping-pong que se turnaban entre socialistas y el Fidesz.

El punto crítico llegaría en tiempos de Ferenc Gyurcsány, primer ministro socialista entre 2004 y 2009. Malas políticas económicas que llevaron a una recesión de 6,4%, la siempre perenne corrupción y una grabación donde Gyurcsány admitía que su gobierno había mentido sobre la situación económica del país, significaron una crisis de la izquierda húngara que Fidesz capitalizó en las siguientes elecciones.

Desde 2010, nuevamente se halla Orbán al mando (reelegido en 2014 y 2018), quien hoy pelea votos no con los socialistas, sino con la extrema derecha, institucionalizada en el partido Jobbik, la segunda mayor fuerza política de la nación magiar.

Una “autocracia suave”

Orbán se presenta como el defensor de la nación cristiana de Hungría, pintando una imagen muy distinta a la del ferviente ateo de su juventud.

A Orbán le gusta verse a sí mismo como un revolucionario, alguien que siempre está contra las tendencias dominantes. Cuando lo dominante era el socialismo de estado con apoyo de la URSS, era un liberal anticomunista. Cuando la atmósfera giró en favor de los liberales, él se volvió nacionalista”, señala Péter Krekó, analista político húngaro.

“Autocracia suave”, es como algunos expertos llaman al gobierno de Orbán. Contar con mayoría en el congreso le ha permitido cambiar la constitución para reducir el número de parlamentarios y limitar las facultades del Tribunal Constitucional, lo que, según críticos, le ha posibilitado aumentar su poder y, a la vez, minimizar el accionar de sus rivales, incluida la prensa independiente.

Orbán y su gobierno defienden el matrimonio tradicional, llaman a las parejas húngaras a tener más hijos (y ofrecen dinero si lo hacen) y hacen vista gorda de grupos violentos anti-LGBT. Tampoco se han mostrado abiertamente críticos de las posturas racistas de su principal competencia, el Jobbik.

En pocos años, las medidas de Orbán se reflejaron en una caída del país en casi todos los índices. Hungría se halla entre los países europeos con mayor percepción de corrupción, menor libertad de prensa y libertad humana.

Orbán y su Hungría primero

En 2015, en uno de sus periodos de menor aprobación ciudadana, Orbán sacó lo que hoy es su principal caballo de batalla: los migrantes.

Bajo la retórica nacionalista del primer ministro, los migrantes son vistos como invasores de valores incompatibles con la Hungría cristiana. "Para nosotros, la migración no es una solución, sino un problema... no es un medicamento, sino un veneno, no lo necesitamos y no lo vamos a tragar", señaló en 2016.

Parte de la última campaña de Fidesz. El mensaje es universalmente claro. Fuente: Euronews

Hungría ha sido el país que más activamente ha dificultado el paso de migrantes. Famosa es ya la barrera instalada en la frontera con Serbia que Orbán mandó a construir porque la Unión Europea era “demasiado lenta para reaccionar”.

Mediante los medios de comunicación públicos, que siguen una línea editorial dictada por el gobierno, se ha propagado el mensaje de forma exitosa. En una encuesta europea de 2016, el 76% de los húngaros creía que los refugiados aumentaban las posibilidades de ataques terroristas en su país, y el 82% que los refugiados son una carga porque ocupan los puestos de trabajos y los beneficios sociales. La encuesta también arrojó que para los húngaros el país donde se nace y el compartir tradiciones, son componentes determinantes de la identidad, lo que explicaría su reticencia a pensar en Hungría como un país multicultural.

Solo un vistazo a las estadísticas desmiente completamente la imagen de “invasión” que Orbán se empeña en comunicar. Hungría ha permitido la estadía de apenas 0,01% de todas las peticiones de refugio que ha recibido, sumando así solo 3.555 refugiados hoy en día. Su población extranjera es también exigua, apenas 59.200 personas, sobre todo comparada con la diáspora húngara, calculada en sobre medio millón (con pasaporte, por etnia se estiman sobre 5 millones).

Explotando el sentimiento patriota de los húngaros y aprovechando un tímido crecimiento económico, Orbán ha logrado efectivamente volver a ganar apoyo popular y, a la vez, distraer a la población de los varios casos de corrupción en los que estaría involucrado.

