Martín Buscaglia, músico, uruguayo, vanguardista, multiinstrumentista, Chile

Martín Buscaglia: "Lo que menos me influencia para componer, es una canción"

La música también conoce de animales insaciables y este artista uruguayo es parte de esa manada. Desconoce de normas a la hora de componer y su búsqueda está centrada en hacer canciones riesgosamente buenas. Visitó nuestro país, cautivó con sus canciones y nos dio cátedra de su vanguardia.

Por Antonia Laborde @antonialaborde | 2013-10-28 | 16:35
Tags | Martín Buscaglia, músico, uruguayo, vanguardista, multiinstrumentista, Chile

Han dicho que su música es rock, candombe, funk, pop, pero la verdad es que las melodías del cantautor uruguayo, Martín Buscaglia, son todas las anteriores y otras más. Algunas incluso, incasillables. Sin bastarle los instrumentos que existen, ha modificado algunos para darle sentido a los sonidos que invaden su cabeza, transformándolos en canciones que no dejan de sorprender. Si bien puede que para varios resulte un nombre nuevo, la revista Rolling Stone Argentina se ha encargado de seguirle la pista: "El evangelio según mi jardinero" fue uno de los 10 discos del 2006 según la revista y "Temporada de conejos" unos de los 50 discos del 2010.

El músico, compositor y productor estuvo en nuestro país la semana pasada haciendo lo suyo. Dejó a su banda "Los Bochamakers" en casa, pera visitarnos en calidad de "hombre orquesta". Santiago, Valparaíso y Viña del Mar fueron testigos de su espectáculo vanguardista y nosotros, aprovechamos de hablar con él de los niños rockeros y las armas de Games of Thrones. 

Has compartido escenario con Fito Páez, Julieta Venegas, Jorge Drexler y varios otros. Dices que te gusta tocar con aquellos que tienen tu misma visión de la música ¿Cuál es esa visión?

No sé si la puedo poner en palabras, pero me parece que tanto los músicos que tocan contigo o los artistas que te han influenciado, nunca puedes tratar de imitar lo que ellos hicieron, eso es un error. Vos si tienes algo para dar o decir, vas a crear un lugar propio. Creo que la manera de aprender de ellos, es la manera en que se paran ante la música, la creación, la vida. Ese es el ejemplo que te dan, para que tú lo hagas con tus elementos. No me gustan artistas muy obviamente parecidos a lo que yo hago. Me gustan unos que usan otros elementos, otras palabras, otros timbres, pero que yo sospecho que ven el mundo de la misma manera. Es una manera de pararte con mucha libertad, los prejuicios están en la antípodas del arte.

¿Hay un  motor en común que te inspire entre tantos estilos musicales distintos?

Lo que hay en común es un ser humano. La variedad estilística me parece que una cosa fundamental, que tiene que ser natural. Tú puedes proponerte ser ecléctico, pero si no lo eres en tu esencia, se va a notar siempre y eso va a ser fallido. No va a tener un fundamento. También hay artistas que tocan una sola tecla y son buenísimos. A mí, naturalmente, siempre me llamó más la atención los discos y artistas más singulares, los que estaba en una búsqueda propia.

¿Y cuál es tu búsqueda?

El objetivo es que esté muy bueno. Hacer algo que valga la pena y que tenga sentido agregarlo al corpus del arte que ya es suficiente. Podrían no hacerse más películas, ni discos, ni libros en este instante e igual tendríamos para escuchar hasta que nos muriéramos, siendo felices y teniendo momentos de revelación. Entonces, si vas a agregar algo nuevo, me parece que tienes que tener la confianza y la sensación de que estás aportando algo, aunque sea una cosa minúscula, si no, me parece que no. 

Sobre lo mismo, Buscaglia tiene sus reparos con la nueva era tecnológica. Valora que hoy se pueda grabar todo desde la casa y que haya más exponentes con vitrina, que si no existiera internet, sería muy difícil que se descubrieran. Sin embargo, cree que se ha llenado de cosas "absolutamente banales e innecesarias que hacen bajar la noción del poder que tiene el arte".

La creatividad de un niño grande

Dices que podría no hacerse más música y tendríamos bastante para escuchar hasta morir. Pero a ti incluso te faltaron instrumentos y te tuviste que poner a modificarlos para crear...

Sí... sobre todo con el hombre orquesta, que es un tipo solo que carga su propia orquesta... una cosa errante. Siempre tuve un interés por la diversidad poética, lírica, de los timbres, de los instrumentos, eso va de la mano con que me gustan distintos géneros, la mistura. Pasan cosas diferentes tocando instrumentos que no dominas. Tienes que entregarte un poco, siendo el instrumento el que te toca a ti de cierto modo, con las palabras pasa lo mismo. Tú tienes tus palabras, tus imágenes, pero si te quedas solo con eso, se va a repetir ad eternum.

Dentro de su abanico de búsquedas y desafíos personales, estuvo varios años con un grupo llamado "Canta cuentos", componiendo música para niños. Hoy ya no lo hace, porque dice no tener tiempo ni energías para enfrentarse a ellos en escena. "Si no les gusta arman lío y si les gusta, se suben al escenario".

Grabaste 6 discos con Canta Cuentos ¿Qué te llevaste de esa experiencia?

Tocar con niños es Rock and Roll. Cuando toco con la banda todo se vuelve más funkero, pero no se compara con tocar en un escenario lleno de niños. Lo revolucionario... la potencia... es impresionante. Si no les gusta arman lío y se van y si les gusta, se suben al escenario contigo. Los niños tienen algo muy lindo de la utilidad de lo que es la música, que te hace retroceder a las tribus: Cuando tenías una canción para hacer llover, otra para la guerra, otra para casarte, otra para el entierro. Con los niños pasa también eso: necesitas una canción para que duerman y la compones, para que rueden y la compones y así.

De Violeta a Gepe

A Chile no viene mucho. Dice que le gustaría hacerlo más y que está al tanto de lo que está pasando en nuestra industria musical. Entre los nuevos exponentes destaca a Javiera Mena, Gepe y Javier Barría. También recuerda con nostalgia a Los Prisioneros y se entusiasma con Violeta Parra y nuestro folklore.   

"Yo soy payador también, me parece que la base de tu música tiene que estar en tu raíz. Por eso el lado folklórico me interesa mucho, que acá es muy rico en géneros, ritmos, los mismos instrumentos... estaba viendo el guitarrón chileno y me quiero llevar uno, es increíble, no sé qué es... parece una cosa heráldica, como un arma de Games of Thrones.

¿Y el público qué tal?

Muy bien, es mortal. Ayer toqué y la gente se sabía canciones raras, es divino... lo más lindo que te puede pasar. Al mismo tiempo yo también viajo mucho, que es algo que siempre busqué, y después me di cuenta que también la música que hago tiene una impronta viajera. Hay músicos uruguayos excelentes pero que son muy locales, que no funcionan afuera, la gente no conecta. 

El artista errante ya abandonó nuestro país continuando la búsqueda de distintos tipos de inspiración para lo que será su próximo disco. Cuando pide su tercer café del día, asegura que todo es inspiración para él, incluyendo su tasa con cafeína. "Te preguntan por influencias y tiendes a hablar de otros músicos, pero en realidad la influencia es absolutamente todo. De hecho, supongo que le pasará a otros también, pero lo que menos me influencia para componer, es otra canción. Las agradezco cuando me gustan, pero no es que escuche un tema bueno y diga quiero hacer un tema como ese. No... ya está hecho".

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