En TriCiclos están con la basura hasta el cuello, pero no les molesta, de hecho mientras así sea y eso aumente cada vez, mejor. Están enamorados de ella incluso, porque entendieron que solo así es posible crear soluciones realmente innovadoras para combatir la indiferencia que tenemos por la producción y el destino de nuestros propios desechos.

Han sido reconocidos por el Ministerio del Medioambiente, por la Asociación de industriales Plásticos y, a nivel internacional, por destacar entre todas las Empresas B existentes, además de otras cosas. TriCiclos se ha convertido en un referente del reciclaje efectivo y en la impulsora de políticas públicas que hoy podemos ver hechas realidad, como la Ley de Fomento al Reciclaje y de Responsabilidad Extendida al Productor (REP).

La idea surgió hace 7 años, cuando Gonzalo Muñoz, junto a Joaquín Arnolds y Manuel Díaz pensaron en crear una empresa que realmente aportara a la sociedad. No participaban de una cruzada por el medioambiente, ni se les vino a la mente el reciclaje, primero pensaron en juegos, energía, alimentación, vivienda, entre otras ideas.

"Todo venía de una creencia y una frustración de que las empresas están abordando solo una pequeña fracción de aquello que pueden lograr, nuestro cuestionamiento tenía que ver con el rol de la empresa", nos cuenta Gonzalo.

Combinando experiencias previas, encontraron finalmente un punto en común para poder aportar con el triple resultado de una empresa (social, ambiental y económico) y así nació TriCiclos para dedicarse al proceso de reciclaje en todas sus dimensiones, desde la concepción de un producto, pasando por su producción, consumo y descarte.

Hoy cuentan con 64 Puntos Limpios de Arica a Chiloé y a través de ellos reciclan 12 tipos de materiales que vuelven a separar minuciosamente hasta en 25 categorías. Desde la apertura de su primer punto limpio, han sumado más de 8.000 toneladas de material reciclado, es decir, más de 8 millones de kilos de basura. ¿Cómo están revolucionando el concepto de reciclaje en Chile?

¿Cómo actúa TriCiclos?

Con sus múltiples colores, TriCiclos recicla, enseña a reciclar y promueve una cultura medioambiental en los consumidores, en empresas y políticas públicas, generando capacidades, espacios y procedimientos para poder hacernos cargo de la basura. Se trata, como dice Gonzalo, de mostrar ciclos virtuosos y generar un gran cambio cultural.

"Nuestra lógica es, y quizás alguno de los elementos más disruptivos de nuestra solución, el atrevernos a proponer que la solución tiene que pasar a través de cambios de hábitos de consumidor. Normalmente las soluciones siempre se basan en no molestar a la gente. No pero ¿cómo vas a molestar al consumidor? Al consumidor hay que hacerle la vida fácil, hay que maximizarle su confort. Y nosotros dijimos que no. Que vamos a tratar de hacerle este proceso lo más agradable posible, pero no existe ninguna posibilidad de generar un gran cambio si no pasamos por el consumidor", comenta Gonzalo.

Reciclaje efectivo y una nueva cultura

Es real, los materiales que nos damos el trabajo de separar para llevar a puntos limpios, no terminan siendo reciclados. Como comprobó un estudio de Polígrafo (El Mercurio) hace unos meses, algunos cumplen su ciclo virtuoso, pero otros pueden acabar en vertederos comunes y corrientes, en chatarrerías ilegales, en rellenos sanitarios. Más allá de señalar con el dedo a los responsables, hay que ir al fondo del problema.

Por eso TriCiclos busca asesorar en el proceso de reciclaje y ya está en conversaciones con diversas instituciones y empresas, pues para que funcione correctamente y pueda demostrarse realmente su valor, hay que considerar los pasos posteriores a la separación de basura. En sus puntos limpios contemplan lo siguiente:

1. Recepción: Un monitor que acepta o rechaza el material para garantizar 100% su reciclabilidad, educando a su vez al consumidor.

2. Separación de materiales: Hasta en 25 categorías diferentes en el mismo punto limpio.

3. Preparación para el traslado: Los materiales se enfardan, se pesan y en algunos casos se muelen para optimizar la logística en un trabajo coordinado con las plantas recicladoras.

4. Seguimiento: Se incorpora la trazabilidad de los materiales a través de software que permiten identificar su destino.

5. Transparencia: Toda la información sobre los materiales y su destino vuelve a los clientes y a las comunidades que reciclan, con un alto nivel de transparencia sobre qué ocurrió con cada uno de esos materiales.