“Stop Soros”

El último chivo expiatorio de Fidesz, es el antes mencionado George Soros, cuya fundación, por cierto, financió la educación en Oxford del joven Orbán. La campaña tiene tintes de teoría conspirativa. El primer ministro acusa al filántropo y a sus fundaciones de inmiscuirse en asuntos de gobierno con el fin de cambiar la política migratoria europea, y permitir la entrada de millones de “invasores musulmanes”. “Los esfuerzos de la red de Soros por influir en la vida europea deberían ser expuestos”, comentó el primer ministro en 2017.

“99% rechaza la migración ilegal. No permitamos que Soros tenga la última palabra”. Fuente: VOA

La campaña de desacreditación se extiende también a personas que trabajan en fundaciones de Soros. Hace pocos meses, un medio pro-gobierno publicó una “lista negra” con 200 periodistas, activistas y académicos cercanos al filántropo.

El paquete de medidas conocido como Stop Soros para contrarrestar su influencia, incluye obligar a las ONGs que lidian con migrantes a informar sobre sus actividades, cobrar como impuesto el 25% de los dineros que reciban del extranjero, prohibir a sus miembros acercarse a las fronteras del país e incluso encarcelar a aquellos que sean vistos ayudando a migrantes en situación irregular.

La legislación europea aún no sabe cómo reaccionar. La Comisión de Venecia, órgano consultativo del Consejo Europeo, pidió a Hungría aplazar el ingreso de las leyes para realizar un estudio sobre su legalidad. El gobierno magiar se negó, por lo que el veredicto de la Comisión todavía es desconocido.

El futuro de Hungría

En gran parte de Europa, partidos de extrema derecha son contrarrestados por fuerzas más centralizadas. Es el caso de Le Pen (extrema derecha) y Macron (centro) en Francia, Gauland (extrema derecha) y Merkel (centro) en Alemania, y Salvini (extrema derecha) y Renzi (centroizquierda) en Italia. El problema de Hungría es que su eje se halla movido tan hacia la derecha, que la respuesta contra Orbán es la extrema-derecha del partido Jobbik.

Activistas húngaros sostienen que aún no surge una alternativa clara y organizada que capitalice el descontento con Fidesz. En las últimas elecciones fue evidente: la coalición del partido socialista con el partido verde, apenas cosechó un 11,9% de los votos.

Pese a la última victoria de Orbán, muchos húngaros resienten el camino por el que los ha llevado y abogan por una mayor cercanía con la Unión Europea. Por ahora nadie ha capitalizado este descontento. Fuente: Reuters

Por ahora Orbán se halla cómodo con su discurso, el que ha sido tomado como modelo por muchos otros movimientos conservadores, sobre todo en Europa del este. Los gobiernos de Polonia, República Checa y Eslovaquia, han adquirido retóricas contras migrantes muy similares. Justamente, los cuatro gobiernos se unieron en enero en una crítica contra los mandatos, a juicio de ellos, intrusivos de la Unión Europea.

Los próximos años de Orbán estarán, seguramente, marcados por más polémica, más condenas provenientes de otros miembros de la UE y más leyes que favorezcan su estatus quo. La experiencia de Gran Bretaña post-brexit podría servir de camino para un hombre que se halla más cómodo entre sus vecinos ex-comunistas, que siguiendo los dictámenes de la “lejana” Bruselas.

¿Crees que la Unión Europea se mantendrá como tal?

¿CÓMO TE DEJÓ ESTE ARTÍCULO?
Feliz
Sorprendido
Meh...
Mal
Molesto
ESTADÍSTICAS: APOYO A FRASES DE ESTE ARTÍCULO
Estas estadísticas sólo se le muestran a los usuarios que ya han dado su opinión con un click sobre alguna de las frases rojas destacadas en el texto del artículo.
Comentarios
Pablo Bravo | 2018-06-26 | 21:34
3
ni tan locura, al ser irregular no se saben antecedentes ni nada...
responder
denunciar
apoyar
Cristián Mackenna | Director | 2018-06-27 | 09:39
5
El problema es que por muy irregulares que sean, nadie nos debiera prohibir el poder ayudar a otro ser humano.

Por ejemplo, ayudar a un judío en la alemania nazi también era "irregular" pero era lo correcto.

