Ayer les contamos sobre la teleserie que está ocurriendo en Estados Unidos por Trump y la información confidencial que habría compartido con autoridades rusas. Pues bien, en nuestro bloque de telenovelas hoy se nos viene una megaproducción brasilera.

No, no es El Clon, sino que una que se ciñe más a la realidad: la de Michel Temer. ¿Cómo fue que después de un año ya se está hablando de destituir al presidente de turno de Brasil? ¿Qué fue lo que desescadenó todo esto? ¿Cómo se ve el futuro para el mandatario de la nación del carnaval? No cambien de sintonía *empieza a sonar un comercial de jabones*.

Se destapa una bombita

Se podría decir que la crisis social-política-económica que atraviesa Brasil se arrastra desde hace varios años, pero la gota que revalsó el vaso en esta ocasión fue a partir de una publicación del diario O Globo la noche del pasado miércoles. Cual golpe noticioso capaz de remecer a un país, la historia que publicó este medio acusó al mandatario de haber avalado un soborno al ex presidente de la Cámara de Diputados (que está preso) para que no diera información relevante en la investigación sobre el caso de corrupción en Petrobras.

Es grave y se pone aún peor: la conversación fue grabada por el dueño de una de las mayores empresas productoras de carne del país, JBS, que también ha estado marcada por una serie de escándalos de corrupción y que se encontraba en la reunión. Después de todo, fue el mismo empresario quien después entregó la información grabada, a raíz de un acuerdo judicial (siendo que fue su empresa la que entregó el soborno supuestamente aprobado por el presidente).

Sí, muy telenovelezco. El asunto es que Temer negó rotundamente haber hecho tal cosa, pese a que existe un registro de ello y denunció que su inocencia podría estar siendo denostada. Poco le importó eso al Tribunal Supremo Federal, que ya abrió una investigación en su contra por las acusaciones de aprobación de soborno de un potencial testigo de una investigación en curso (la de Petrobras).

¿Y qué se viene ahora?

En este escenario existen cuatro posibles salidas:

-La primera, es que se le lleve a un impeachment o juicio político, que fue lo que se le hizo a Dilma Rousseff y que terminó con su destitución del cargo. Para esto, el presidente de la Cámara de Diputados debe aprobar el juicio, para luego ser votado por la cámara de diputados y la de senadores.

-Otra opción es que renuncie, pero el mandatario ya dijo que no lo haría porque está convencido de que no ha incurrido en ningún delito (y que lo que se le acusa es falso).

-También está la opción de ser juzgado por el Tribunal Supremo Federal, ya que si se comprueba que en verdad hizo lo que se le acusa, sería culpable de un delito que significaría su destitución.

-Y finalmente está la vía del Tribunal Electoral, que podría remontarse al 2014 para revisar posibles irregularidades en la campaña presidencial que llevaron adelante Dilma Rousseff y Michel Temer (cuando eran amiguis, porque el partido de Temer rompió con el gobierno de Dilma previo su juicio político).

¿Quién podrá salvarlos?

Si pensaban que la teleserie quedaba acá, están muy equivocados, porque después de esto se viene una segunda temporada con mucho más drama. Para hacerse una idea, así se configura el mapa de posibles sucesores de Tremer:

En teoría, si Michel llegara a ser destituido por “x” o “y” razón, su sucesor inmediato debería ser el vicepresidente. El problema es que nadie está ocupando ese cargo (ya que era Temer era el vice, antes de asumir como presidente), así que sigamos. De no haber vicepresidente, debe asumir de forma interina el presidente de la Cámara de Diputados. Sin embargo, no podría hacerlo, ya que está siendo investigado (al igual que otros 256 legisladores involucrados en casos de corrupción). Sigamos…

Si el presidente de la Cámara de Diputados no puede asumir el cargo, entonces deberá hacerlo el presidente del Senado Federal. Y adivinen. ¡También está siendo investigado por la justicia! ¿Quién queda entonces? La última opción es la titular del Tribunal Supremo Federal, quien podría asumir como presidenta interina durante 30 días o llamar a elecciones indirectas para que los legisladores elijan al nuevo sucesor, otra vez.

La paradoja de Rousseff

Como toda buena teleserie, tiene que haber su cuota paradójica y en estos momentos esa recae en Dilma Rousseff. Después de todo, debe estar viendo desde la tele de su hogar cómo uno de los políticos que impulsó con mayor fuerza su destitución, ahora está en el ojo del huracán en donde la posibilidad de un juicio político suena bien fuerte.

Y es que Temer fue uno de los protagonistas en el proceso de destitución de la ex mandataria, quien fue acusada de haber utilizado fondos de bancos públicos para financiar programas sociales, de haber manoseado los números del déficit fiscal del país y de estar involucrada en el caso de corrupción de Petrobras.

Con todo, las cosas se le vienen negras a Temer, sobre todo si consideramos que incluso antes de este escándalo, su nivel de aprobación alcanzó a penas el 20% a fines de marzo.

¿Cómo crees que se podría solucionar esta crisis en Brasil? ¿Quién crees que asumirá como presidente en caso de destitución?