Todos conocemos a alguien como Daniel. Un tipo poco escandaloso, más bien retraído, con una mirada misteriosa y triste que te hace querer ayudarlo antes de que te diga que tiene un problema. Un hombre que carga con culpas, unas reales y otras, quizá la mayoría de ellas, inventadas. Daniel, sin ser conflictivo, sí tiene conflictos internos que ocupan su cabeza y lo llevan a refugiarse en tranquilizantes pasajeros, en drogas que le permiten, aunque sea por un momento, olvidar que es Daniel. Sus penas de amor, sus adicciones y dependencias llegan a la pantalla grande bajo el nombre de "Iglú", la primera película dirigida por el actor Diego Ruiz.

Cuando Diego estaba sin trabajo, le dijo a sus amigos que quería hacer una película. De poco presupuesto, pero de alta calidad. Lo que tenía más claro era que quería contar Feuerlaufen, la historia que había escrito Ulrike Freising, algo así como la Manuela Infante de Berlín en estos momentos, sobre el proceso de autoaceptación de Daniel. Así que partió a Alemania a encontrarse con la dramaturga, le habló de sus intenciones de llevar al cine su texto y tras una larga conversación Diego-traductor-Ulrike, ésta le vendió los derechos a un precio muy accesible.  

¿Por qué te motivó hacer una película sobre esta obra de teatro?

Uno, que había un texto muy bien escrito, que evolucionaba de manera muy atractiva para uno como actor, en cuanto a cómo se desarrollaban los conflictos, cuáles eran los motores y objetivos del personaje. Lo que yo particularmente vi en esta historia de terapia y adicción, cuando estaba construyendo este personaje (interpretó a Daniel para la obra "Correr con fuego"), no pude dejar de leerla como algo personal, algo que estaba en mi vida. Tengo una fuerte relación de toda la vida con el tema de las terapias, de los psicólogos, siquiatras, sin estar particularmente loco. De alguna u otra forma, conozco lo que pueden ser las adicciones, entonces me reconocí un poco en el personaje de Daniel. Eso, más el desafío de sumarle una orientación sexual (el protagonista es homosexual), lo encontraba súper atractivo como actor.

Diego tomó un curso de guión que vino a hacer Robert McKee, "el gurú" de los guionistas hollywoodenses, a nuestro país. Luego de leerse su libro, se juntó con su amigo Shawn Garry y juntos construyeron el guión de Iglú. Tomaron el texto de Freising, lo desmalezaron, le sacaron lo teatral y lo convirtieron en un guión cinematográfico. 

¿Fue difícil ese proceso?

Súper difícil. A mí me costó mucho, porque había mucha aprehensión por mi parte a ciertos textos de la historia, que son súper ricos de ser dichos, pero la cámara los puede contar sin ser dichos y es difícil darse cuenta de eso cuando no estás en el montaje... ahí ves cuando la cara dice a gritos déjame en paz y que no era necesario que lo dijera. En la marcha y en los ensayos, me di cuenta que podía sacar harta cosa.

Una de las grandes cosas que he aprendido en este tiempo, es esta frase robada de Juan de Dios Larraín que dice "gástense la plata que no tienen en un consultor de guión, porque después se van a ahorrar más lucas en su rodaje si es que tienen un buen guión".

Recién cuando el guión estuvo listo, Diego pensó por primera vez que la película que tenía pensada podría ser exhibida. Le llevó el texto a Gabriela Sandoval y Carlos Nuñez, fundadores de la productora Storyboard, que entre muchas cosas, produce el Festival de Cine Europeo y el Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic), donde Ruiz ha trabajado en las últimas cinco películas que han representado a nuestro país. Lo leyeron, lo alabaron y lo apoyaron. A ese equipo se sumó Shawn Garry y el equipo de productores ejecutivos estaba consolidado. 

El Parque de Zamudio

Iglú tiene tres pilares estructurales que son los que mueven a Daniel: Terapia, adicción y sexualidad. Estas tres presentadas de manera dicótoma a través del guión. Daniel nunca habla de sus problemas con la terapeuta, la cámara llega cuando el tema es la gotera, el supermercado o los hobbys. La adicción se ve a través de la cámara, de la manera en que ve el mundo el protagonista y de su imaginación. Y la sexualidad, en un comienzo, apenas se veía.

"En un comienzo yo puse mi punto de vista sobre la sexualidad en la película: Que la gente envejece, que va al café, que va al supermercado, que va a misa, que es gay o no... para mí no es tema. Mi aporte para que haya tolerancia al respecto es no hacer hincapié en eso", cuenta Diego.

Pero el 27 de marzo de 2012, cuando ya se habían terminado de grabar las escenas de terapia, Chile se entera que Daniel Zamudio, un joven homosexual de 15 años, había fallecido producto de un ataque violento homofóbico. La golpiza había tenido lugar en el Parque San Borja, el mismo lugar donde Daniel, el de Iglú, había estado caminando descalzo tantas veces.

"Cuando ocurre lo de Zamudio, nos repercutió harto. Lo mataron en una de las locaciones de la película y teníamos que continuar con la historia de Daniel. Nos hizo replantearnos ciertas cosas, no hacer una biografía de él, pero sí hacernos cargo de que esto ocurrió en el parque y lo peligrosos que son de noche", dice Diego, quien sumó ciertas escenas para darle énfasis a este tercer pilar.  

¿Qué aprendiste de tu ópera prima?

Lo que aprendí es que hay que ponerle demasiado ojo al guión, no hay que escatimar en tiempos. Que la ansiedad no te consuma con que hay que filmar luego, con que hay que hacer una película al año... lo que hay que hacer es dedicarle todo el tiempo posible al guión. Segundo, a filmar, hacer esta película fue como haberme metido una universidad al cuerpo.

¿Dónde y cuándo?

Siendo la opera prima de Diego Ruiz y habiendo comenzado como un proyecto sin mayores ambiciones, Iglú se exhibió en la sala del DGA Theater, en el marco del 31 festival internacional Outfest, en Los Angeles, donde no sólo fue aplaudida, si no que se premió al actor y director como Talento Emergente. 

La avant premier se realizará en la novena edición de Sanfic, que se llevará a cabo entre el 23 y 31 de agosto y se estrenará comercialmente en salas el 5 de septiembre. Puedes seguir las noticias sobre la película en su Facebook o a través de su Twitter @IGLUlapelicula.