Y en este caso, si alguna organización quiere ayudar a alguien a regularizar sus antecedentes con trabajo, dinero o asesoría, también me parece lo correcto.
responder
denunciar
apoyar
Pablo Bravo | 2018-06-27 | 11:21
2
y si por esas cosasde la vida ayudas a un extranjero como el que mato a palos a una señora por 5 lucas y un celular? no digo que este perfecto, pero es una duda razonable.
responder
denunciar
apoyar
Francisco J. Lastra | Colaborador | 2018-06-27 | 12:09
0
¿Qué tipo de "razonamiento" es ese? Según tú, uno no debería hacer nada por nadie, solo por la posibilidad de que pueda terminar siendo un criminal. O sea, si atropellan a alguien, ¿le preguntarías su historial policial antes de llamar a la ambulancia?
responder
denunciar
apoyar
Pablo Bravo | 2018-06-27 | 12:15
2
digo que una duda razonable... es algo así como que si agarras a un irregular, ves si tiene antecedentes en su pais, si esta limpio bien y ofreces ayuda y si no, devuelta, ¿eso es un razonamiento equivocado, incorrecto o fuera de lugar?
responder
denunciar
apoyar
Racuna Matata | 2018-06-27 | 11:17
3
El problema con el multiculturalismo es cuando dos culturas totalmente opuestas chocan entre si, son incompatibles. Hungría no tiene ataques terroristas en los últimos 3 años. https://storymaps.esri.com/stories/terrorist-attacks/?year=2016

Se fueron al chancho eso si con prohibir esas ONG, a fin y al cabo el problema no va con los extranjeros, sino con la capacidad de estos mismos a adaptarse al país que los recibe.
responder
denunciar
apoyar
Patricio Bajodepino | 2018-07-01 | 22:42
1
Me alegro mucho que exista gente razonable como Pablo Bravo.

Primero que nada los pueblos tienen plena libertad de elegir a sus representantes. Si ellos estiman que esto es lo más conveniente para ellos, entonces está bien que lo hagan.

Segundo, hasta donde yo tenía entendido, el periodismo debe ser imparcial y acá lo que se ve es una total parcialidad. Parece que se saltaron esa clase tan importante. Y por si acaso, tratar de locos a los ciudadanos de un país amigo, más encima en un medio público es algo muy irrespetuoso, de hecho deberían mandar una nota de disculpa a la Embajada de Hungría y eliminar esta noticia. O creen que pueden insultar a los pueblos solo porque son países humildes?

Si ellos estiman que no pueden ayudar entonces ¡Déjenlos en PAZ!

Cuando las ONG ayudan a estas personas lo que hacen es aumentar los problemas para el país que reciben, es decir, generan externalidades negativas a los habitantes del país. Si quieren ayudar tienen que hacerlo en donde se los permitan o en su país de origen.

De verdad tienen que replantearse su línea editorial.

responder
denunciar
apoyar
Francisco J. Lastra | Colaborador | 2018-07-02 | 08:18
1
El título no fue elección mía, pero hablamos de locura en la decisión. En ningún momento hablamos de que los húngaros están locos (de hecho no fue referendo ni nada por el estilo)

Segundo, es super inocente tu comentario. Sabiendo un poco más de la situación tendrías en mente la clara maniobra política de Orbán. No lo hace por el bien de su pueblo.

¿Hungría no puede ayudar? Francamente no sé si siquiera leíste el artículo. Hay un claro sesgo racial. Hungría necesita migrantes, solo quiere que sean blancos y cristianos (lo ha dicho literalmente Orbán).

Por último, pintas a ongs como traficantes de personas. Lo que hacen ellas es trabajo humanitario, brindando comida, medicina, ropa. Etc. ¿Le negarías el pan a un migrante solo por no tener papeles?
responder
denunciar
apoyar
Patricio Bajodepino | 2018-07-02 | 12:31
1
Gracias por tu respuesta Francisco.

Dejo de lado el tema del título porque no parece algo que se pueda resolver con argumentos. Es de interpretación.

