Estar ocho horas diarias trabajando en una empresa o institución porque sí, solamente para generar ingresos o para hacer crecer los ahorros, es algo que esta generación se cuestiona cada vez más. Rápidamente se desesperan si sienten que están calentando la silla o si lo que hacen no es algo significativo en su vida, después de todo, uno pasa un tercio del día en su trabajo. Se cuestionan su rol en la sociedad. Pegas con Sentido captó esta inquietud y diseñó una solución.
Se dieron cuenta de la necesidad de las personas por trabajar con sus capacidades en algo que realmente los motivara y que generara impacto. A la vez notaron los cambios en las empresas actuales u ONG, que necesitan profesionales más activos y comprometidos con su trabajo. ¿Qué hicieron entonces?
Partieron creando una bolsa de empleo para conectar profesionales que buscaran un trabajo con sentido con las instituciones y empresas. Pronto se convirtieron en head hunters y a mediano plazo esperan ser una plaza donde no solamente las personas puedan encontrar trabajo, sino también información, consejos, referentes. Hablamos con parte del equipo: Nicolás Dell'Orto su Director Ejecutivo y Rafael Achondo, Director de Desarrollo. Nos contaron qué es lo que está cambiando hoy y las oportunidades que tenemos para darle un giro a nuestro camino laboral, en una sociedad que evoluciona en la búsqueda de soluciones para las problemáticas sociales y medioambientales.
Aburridos del sinsentido
La fundaron porque se dieron cuenta de una sensación de vacío en muchos profesionales: "Estaban faltos de espacio para satisfacer su necesidad de contribución, su necesidad de poder aportar a mejorar las problemáticas que nos enfrentamos. Y por otro lado había instituciones que estaban trabajando en esa línea y les costaba conectarse con este tipo de profesionales", explica Nicolás. ¿Quién hacía de nexo?
Entonces crearon el portal en primer lugar. Luego comenzaron a ser head hunters, "cazatalentos" que buscan perfiles profesionales para las empresas y, en este caso, enfocados a aquellos que fueran socialmente responsables o que tuvieran una mirada más integral. Personas que quisieran aportar a través de su trabajo en instituciones que, a su vez, también tuvieran una visión más amplia de las cosas: "ONGs o empresas que no sólo están buscando maximizar sus utilidades, sino que también están buscando ser un aporte a la sociedad en lo social y lo ambiental".
Nicolás estudió ingeniería, pero nunca se sintió llamado a ser el ingeniero tradicional que se convierte en gerente de una gran empresa: "Trabajé en TECHO y ahí me di cuenta que realmente sí se puede ser un profesional exitoso, haciendo lo que a uno le gusta. Eso me movió a tratar de que el resto siga sus impulsos, intuiciones y sea fiel a sus anhelos de poder contribuir. Y a través del trabajo mismo más que un voluntariado. Que busque su espacio laboral de aporte".
Rafael es publicista y también tuvo una experiencia en TECHO: "Cuando conoces una ONG, conoces a tu país de verdad y entonces empiezas a cuestionarte un montón de cosas y te pones súper crítico respecto a cómo vas a enfocar tu carrera profesional".
Pegas con Sentido llegó a tiempo, justo. Nicolás explica que captaron un momento especial de la sociedad, "donde te empiezas a cuestionar para qué haces lo que haces (…) Y además vemos cada vez más como se valora este profesional que además de ser muy bueno técnicamente, tiene otras competencias que son complementarias". Rafael cree que no sólo hay ciudadanos más conscientes y críticos que a nivel de consumo pueden manifestarse al castigar o premiar a las empresas de acuerdo a su comportamiento ético, "sino que hay un rol de ciudadanía y la gente se está cuestionando dónde trabajar por lo mismo, porque ve que puede generar cambios a través de su trabajo diario".
¿Una generación que hace lo que quiere?
Esta generación no aguanta tanto como antes. Son llamados millenials y se cuestionan mucho más su rol en el trabajo que la generación anterior, algo que se nota principalmente en la rotación laboral que es sobre un 30% en Chile. ¿Por qué son así?
Nicolás cree que es porque son hijos de una generación muy esforzada, que no tuvo tantas opciones de escoger, pero con su esfuerzo logró bonanza. "Es una generación que vio a sus padres trabajar en cosas que no los motivaban mucho o que entendían que a final del día, la pega no los hacía tan felices". Además está la suerte de que el mercado actual es dinámico y ya no es tan terrible durar menos tiempo en un trabajo, porque es más fácil encontrar otro.
"Al haber más información y conexión, somos más sensibles a todas las problemáticas sociales y ambientales que hay. Entonces ya no confiamos tanto en el Estado o las ONG, nosotros mismos queremos solucionar o al menos no ser parte de lo que está generando esos problemas. Hay una evolución de conciencia en esa línea".
Para Rafael, el millenial "es una persona que desde que nació muy chico, tiene una opinión respecto a todo. Y esa soberbia te limita menos en tu rango de decisiones (…) Empieza a trabajar por convicciones, no por responsabilidades, entonces eso marca una diferencia importante.
Eso estamos tratando de impulsar ahora, las empresas exitosas de la nueva economía van a tener que contar con este capital humano, que sea muy bueno técnicamente, pero que tenga un montón de cosas a nivel de diversidad, de liderazgo, de convicciones, que los hacen medio inmanejables de repente. Pero son las empresas las que se deben adaptar a esto y no viceversa".
