Siria, refugiados, Juegos Olímpicos, Río 2016
Imagen: Yusra Mardini

Nadó más de 3 horas en el Mediterráneo escapando de Siria y hoy compite en los JJ.OO.

Su nombre es Yusra Mardini, tiene 18 años y busca hacer historia en Río 2016 como abanderada y miembro del equipo de refugiados. Hace un año casi pierde la vida mientras trataba de escapar de Siria por el Mediterráneo, pero se salvó nadando, salvó a otras 16 personas y ahora competirá en esta misma disciplina.

Por Macarena Fernández | 2016-08-05 | 16:22
Tags | Siria, refugiados, Juegos Olímpicos, Río 2016
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La joven Yusra Mardini (18 años) y su hermana Sarah decidieron escapar de Siria. No aguantaban un día más de esta cruenta e interminable guerra civil que afecta a Siria desde el 2011, que cambió sus vidas en 180 grados, que mató a dos de sus amigos y que destruyó su casa en la masacre de Daraya, Damasco, considerada una de las peores de la primera etapa de la guerra, donde murieron cientos de civiles.

“No aguanto más”, le dijo Yusra a su madre, quien accedió a darles permiso para dejar Siria, siempre y cuando se fueran con alguien de confianza. Así es como, un día de agosto del 2015, se embarcaron en un largo viaje a través del Líbano, Turquía y Grecia, junto a unos primos de su padre. Primero volaron de Damasco a Beirut y luego a Estambul, donde se subieron a un bote ilegal a motor en la costa de Turquía, junto a otras 18 personas. Bote que iba claramente sobrecargado (tres veces más de lo permitido), como todos los que salen de Siria arrancando de la guerra. Su destino era la isla griega de Lesbos, y la única manera de llegar era de noche a través de estos botes de traficantes.

Yusra y Sarah son fanáticas de la natación. Su padre es entrenador y les enseñó a nadar a los tres años, y Yusra incluso compitió por su país en un Mundial el año 2012 con una muy buena actuación. Toda su vida ha practicado este deporte, y lo que fue su hobby favorito, pasó a transformarse en su salvavidas: en la costa de Turquía cerca de las 19:00 hrs., el bote se averió y comenzó a llenarse de agua. Muchos de los tripulantes no sabían nadar, incluso había niños pequeños, entonces las hermanas decidieron lanzarse al agua junto a otros dos jóvenes para intentar guiar el bote hasta que estuviesen en tierra firme.

La carrera más larga e importante de sus vidas

“Necesitábamos tener menos peso en el barco y nadie más aparte de nosotros sabía nadar. Cuando entré por primera vez en el agua todo mi cuerpo estaba temblando… En ese momento sentí que la vida era más que yo misma. Toda la gente en ese barco era parte de mí. Entendí que mi deber era meterme al agua y nadar. Si me hubiera ido, me sentiría culpable por el resto de mi vida”, señaló Yusra.

Y así, durante tres horas y media, las hermanas nadaron por el mar Egeo en plena noche. Cuentan que hacía mucho frío, que el peso de la ropa las hundía y la sal de mar les quemaba los ojos y la piel. Era tal el nivel de cansancio que temían mucho quedarse dormidas y ahogarse. Los otros dos jóvenes no aguantaron más y decidieron nadar por su propia cuenta, pero las hermanas no fueron capaces de dejar a esas otras 16 personas a la deriva, y continuaron luchando y nadando sincronizadamente.

Y lo lograron. Cerca de medianoche tocaron tierra firme y llegaron a las islas griegas con todos los tripulantes vivos. La parte más difícil del trayecto había pasado, ahora sólo quedaba ponerse a salvo en un campo de refugiados.

Así caminaron descalzas durante días hasta que pudieron tomar autobuses de traficantes que las llevaron de Grecia, a través de Macedonia, por Serbia hasta Hungría. En septiembre llegaron a Budapest y tras muchos problemas, finalmente lograron salir de las tierras húngaras, viajar por Austria y llegar a Alemania, donde terminaron en un campo de refugiados en Berlín, junto a varios de sus compañeros del bote.

Cumpliendo su sueño en Alemania y ahora en Río de Janeiro

Una vez en Berlín, las hermanas sacaron todos sus documentos de asilo y de a poco comenzaron a acomodarse en esta ciudad ajena. Un día, como relata el New York Times, un intérprete egipcio que ayudaba en el campo de refugiados, conectó a Yusra con un entrenador de un club de natación, quien tras hacerle una prueba, quedó impresionado y comenzó a entrenarla.

Tras un arduo entrenamiento diario, le comunicaron a Yusra que por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, participaría un equipo de refugiados (del que les hablamos en detalle en esta nota) y que querían que ella formara parte, junto a otros nueve atletas de Siria, Sudán del Sur, del Congo y de Etiopía. Yusra se convirtió en la abanderada del grupo y durante los próximos días, competirá en las modalidades de 100 metros estilo libre y 100 metros estilo mariposa en Río de Janeiro.

Yusra Mardini ahora tiene un Fan Page en Facebook con más de 20.000 seguidores.

"Voy a hacer que se sientan orgullosos. Quiero representar a todos los refugiados porque quiero mostrar al mundo que, tras el dolor, tras la tormenta, llega la calma. Quiero inspirarles a hacer algo bueno en sus vidas, que no se rindan a la hora de perseguir sus sueños y que hagan lo que les dicte su corazón. Incluso si es imposible, incluso si no tienen las condiciones necesarias para lograrlo, nunca se sabe qué pasará y hay que seguir intentándolo. Quizás tengas una oportunidad como yo la tuve. O quizás tú construyas tu propia oportunidad", señaló la joven en una rueda de prensa en Río de Janeiro.

Si bien las probabilidades de obtener una medalla en las olimpiadas son prácticamente nulas, ya que se encuentra muy lejos de las mejores marcas, lo que quiere Yusra es competir y representar a las 60 millones de personas refugiadas del mundo entero. Su mejor carrera ya la hizo en pleno mar y no hay ninguna otra que se le vaya a comparar. Hoy está viviendo su sueño. Además de eso, sus padres y sus dos hermanas menores también llegaron a Berlín y hoy toda la familia cuenta con asilo temporal.

¿Qué te parece la valentía de estas chicas?

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Comentarios
Sebastián Zunino | 2016-08-05 | 19:28
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Gracias por la nota. Al conocer su historia en las noticias, me imagine y deseaba que hicieran una nota con su travesía. Que gran testimonio de sobrevivencia e inspiración. Su gran carrera le salvo la vida y a la vez tuvo el coraje de salvarles la vida a otras personas.
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Macarena Fernández | Colaboradora | 2016-08-05 | 22:31
2
Gracias a ti por leernos Sebastián!, y si, la chica es impresionante. Me emocioné muchísimo escribiendo su nota. Hay tantos detalles más, que da para un libro o una película.

Saludos!
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Jose Ignacio Zarate | 2016-08-08 | 12:39
0
y que paso con la hermana?
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