Quizás te parece a tí que soy inocente en mis comentarios porque quizás no explico bien de donde sale mi razonamiento. Pero yo parto de la base que todos los políticos son personas que quieren permanecer en el poder, ya sea de izquierda o de derecha, democráticos o autoritarios, todos quieren conservar el poder. El pensar que un gobernante hará las cosas por el sencillo bien de su pueblo, eso me parece más inocente. Siempre hay una mezcla de factores. Las empresas no diseñan los productos para ver a sus clientes felices, sino para que le compren las cosas y el mesero te atiende bien porque le interesa tu propina. Incluso la caridad se trata de hacer algo para tener satisfacción personal.

Por otro lado existe el libre albedrío de los pueblos y por eso los países son distintos y no existe una sola gran nación. Si por circunstancias históricas la población es blanca y cristiana, está bien. No creo que los quieres discriminar por ser blancos y cristianos. Si ellos deciden que quieren estar aislados del mundo y solo recibir a la gente que ellos aprueben, entonces están en su derecho.

Lo de las ONGs es gente que siente satisfacción o al menos encontró algún trabajo en el servicio social, pero esos servicios sociales tienen que estar alineados con los lineamientos y leyes del país. Hungría recibe ciertas personas, las que ellos creen que pueden recibir, pero son un pueblo pobre, de costumbres cerradas, y cuando la ONG se sobrepasa en sus atribuciones crea incentivos para que la gente migre por las buenas o por las malas al país. Eso es antidemocrático. Por un lado las personas de la ONG sienten satisfacción personal por hacerlo pero por otro le generan problemas a las personas más humildes y promedios del propio país porque le privas de el acceso a los servicios del estado , trabajos, entre otros.

En el caso de Chile me parece bien que haya inmigrantes, tenemos capacidad para recibir cierta cantidad de ellos y al parecer existe un gran porcentaje de la población que así lo cree. Pero si en cambio, nosotros tuviéramos otro parecer, por la razón que sea, estamos en nuestro derecho de abrir totalmente las puertas o cerrar totalmente las puertas, por que es nuestro país.
responder
denunciar
apoyar
Francisco J. Lastra | Colaborador | 2018-07-02 | 15:04
1
Patricio, sigues comprando el discurso sin ver lo que hay detrás. Sigues pensando que Hungría tiene un problema de migración, de que de hay filas esperando a que les abran las puerta y que si no quieren permitirles la entrada, es su derecho. Claro que lo es, pero resulta que el "problema" no existe (existe lo contrario: que se están quedando sin gente). Es humo, simplemente humo, para distraer de problemas más graves y fundamentales que, si bien datan de hace muchos gobiernos, se han acentuado por 3 mandatos consecutivos de la misma persona, alguien que se dotó de poder especiales y que está aplicando el mismo modelo oligárquico de, por ejemplo, Ucrania.

Por otro lado, hablemos de derechos y responsabilidades. Hungría tiene el derecho de proteger su estado soberano con los medios que sea. Pero también es parte de la Unión Europea. De hecho, la ola de crecimiento económico que gozan hoy no existiría sin dineros y comercio como miembro de la UE. Si aprovechan los beneficios ¿por qué evadir responsabilidades? Si Bruselas dicta que se tienen que repartir los inmigrantes o facilitar la ayuda humanitaria, puedes estar en desacuerdo, pero debes aceptar que tú pueblo optó (por larga mayoría) ser parte del proyecto europeo y cumplir tu rol.

Si Hungría quiere convertirse en un país cerrado, allá ellos, pero no como miembro de la UE.

Tu caracterización de las ONGs la encuentro un poco macabra, francamente. Aquí no se trata de hacer que trabajadores sociales "sientan satisfacción", sino de velar por derechos humanos fundamentales. ¿También dices que las ONGs incentivan la inmigración ilegal? ¿Crees que una familia tratará de cruzar la frontera porque les darán un pack de remedios y una bolsa con pan con queso? Un migrante desesperado migrará haya o no ONGs, haya o no muros, ya sea por tierra o agua (¿cuántos se aventuran por el mediterráneo sabiendo que podrían terminar en el fondo del mar?).