El filtro "Pegas con Sentido"
¿Cómo lo hacen? Actualmente tiene más de 32.000 inscritos en el portal: "Creemos que cada persona debería tener su espacio en una organización donde pudiese generar esta contribución que está buscando hacer. Hay algunas personas que necesitan asesoría para determinar bien cuál es su oferta de valor en lo profesional. Conocerse un poco y en ese sentido ver dónde poder servir", comenta Dell'Orto.
Y esto no se trata de trabajar en una fundación necesariamente, sino de encontrar el espacio donde mejor se puede aportar desde lo profesional y desde las capacidades personales. Por eso el valor agregado de Pegas con Sentido es la selección. Todo parte por el desarrollo del perfil del cargo que buscan las empresas. Le preguntan a las instituciones: "Más allá de sus capacidades técnicas, ¿Cómo tú te imaginas a esa persona? ¿Cuáles son los valores de tu empresa? ¿Cuál es el perfil?"
A partir de eso lo definen y lo publican para recibir interesados. En promedio llegan unas 120 postulaciones y a partir de eso realizan los primero filtros según años de experiencia, background académico, etc. Luego vienen las entrevistas hasta llegar a una terna final que se les presenta a las empresas y luego ellas comienzan su proceso para seleccionar a una sola persona. Quienes buscan trabajo no pagan nada, sólo se le cobra a la institución un porcentaje de la primera renta bruta del profesional contratado.
¿Gana una institución con un trabajador de este estilo?
"Estos profesionales no son el tipo de profesional que le entregas la pega, la hace y se va. Aporta mucho más a la organización entera. Más proactivo, con más energía, más liderazgo. Va un poquito más allá de su cargo. Es una persona mucho más completa", comenta Nicolás.
"No se mueve tanto por incentivos económicos, sino también mucho por los valores y el respeto a las personas. Están mucho más conectados, entienden, absorben mucho más lo que está pasando en el medio, tiene una empatía superior y así como son sensibles a las problemáticas, son sensibles a las oportunidades (…) Reaccionan mucho más rápido y en un mundo tan dinámico como el que estamos viviendo, ese es un profesional que uno quiere tener también, que esté ahí en la vanguardia. Finalmente, es un profesional que te va a cambiar el enfoque tradicional con el cual las empresas se mueven". Lógicamente esto implica un desafío para quienes reciben al profesional, porque en sí no son la solución, sino parte de ella. La empresa u ONG también debe evolucionar en la forma en que le otorga sentido a sus trabajadores, explica Nicolás.
Buscamos sentido para ser felices, pero ¿Qué es ser feliz en el trabajo?
Para Rafael, personalmente tiene que ver con un tema de relevancia, de cuánto impacta en los demás lo que uno hace a diario: "La relevancia desde el punto de vista del éxito que nos ofrece el sistema hoy día es la relevancia tuya (…) El día en que yo salga de acá o que mi empresa no exista, ¿por qué la sociedad me va a echar de menos? Cada vez van a tener que haber menos zombies.
Yo le digo zombie al compadre que respira no más, que se quedó en un modelo donde 'yo tengo que hacer una carrera y comprarme la mejor ropa y estar preocupado con qué me lavo el pelo y cambiar el auto cada cierto tiempo y me voy a considerar exitoso cuando tenga una casa en la playa. Y me da lo mismo, no me meto en política, porque no me interesa. No tengo idea quién vive al lado mío, no tengo idea quién sufre en mi país, no tengo idea de nada'.
Achondo fue a un encuentro en Washington junto a otros chilenos que tienen proyectos novedosos. Ahí se dio cuenta de varias cosas. Lo que más le llamó la atención es que todo esto es algo mundial: "Distintos emprendedores están atacando las problemáticas sociales desde ángulos muy diferentes. Al final te das cuenta que todas las problemáticas sociales: pobreza, salud, vivienda… son absolutamente multidimensionales. Algunos lo están enfocando por el lado de la tecnología, otros directamente por el trabajo comunitario, hay algunos proyectos más asistencialistas, otros directamente más generadores de oportunidades. Pero es como estar con un montón de gente que ataca lo mismo pero con una mentalidad tan distinta. Eso te motiva mucho, porque es un montón de gente que anda en la misma, pensando en las cosas que realmente importan".
Claves para saber qué trabajo se ajusta a lo que uno quiere
Hay que conocerse a uno mismo y hacerse preguntas. En Pegas con Sentido realizan asesorías para las personas que necesitan un apoyo en este proceso. Pero si es posible de planteárselo personalmente, Rafael destaca: "Tienes que definir de partida si te interesan los niños, los viejos, la pobreza, al vivienda… a partir de eso vas de lo general a los específico: te interesa el sector privado, el sector ONG, lo público. Y a partir de eso tener al menos un listado, un podio de 'me gustaría trabajar aquí, aquí, aquí… porque investigué que estas son las empresas o instituciones que hay cierta sintonía valórica con lo que yo busco'", comenta Rafael.
Luego de eso, saber cómo uno funciona trabajando. "Saberse cómo es uno en equipo, al comunicarme transversalmente en la organización, cómo respondo ante un jefe. En qué tipo de roles me veo yo… me interesa más el terreno, el backoffice, la gestión (…) Hay que hacerse muchas preguntas uno. De cuáles son las principales motivaciones y dónde quieres estar, con qué nivel de compromiso, etc.".
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