En su proceso, TriCiclos contempla un actor fundamental, que son los recicladores de base, aquellas personas que trabajan recolectando materiales, para que ellos no malvivan del precio de las ventas de esos desechos, sino que formen parte de este ciclo virtuoso y presten un servicio para la sociedad.

"A partir de eso se crea un siguiente virtuosismo que es el menos evidente, pero es que logramos que la persona que estaba más descartada de la sociedad, que era el reciclador de base a través del modelo de TriCiclos sea capaz de empaquetar su conocimiento de forma tal que sea altamente valioso para las grandes corporaciones. En la lógica del ecosistema del punto limpio, finalmente lo que hay es una creación de políticas públicas y después de un reciclador de base asesorando en aspectos técnicos a las grandes multinacionales".

La basura es un error de diseño

Una de las cosas que más le aterran a Gonzalo de nuestro descontrol en la producción de desechos son las cinco islas de plástico en los océanos, le aterra la cantidad de vertederos ilegales que hay en países como Chile, y le aterra la cantidad de basura del primer mundo que termina en países subdesarrollados.

"Entendimos el problema de una forma opuesta: lo que había que hacer era enfocarse en soluciones que resuelvan la problemática ambiental, no solo de la basura en su punto de disposición, sino que como un error de diseño".

Ponerse de pie ante un relleno sanitario o vertedero no es algo común para gran parte de los chilenos, pero si lo hiciéramos, veríamos marcas, marcas y más marcas de productos que usamos. Para Gonzalo es un error que una empresa no conciba en el momento en que diseña su producto, el hecho de que puede terminar en un lugar tan poco deseable como ese. El segundo problema tiene que ver con las cadenas productivas, donde por lo general se utilizan mucho más materiales de los que son necesarios para entregar el producto en términos de consumo.

Por otra parte en Chile y muchos lugares del mundo, la generación de residuos se promueve.En todas partes se habla del medioambiente, de los problemas de la basura y se crean iniciativas para mitigar dentro de lo posible el brutal impacto de las montañas de desecho que estamos produciendo diariamente, pero el sistema sigue permitiendo la creación en masa de desechos.

"Los indicadores de las empresas, son indicadores numéricos asociados a resultados financieros no mas, entonces la ecuación cuando estás evaluando un proceso productivo es cuál es mi costo final (…) Solo incorpora el valor del dinero y el resultado financiero y por lo tanto desprecia otro tipo de aspectos, entre ellos, las externalidades negativas que pueda tener ese proceso de producción, tanto en el medioambiente y en la sociedad. Y esa es la gran presión que está generando la humanidad sobre el contexto empresarial (…) Si nosotros seguimos haciéndonos los locos respecto de cuáles son las externalidades negativas que tienen nuestros productos y procesos, estamos condenados al fracaso como sociedad", asegura Gonzalo.

"Lo que hicimos fue enamorarnos del problema y no necesariamente enamorarnos de la solución. Entiendo el problema y entendiendo todas las aristas del problema y entendiendo el problema proyectado a perpetuidad, llegamos a esta solución".

Reciclando diálogos y propuestas

Si el problema de la basura es de concepto, de diseño y de sistema, TriCiclos cumple también una tarea importante en el ámbito de la educación de la sociedad y del gobierno para que podamos pasar de una cultura que ignora sus desechos a una que los valora como material.

Gonzalo nos cuenta que despliegan todos sus esfuerzos estando donde puedan: han ayudado de forma gratuita a los dos últimos gobiernos a través del Ministerio del Medioambiente, van al Congreso a hablar y explicar conceptos y sistemas cada vez que es necesario, dan clases en universidades, colegios, "comprometiéndose realmente con la creación de valor público a partir de lo que nosotros hacemos y conocemos y estando dispuestos a crear reflexiones y discusiones respecto del tema", explica. Así es como TriCiclos ha ayudado a la promulgación de la ley REP, que fue aprobada por unanimidad en las dos cámaras. Además han colaborado en la creación de la norma de puntos limpios y en la ley de Empresas B, para garantizar su rol social.

¿Y cómo se sustentan? El reciclaje puede ser un negocio sostenible y TriCiclos se financia implementando inteligencia de residuos en todo tipo de organizaciones. Eso incluye soluciones a través de la producción de inventarios, eco diseño, eco etiquetado y revisión de procesos, como también diagnósticos, logística, puntos limpios, ingeniería de materiales y upcycling.

Gonzalo Muñoz es fellow de Ashoka, la red de emprendedores sociales más grande del mundo y además fue recientemente reconocido con el Premio Emprendedores Sociales del Año porSchwab Foundation for Social Entrepreneurship y World Economic Forum.

¿Crees que el enfoque de TriCiclos puede generar un cambio de mentalidad en Chile? ¿Reciclas tus desechos?