Entiendo tu posición, pero creo que es precisamente el análisis superficial que trata de incentivar un gobierno populista y nacionalista.
responder
denunciar
apoyar
Patricio Bajodepino | 2018-07-02 | 22:53
1
Gracias nuevamente por la respuesta Francisco,

Te parece a tí que la solución para estos países convulsionados y complicados en el camino al desarrollo es derrocar a los gobernantes? Existen gobernantes que aunque no sea los más buenos y santos, hacen un bien a la población al traer estabilidad. Por ejemplo tienes el caso de Rusia y China, te parece que allá no se controla los medios? te parece que es una sana democracia? A mí no me parece que el partido comunista ni que el señor Putin sean beatos, pero sin embargo le han dado la estabilidad que los países necesitan y eso es un bien en si mismo. Sería interesante que abordes con la misma agresividad los gobiernos autoritarios de China y Rusia, o quizás no sea tan buena idea porque son países poderosos?

Tienes un punto interesante en lo que respecta a la UE, pero así como Hungría en su momento se unió, puede también desafiliarse, y es cosa de ellos. Si no quieren hacer caso a las directivas, allá ellos. Quixás reciban alguna sanción, tal vez no, pero fíjate que no son los únicos en la UE que no están de acuerdos en este asunto. Habrá que hacer notas sobre los otros no te parece?

Lo que dices de las ONG es una pobre tergiversación de lo que dije así que no te seguiré ese hilo salvó por lo siguiente y que para dar un mejor sentido apelaré a la cultura popular: "Los cuidados del sacristán mataron al cura" y "El infierno está lleno de buenas intenciones".

Sobre tu último punto te responderé con otra frase hecha, proveniente de la tradición oriental y que aplica tanto a las personas como a los países: "Antes de vivir, hay que sobrevivir"

Saludos y espero que esta conversación sirva de algo.
responder
denunciar
apoyar
Francisco J. Lastra | Colaborador | 2018-07-03 | 08:11
1
Recurrir a frases hechas tampoco aporta al debate, mejor infórmate y busca argumentos fundamentados en hechos. Nunca he dicho que haya que derrocar a los gobernantes. Tu mención a China y Rusia tampoco aporta muchos. Son casos muy distintos. Aquí hablamos de un país parte de la Unión Europea, que ignora sus responsabilidades abiertamente y se promueve una imagen de víctima para excusarse y fortalecer a un grupo minúsculo de poderosos que controlan el país (esto lo escuché directamente de una periodista húngara que conoce la situación). De salirse de la UE, las cosas no mejorarían, de hecho pondría en evidencia la corrupción de Orbán and friends una vez que el crecimiento económico se vaya a las pailas y la gente pueda ver a través del discurso del presidente.


Es el caso más grave, pero, como dices, también hay otros movimientos similares que vale la pena analizar. Por el momento, Hungría es el caso más representativo por lo provocativo de sus medidas.
responder
denunciar
apoyar
carmen concha | 2018-07-02 | 20:59
1
Derechos y deberes,Es el resumen. No hay razones para no admitir a nadie que no cumpla con las condiciones impuestas, es como decir soy buen amigo de mis amigos y el
Resto????
responder
denunciar
apoyar
El Sharif Ramires Provoste | 2018-07-04 | 02:12
2
Qué le está pasando a ElDefinido?
Yo veo que Pablo Bravo y Patricio Bajodepino tienen varios puntos, que son interesantes y hallo válido, pero aquí se está tratando de imponer algo e invalidar sus opiniones, tratándolas casi como si fueran absurdas.
Yo estoy de acuerdo con lo que dicen, pues tampoco lo veo como una locura por parte de Hungría, y las razones están ya dichas por los citados.
responder
denunciar
apoyar
Brian Spencer | 2019-01-14 | 13:11
1
Oh no, un medio que aboga por las libertades personales de migración sobre la organización social local, me voy a desuscribir bai (activen sus detectores de sarcasmo porfavor)
responder
denunciar
apoyar
juan antonio garcia sanchez | 2019-01-16 | 10:45
1
El negocio de la caridad de las ONGs ha llegado a transformarse en verdaderas mafias, son como los barcos negreros que traficaban esclavos en el siglo 18, me parece muy bien que por los menos algunos pocos países intenten frenar esto , tildar esto de "locura" me parece muy mal, acaso este medio esta a favor del trafico de personas?. locura me parece saber que existe un problema y no hacer nada para frenarlo.
responder
denunciar
apoyar
* Debes estar inscrito y loggeado para participar.
© 2013 El Definido: Se prohíbe expresamente la reproducción o copia de los contenidos de este sitio sin el expreso consentimiento de nuestro representante legal.